˚ ִֶָ 🗝️ ♡︎ ₊ 𝑆𝑒𝑥&𝐶𝑎𝑛𝑑𝑦!

O16

Sunoo caminaba hacia el cuarto que compartía con Nishimura hacía su habitación.

Lo vio dormido. Tan guapo como siempre, y esa simple imagen le arrancó un suspiro.

Se acercó y acarició su rostro con una gran sonrisa.

Beso la comisura de los labios del menor y luego repartió castos besos por todo su rostro.

Una sonrisa atravesó los labios de su dongsaeng.

-¿Por qué tan cariñoso hoy?

Sunoo sonrió.

-Ya levantate torpe. Tiffany nonna nos preparó algo delicioso de desayunar.

La nonna de Sunoo ahora trabajaba para él. En su casa. Realmente lo único que hacia era prepararle postres y cuidar a Yuta, pero a Sunoo no le importaba mantenerla.

-¿Y a que se debe tanta amabilidad tan temprano? A estas horas estas de un pésimo humor.

Sunoo dejo de sonreír.

¿En serio Riki lo había olvidado?

-¿Sabes que día es hoy?-dijo anonadó ante lo que Riki hacia.
-Si no me equivoco es sábado.

Kim negó con la cabeza aún sin creerselo.

No habló por un momento hasta que Ni-ki tomó de nuevo la palabra.

-¿Qué esperas para decirme por qué tienes esa cara?
-¡¿Qué que esperó?! ¡Espero a que tu cerebro reaccione y recuerdes que día es!
-Ya, se me estaba haciendo raro que estuvieras tan feliz el sábado en la mañana.
-¡Nikk! ¡Es nueve de diciembre!

El rostro de Nishimura no cambio.

-¿Empieza otoño?
-¡Es tu cumpleaños!

Riki parecía más perplejo ahora que sabía que había olvidado su cumpleaños.

-Vaya...que rápido pasa el tiempo.

Sunoo frunció el ceño en un puchero y lo obligó a levantarse.

Nishimura tan sólo llevaba bóxer y a pesar de tener los sensuales muslos de su prometido a la vista era demasiado para su salud mental, se contuvo y se lo llevó escaleras abajo.

-¡Aigo Bebé Sunnie! Ya esta el desayuno.

Tiffany vio a Nishimura tras Kim, sólo usando bóxer y le tapó los ojos a Yuta, quien llevaba en brazos.

-Buenos días joven Nishimura. Felicidades.

Riki asintió ante la felicitación y fue jalado por Sunoo hasta el gran comedor, donde su nonna les había preparado un desayuno delicioso.

Comieron en silencio, Riki con algo de vergüenza por haber olvidado su propio cumpleaños.

Cumplía veinte, significaba que quedaba un año para que fuera mayor de edad en todo el mundo y al fin, pudiera casarse con Sunoo.

Aunque eso también significaba que quedaban tres meses para que Sunghoon cumpliera veintiuno y sólo era cuestión de días para que se casara con Sunoo.

Cuando acabaron, Sunoo se sentó en tu regazo mientras juntaba sus frentes.

-¿Quieres hacer algo en especial? En todos tus cumpleaños siempre acabábamos peleando. Lo siento por eso.

Riki negó.

-Esta bien. Si no pelearamos mínimo una vez al día entonces esto seria aburrido.

Sunoo sonrió.