O19

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Después de la boda, el Sungsun se encargó de buscar su propio hogar.

Encontraron una grande pero sencilla y acogedora casa a las afueras de na ciudad.

Sunghoon después de la universidad trabajaba desde casa atendiendo llamadas de clientes y haciendo cotizaciones a gente realmente reconocida.

Así que las semanas con Sunoo las dejaba libres y las semas sin él se llenaba de trabajo.

Podían decirle que su posición en la empresa era la de ser el subordinado de su hermano, pero al menos así tendría más tiempo para su esposo que el único hijo de los Nishimura no podría alcanzar.

—Hoonie ¿Dónde esta Yuta?

El mayor se acababa de despertar y caminaba por la casa con unos simples bóxer y una camisa que le quedaba enorme, cortesía de Sunghoon.

El entrar se sorprendió al encontrar a su cuñado tratando de tranquilizar a un Yuta que lloraba.

—¡Hyung!—gritó el niño de ya seis años y se lanzó a los brazos de Sunoo.

Sunoo lo cargo aún sin saber que lo podría haber hecho llorar.

Nam jamás le haría nada malo, así que lo sorprendía.

—Tio Mini dompió mi Kumamon —lloriqueo el niño en sus brazos.

Minhee bajó la vista apenado.

—Tranquilo Yuyu, tío Mini no lo hizo a propósito ¿Verdad Min?

Su cuñado alzo la mirada llena de vergüenza.

—¡Fue un accidente Yuta! Te comprare uno nuevo ¡Es más, todos los peluches que tu quieras!

Yuta como por arte de magia dejo de llorar y pidió a Sunoo que lo bajara para correr a abrazar a Namjoon.

—Pequeño tramposo. Te dejaste vender por peluches.

Sunghoon entró a la sala con su pijama de aliens y dos tazas de café. Le dio una a Sunoo y una a su hermano.

—No me sorprende que rompieras el peluche. Destruyes todo lo que tocas. Es más, suelta al niño antes de que lo rompas.

Una empleada de limpieza irrumpió el la habitación y comenzó a limpiar como si nada la sala a pesar de que estaban hablando.

A Hoon le molestaba que limpiaran cuando estaba ahí, pero Sunoo le decía que no fuera tan especial y dejara a los empleados hacer su trabajo.

Sunoo sorbió de su taza de café y miró a Namjoon con curiosidad.

—¿Qué te trae por aquí hyung? Incluso Seongmin se pasea más seguido por aquí.

Los ojos de Yuta se iluminaron al escuchar el nombre de Seong. Los de Minhee sin embargo se mostraron tristes.

—Creí que estaría aquí. Ayer se enojó porque le di una nalgada en público. Me grito y luego me hecho del cuarto. Cuando fui a buscarlo en la mañana no estaba, creí que estaría aquí.

Sunoo sintió algo de lastima por su cuñado y quiso acercarse a abrazarlo pero el brazo de Sunghoon lo detuvo.

—Ni se te ocurra acercartele vestido así— le susurró su esposo en el oídio y Sunoo se estremeció.

Sunoo simplemente asintió sonrojado y se sentó en el regazo de Sunghoon en el sillón frente al mayor de los Park.

—Tranquilo, me dijo que hoy tenía que ir a ver las audiciones para las siguientes pasarelas de verano.

Sunoo le sonrió a Minhee para darle ánimos y este le sonrió de vuelta.

Sin embargo su sonrisa desapareció en cuanto la empleada comenzó a limpiar las ventanas.

—No puede ser. Todo me recuerda a él.

Sunoo quiso preguntar el porque de su cambio de humor, hasta que el sonido de los vidrios rechinando le recordaron a la risa de Seongmin.

♡︎

—Oye hyung... ¿Crees que Justin Bieber y Selena Gomez regresen?

Sunoo medio adormilado miro el reloj a su lado y luego volvió la vista a su prometido con el ceño fruncido.

—Riki son las dos de la mañana ¿Acaso sólo buscas algo para hacerme enojar?

Riki sonrió y pegó a Sunoo más cerca de él.

—Lo siento Hyung. Es sólo que faltan tres meses para mi cumpleaños y también...
—Para nuestra boda.

Sunoo dejó un momento su mal humor y se recostó sobre Riki. Pecho con pecho y lo miró fijamente mientras este acariciaba sus oscuros cabellos.

—Estoy emocionado— Ni-ki le sonrió y Sunoo lo hizo de vuelta dejando besos por toda su cara.

Riki rodeó su pequeña cintura con sus brazos y le dio otro beso corto.

—¿Cómo es estar casado hyung?

Kim se encogió de hombros.

—Realmente no es muy diferente. Sólo el cambio de hogar y eso. Pero de ahí en fuera es de lo más común.

Riki asintió y tomando a su prometido con fuerza juntó sus narices.

—Hyung...yo... Creo que te amo...

Sunoo sintió su corazón palpitar contra su pecho con demasiada fuerza mientras le sonreía con dulzura.

—Yo también Ni-ki...
—Pero hyung... Es que yo nunca había amado a alguien.

Tener a ese nuevo Riki frente a él no dejaba de ser abrumador.

Sus nuevas actitudes algunas veces lo dejaban demasiado desconcertado y sin idea de lo que pasaba. Sin embargo tenía la esperanza de poder acostumbrarse.

Fue demasiado confiado...

—Hyung. Jamás me he sentido así por alguien y...me siento tan débil...

Sunoo acarició las mejillas del menor mientras negaba con la cabeza.

—Ni-ki, amar no es debilidad...
—Pero hyung —lo interrumpió de nuevo— te mereces algo mejor...

Sunoo lo miró con tanta ternura.

Riki era tan frágil por dentro. Sin esas máscaras de arrogancia y sonrisas altaneras. Nishimura Riki no era un cascarón vacío como todos pensaban.

—Riki, tu también te mereces alguien que te ame. No eres malo. Sólo estas dañado.

Ni-ki no dijo nada y Sunoo lo besó con fuerza.

—Estoy aquí para ti Ni-ki. Siempre aquí.
—Lo prometes.

Quizá se arrepentiría al final.

—Lo prometo.

Después de una corta plática. Riki fue el primero en quedarse totalmente dormido.

Sunoo lo miró un momento.

—¿Riki?— le acarició su mejilla. Nishimura dormía profundamente con la boca entreabierta, viéndose adorable haciendo a Sunoo sonreír a pesar de sentir la culpa acumularse en su garganta— Mi Riki ¿Ni-ki? Escucha atentamente. Te amo. Por siempre y para siempre tú. Ustedes. En el infinito. Te amo. Los amo y...lo siento.

Una lágrima rebelde resbaló su mejilla y su mirada se enfocó en una extraña mancha en la mesita de noche.

Una mariposa.

¿Cómo había entrado?

Sunoo la observó por un momento y cuando parpadeó, está ya había volado.

Sus alas ya habían ido en otra dirección.

˚ ִֶָ 🗝️ ♡︎ ₊ 𝑆𝑒𝑥&𝐶𝑎𝑛𝑑𝑦!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora