enemies? | eren jaeger.

40 | oportunidad.

Un año después

¿Alguna vez has sentido deseo por alguien?

No con intenciones de tener sexo, tal vez, solo un abrazo, una caricia o su simple presencia te haría sentir diferente.

Probablemente eso es lo que he estado sintiendo durante los primeros cuatro meses que Eren se fue, luego todo eso pasó a un sentimiento muy lejano.

Esta vez cuando mencionaban su nombre no sentía mi pecho cerrarse y un ligero nudo en la garganta, mucho menos cuando llegaban a preguntarme ¿Qué éramos?

No tenía ni puta idea de que responder.

Solía limitar mi respuesta a que era mi ex, pero siempre supe que era una respuesta errónea. Él nunca fue mi ex, ni siquiera podía expresarlo con simples palabras.

Después de más de doce meses de aquel suceso y de varias sesiones con Hange, junto con el estrés académico, eran cosas que fui superando.

¿Mis notas? ¿Un número? Es un número, tres dígitos, con dos está bien e incluso uno, sigue estando bien ¿Quién lo diría? Hace un año podría hasta deprimirme por sacar menos de ochenta, pero aprendí que los exámenes y pruebas van y vienen, el esfuerzo que le pongo no debe ser comparado y lo más importante, yo sé cuánto me esforcé y de una nota no va a depender mi estado anímico.

Sigo siendo aplicada, claramente mi beca parcial sigue intacta, solo aprendo a divertirme también, a no ser tan estricta al respecto y aprender de mis errores.

Aún recuerdo lo difícil que fue para Hange hacerme entender ciertas cosas y el tiempo que tardó que lo hiciera, pero estoy orgullosa de mí por lo que he logrado y aunque no sea algo con calificación, siento que yo misma me pondría un cien.

Me miro al espejo y suspiro de forma lenta colocándome unos aretes plateados en cada oreja algo apresurada pues, ya siento la mirada de Ymir en la puerta con los brazos cruzados.

—Te arreglas como si la fiesta fuera hoy, niña. —se quejó de broma hacia a mi, solo reí juntando mis labios para corregir un poco de gloss.

—¿Me recuerdas que falta hacer? —le pido.

La castaña da unos pasos dentro del lugar aún con los brazos cruzados. —Tu ya sabes que el pelado se está encargando de todo básicamente, es el más fiestero, pero quiere nuestra opinión sobre la barra de tragos y la decoración.

—Está bien, vamos entonces. —me levanté de la silla y juntas bajamos las escaleras dónde estaban los demás.

Al acercarse fin de año Connie quería organizar una fiesta en la fraternidad que superara por completo las expectativas de todos a comparación del año pasado.

Hace un año hizo una fiesta también pero estaba tan mal que ni siquiera salí de mi cuarto, recuerdo que ese día solo me dediqué a escuchar música y ver la captura de mi celular en las que él había escrito eso en nuestra playlist.

No pensaba perderme esta por nada del mundo.

—Ya pero ¿Me recuerdas por qué neón? Ya brillo lo suficientemente. —escuché la voz de Annie proveniente de la cocina, en la que Ymir y yo entramos.

—Ya sabemos Annie. —Connie rodó los ojos. —Pero es una buena temática ¿O me lo van a negar? Ya tengo todo listo, la decoración, el barman, hoy llega todo en la tarde.

—¿Y recién avisas? —dice Ymir

—Hey les estuve llamando toda la semana para elegir temática y el único que me hizo caso fue Jean. —confesó señalándolo.