˚ ִֶָ 🗝️ ♡︎ ₊ 𝑆𝑒𝑥&𝐶𝑎𝑛𝑑𝑦!

O37

Riki no podía evitar sentirse nervioso.

Todavía no llegaba Sunoo y él ya estaba temblando de nervios.

Miró a su alrededor y mordió su labio.

¿Por qué sus padres habían invitado a tanta gente? Nisiquera estaban presentes.

En un mal momento, cuando tenia sus pensamientos divagando y probablemente se reflejaba en su cara, fue cuando la puerta se abrió y Sunoo entró del brazo de Seongmin.

Detrás de él iban Yuta y el pequeño Siyoung tomados de las manos y siguiendo a Sunoo el cual iba sonriendo de oreja a oreja.

Claro que Sunoo tenía ventaja. Ya se había casado una vez, ya sabía como era.

Sunoo llegó junto a el y Nishimura no pudo ni devolverle la hermosa sonrisa que le estaba dedicando su prometido y futuro marido en cuestión de minutos.

Se veía tan hermoso.

Llevaba el traje negro que contrastaba con el negro de su cabello y su piel pálida.

Como bien se sabia por todo el mundo "Kim Sunoo era un hermoso contraste."

Su sonrisa, sus ojos. Su Dios existía entonces había sido demasiado generoso al ponerlo en su camino.

—Acepto— dijo Sunoo. Nishimura ni siquiera había escuchado lo que iba antes, simplemente no podía apartar la mirada de Kim.

Prestó un poco más de atención y escuchó el momento en el que el juez le pidió que aceptara la mano de Sunoo.

—Si acepto— dijo y por dentro se dio una auto bofetada.

¿Se había escuchado muy largo? ¿Estaba mal? ¿Debió haber dicho sólo Acepto?

Mal. Muy mal. Había empezado a divagar de nuevo.

Tomó aire y miro de nuevo a Sunoo.

De verdad era tan bonito.

—Con este anillo, Yo, Kim Sunoo, te tomo a ti, Nishimura Riki como mi esposo.

Nishimura tragó saliva.

—Con este Riki te tomo como anillo...

Riki dejó de hablar al escuchar risas.

No fue hasta después de unos segundos que el mismo se dio cuenta de lo que había dicho y se sonrojó de la vergüenza.

Park Sunghoon no lo habría arruinado como él lo estaba haciendo.

Sunoo le sonrió divertido y Nishimura no se pudo sentir peor.

A Sunoo le daba risa.

—Cos este anillo, te tomó como esposo— fue lo único que dijo.

El juez los hizo firmar un contrato, como quien firma el contrato de un carro o de una casa.

Sin embargo Riki no necesitaba ese mugroso contrato. No necesitaba nada escrito para amar a Kim Sunoo.

Se besaron. Frente a tanta gente.

No conocía ni a la mitad pero estaba feliz.

Ya eran grandes. Ya eran adultos. Ya no estaban los padres de Sunoo y el ya era dueño de poco más de la mitad de su empresa.

No necesitaba más en su vida.

♡︎

La fiesta había sido aburrida. Realmente no conocían a casi nadie.

Sunoo en ese momento no estaba pensando en su boda. Si no en el chico frente a él, que lo dejaba delicadamente sobre su cama.

Riki lo besaba con dulzura. Con cuidado. Como si no quisiera romperlo.

Acarició la cintura de Kim mientras este enredaba sus dedos en su cabello.

—Ni-ki...
—Recuerda que a la hora del sexo soy tu Oppa.

La voz de Riki sonó ronca sobre en oído de Sunoo, haciendo la piel de el mayor erizarse.

Su cama del hotel donde estaban era tan blanda que parecía una nube, pero sólo los hombres que amaba lo llevaban al verdadero cielo.

Tantos años juntos habían vuelto a Riki un experto. Un experto de Sunoo.

No había tema que Riki conociera mejor, que Sunoo.

Cada parte de él era hermosa.

Sunoo se estremecía antes cada tacto que Riki le daba. Como un piano sonando cuando tocan sus teclas.

Riki estaba perdido. Realmente perdido.

Se había enamorado de Kim Sunoo tanto como alguna vez lo había odiado.

—Oppa...

Riki sonrió recargando su cabeza en el hombro de Sunoo.

—Te amo Sunoo —le dijo y lo beso sin fuerza.

Un par de lágrimas salieron de los ojos de Kim.

Ambos acabaron al mismo tiempo, soltando un fuerte gemido.

Riki se salió de Sunoo y lo abrazó con fuerza.

—Incluso si es difícil, incluso si me siento solo. Viviré por ti.

Riki miró a su ahora esposo.

Recordó cuando Wonjin le marcó diciéndole que Sunoo se había intentado suicidar.

¿De verdad había descuidado tanto a Sunoo?

Tanto dolor no podía ser cargado por su pequeño esposo.

Incluso si no le agradaba. Sunghoon y él cargarían aquel peso juntos.

Los tres juntos. Ante todo si debían cargar un costal del dolor, el peso sería más ligero si iban los tres.

—Me alegra oír eso sunie.

Se besaron de nuevo. Con dulzura.

Se besaron, se acariciaron. Lo hicieron muchas veces más y jamás parecía ser suficiente.

—Kiki, quiero pedirte algo.— dijo Sunoo mientras su dongsaeng acariciaba sus cabellos.
—Dime sun.
—Yo...yo quiero hacerlo. Contigo...
—¿De nuevo?
—No me refiero a eso...yo quiero hacerlo contigo y Sunghoon yo...yo quiero un trio— dijo avergonzado.

Riki se sorprendió. Pero no más que Sunoo cuando escuchó la respuesta.

—Esta bien. Aunque no creo que logres convencer a Sunghoon.

Fue lo único que dijo antes de volver a besar al mayor.

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doble actualización pq no me aguanté uejjeje
nada, hagan stream a blessed cursed