XXIX

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Champagne o cualquier otra bebida alcohólica.

( ๑˃̶ ꇴ ˂̶)♪⁺(ू•ᴗ•ू❁)ヾ(๑╹◡╹)ノ"

El sol iluminaba las flores primaverales dándole un toque mágico, la suave brisa daba frescura a la mañana.
Nada fuera de lugar, era un clima perfecto.

El traje blanco a medida era acomodado de forma lenta, un poco de temblor se podía ver en las manos del hombre.
Los últimos botones fueron abrochados, el moño puesto en su lugar.
Un suspiro se escuchó, dorados ojos mirándose fijamente en el espejo. Una mueca adorno los labios rosados, faltaba su cabello.
¿Tal vez debió cortarlo?

Los minutos pasaron intentando arreglar las hebras doradas, debió planear su peinado desde antes, recriminó a sí mismo.

―¿Necesitas ayuda? ―escuchó una dulce voz.

A través del espejo su mirada chocó con ojos rosados, dio la vuelta para estar de frente.

―Nezuko-chan ―le habló, tocando su cabello con vergüenza―. Sí, por favor.

Nezuko se acercó al hombre de traje, indicándole la silla para que este tomara asiento.

―¿Cómo te sientes? ―preguntó ella, cepillando la dorada cabellera.

―Bien... Sí, me siento bien ―Nezuko no creyó eso, menos con los temblores ocasionales que hacía Zenitsu.

―¿Seguro? ―el rubio asintió―. De acuerdo, pero si no es así puedes decirme, yo te escucharé.

―Gracias, Nezuko-chan.

El tiempo no se detuvo, y en silencio, la de ojos rosados había terminado de peinar el cabello del hombre.

No hubo mención del hermano de ésta, ni de nadie más.

Nezuko lo comprendía, ni siquiera había hecho mención a su vestido. Parecía ser que estaba tan absorto en sus pensamientos.

―¡Listo! ―exclamó la Kamado, palmando los hombro rígidos del contrario.

―¡Te debo la vida Nezuko-chan!, ¡no sé que habría hecho sin ti! ―exageró Zenitsu― ¿cómo puedo agradecerte?

―No fue para tanto ―restó importancia con una señal de mano―. Bien, tengo que volver con Tanjiro...

Los ojos rosados miraron el preocupado nerviosismo en la mirada del rubio, pasando a la mano que sostenía su vestido que la retuvo hace un momento.

―Nezuko-chan... yo ―Zenitsu vaciló―. No sé, Tanjiro...
Nezuko esperó paciente.
―Tanjiro... ¿cómo está?

Una sonrisa apareció en los labios de la Kamado.

―Él está bien, un poco nervioso, pero bien ―calmó con suavidad al pobre hombre―. Tanjiro también está emocionado e impaciente, impaciente por casarse contigo.

No escuchó mentira alguna, Zenitsu sonrió más confiado.

―Yo también, también estoy emocionado por casarme con él.

Con una última mirada se separaron, casi llegaba el momento esperado.

Pensar demasiado en cómo tu novio podía cancelar el compromiso, incluso en el último segundo, no era bueno para la salud mental.

Sacudiendo la cabeza, apretó el puño con animosidad, alzando la mirada al techo y con una sonrisa de confianza, lanzó el puño hacia arriba, pareciendo una promesa por cumplir.

―¿Qué haces, idiota? ―interrumpió, Kaigaku el momento de confianza― ¿estás listo?

―¡NO! Es decir, ¡sí!

Kaigaku le extendió su brazo, Zenitsu se miró por última vez en el espejo, cerró sus ojos para abrirlos con determinación. Sujetó el brazo de su hermano mayor y juntos emprendieron el camino al lugar de encuentro.

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Dorado y granate se encontraron, con una mirada llena de amor. Los dos juntos enfrente de todos sus conocidos y familiares, espectadores en la unión de los dos hombres.

Siendo conscientes, de igual manera, de aquellos que faltaron en presencia física, pero presentes en el corazón de ambos.

Fue una ceremonia preciosa, con promesas que absolutamente cumplirían, con gritos de un amigo salvaje y las susurrantes reprimendas de otra. Las miradas de complicidad y afectó por aquellos familiares: hermanos, hermanas, madre.

Finalizando con el ritual del sake, donde uno frente al otro mirándose a los ojos, dieron un sorbo al licor. Con una sincronización casi perfecta, colocaron el recipiente en la mesa. Las felicitaciones no se hicieron esperar.

Kamado Tanjiro y Agatsuma Zenitsu.

Unidos oficialmente en cuerpo y alma.
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En medio de la pista de baile, danzando juntos. Zenitsu y Tanjiro con rubor en las mejillas y sonrisas radiantes.
Con los latidos del corazón de ambos, sincronizados en latido, en sentimientos, y con un aroma único de unión, de amor.


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༼˵˃̶̀ɷ˂̶́˵༽ ෆ⃛₍₍ ( ๑॔˃̶◡˂̶๑॓)◞♡⁰♡∇♡

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No pido perdón por ser tan cursi.

Esto ya casi termina.
¡¡¡AYUDA!!!
¡No sé cómo hacer el siguiente día!

31 momentos a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora