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Sunoo miraba a Riki desde la cama.

El menor llegaba de trabajar y se veía estresado.

Sunoo odiaba molestarlo y prefería darle su espacio, sin embargo quería estar más tiempo con Riki.

Estaban a un mes de su boda.

Ya iban a casarse, al fin después de tanto tiempo de espera.

Riki ni siquiera lo miró, simplemente se comenzó a quitar su traje y cuando quedó solo en bóxer se acostó y se quedó profundamente dormido.

Fue un fuerte golpe para Kim pues Riki no parecía tener interés en él.

Aún no se casaban y ya se sentía como un matrimonio de ancianos.

Sun mordió su labio y suspiro.

Estaba cansado pues había jugado con Yuta el día entero, aún así fue a la ducha y dejó la bañera comenzar a llenarse.

Aquello le traía recuerdos. Malos recuerdos de la época en la que sentía que su vida carecía de sentido.

En ese momento estaba bien.

Había perdonado a su nonna. El odio acumulado se disipó pues a pesar de todo, ella siempre había estado para él, y además era la madre de Yuta y pronto tendría otro bebé.

Su nonna había conocido a un chico en la universidad nocturna a la que iba. HyunSeung era un buen tipo y ya llevaban dos años de relación.

El embarazo había sido muy poco planeado pero Yuta parecía estar muy emocionado con tener un nuevo hermanito.

Cuando la bañera estaba caliente y él desnudo, metió el primer pie.

Una mano lo tomó de la cintura y Sunoo se sobresalto.

¿Cómo se había metido Riki al baño sin que Kim se diera cuenta?

—¿Podemos bañarnos juntos?

Kim no tardó en asentir.

Cuando el menor se sentó en la bañera, él lo hizo pero en su regazo y relajó sus músculos al sentir como su cuerpo respondía al tacto de su prometido.

Los dedos de Riki acariciaban su pálida piel.

Enjabonando una esponja, Ni-ki comenzó a limpiar las impurezas de su cuerpo y luego deslizó sus dedos en su cabello. Sunoo sintió el tacto en todo su cuerpo. Habían estado tanto tiempo juntos y se conocían tan bien, pero aún les faltaba.

Cuando Riki lo dejó limpio, Kim se volteo para quedar cara a cara y poder enjabonar de igual forma.

El baño fue silencioso, pero no se tenían nada que decir.

Riki nunca hablaba del trabajo y Sunoo no preguntaba, simplemente estaba ahí para Ni-ki.

Cuando salieron Sunoo apenas había podido ponerse su bata cuando Riki lo acorraló.

No hablaron, simplemente se besaron.

Las palabras sobraban y Sunoo simplemente se dejó ser llevado hacia la cama.

Riki lo acostó como si fuera de cristal y comenzó a besar su cara, sus párpados, sus mejillas, bajo a su cuello, su pecho, su abdomen. Sus piernas.

Riki se tomó su tiempo besando sus piernas.

Sintió un momento de pavor cuando otro cuerpo apareció tras él como un fantasma.

¿Sunghoon?

Sus dos prometido y su esposo besaban su cuerpo y Sunoo estaba confundido, sin embargo las palabras no salían.

Simplemente gemidos inundaban aquel ambiente y le dejó de importar la razón por la cual su esposo estaba ahí. Desnudo también.

No había palabras, nadie decía nada, solo hacían.

Sunoo era movido como si de un muñeco se tratase y al final, quedo en cuatro en la cama.

Riki estaba frente a él, su miembro ya estaba erecto, frente a la cara de Sunoo.

"Chupa."

Eso fue lo que él mismo pensó.

Su mente y su cuerpo estaba de acuerdo así que simplemente abrió la boca y el miembro de Riki se abrió paso ahí.

Sin embargo no supo el momento en el que la lengua de Hoon se adentraba a él.

Cuando la lengua salió, fue rápidamente reemplazada por los largos dedos de Sunghoon.

Uno. Dos. Tres dedos.

Soltó un jadeo ahogado por el miembro de Riki, haciendo al menor gemir con fuerza.

Riki no alcanzo a venirse en su boca, simplemente se apartó para ver como Sunghoon remplazaba sus dedos e ingresaba su miembro en el estrecho trasero de Kim.

Sunoo gimió. Gimió como nunca.

Riki se masturababa frente a ellos, causando gran excitación en Sunoo.

Sunghoon lo acomodo sin dejar de darle placenteras estocadas y fue Riki, el que dijo la primera palabra.

—Hyung, entregate a ambos.

Los ojos de Kim no podían estar más abiertos.

¿A ambos?

Quedo en medio de los chicos, Sunghoon se salió un momento y repentinamente, ambos miembros comenzaban a entrar pero se detuvieron.

Sunoo se removió molesto. No le dolía, le ponía. Pero ninguno de los otros se movió.

—Hyung— la voz ronca de Sunghoon pegada a su oído lo hizo estremecerse— debemos irnos.

Sunoo negó. No podían dejarlo así. No podían.

—No, ¿Por qué?
—Porque debes despertar ángel...

Y así fue como Sunoo volvió.

En la bañera no había nadie. Solo él que se había quedado dormido.

Se sonrojó por sus sueños tan inapropiados y se visto de inmediato.

Algo bueno había salido de aquello pues ahora no descansaría hasta tener a Nishimurai y a Park en la misma cama acabado lo que su mente había iniciado.

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˚ ִֶָ 🗝️ ♡︎ ₊ 𝑆𝑒𝑥&𝐶𝑎𝑛𝑑𝑦!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora