Lo que yace en la oscuridad [TERMINADA]

Capítulo 8

Harry se atragantó con el agua que estaba bebiendo.

-Nos honrarían si aceptase almorzar con nosotros señor.- La melosa voz de Lucius, invitándolos a acompañarlos... Era lo último que Harry deseaba.

Voldemort pareció pensarlo. No estaba demasiado seguro de que fuese lo más oportuno en este momento. Aún estaba tanteando el terreno en el que se movía con respecto a Harry. No quería obligarlo a aceptar la invitación, pero por otro lado, tampoco estaba dispuesto a que el joven se aislase de todo el mundo.

-De acuerdo Lucius, sera agradable. Además ya es hora de que todos empiecen a conocer la posición de Harry a mi lado.

El almuerzo fue el más tenso que Harry podía recordar. La esposa de Lucius inclinó levemente la cabeza al serle presentado el joven. Y Draco se dedico a ignorar e incordiar sutilmente a Harry durante toda la comida. Tras terminar los postres Harry se levantó.

-Disculpen.- Ante la interrogativa mirada que le dirigió Voldemort, el muchacho musitó.- Enseguida vuelvo.

Se dirigió al fondo del local. Era la primera vez, desde que todo esto había comenzado, que estaba solo y fuera de los dominios de Lord Voldemort.

No bien Harry hubo desaparecido de la vista, Draco se levantó también.

-Si me disculpan a mí también...

Y, siguiendo los pasos del otro joven, desapareció por la misma puerta.

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Harry estaba inclinado sobre un lavabo con el rostro humedecido de agua. Estaba claro lo que había estado haciendo. Draco entró y se apoyó en la puerta, bloqueando la salida eficientemente.

Se observaron mutuamente a través del espejo. Cada uno mirando los ojos del otro. Midiendo sus fuerzas. Harry esperando el ataque que sabía no tardaría en llegar. Durante todo el tiempo que compartieron en Hogwarts un profundo desprecio se había cimentado entre ambos.

La extraña sonrisa que curvó los labios del joven Malfoy no auguraba nada bueno. El esperado ataque no tardó en llegar. Alcanzando el blanco más débil de Harry en aquellos momentos.

-¡Vaya Potter! ¿Quién lo iba a imaginar?. Viviendo con Lord Voldemort.

-¡Cállate Malfoy!.

-¡Oh! ¡Venga ya, Potter! ¿No me vas a contar nada? Al fin y al cabo ahora estamos todos en el mismo bando.

La mirada de Malfoy, el sonido de su voz, su sardónica sonrisa... todo se conjuraba para hacer sentir extremadamente incómodo a Harry.

-Déjame en paz Malfoy, no te voy a contar nada.

-¿Nada?, ¿No me vas a decir si ya te has acostado con él?.

Harry enrojeció, lo que hizo que Draco riese.

-Bien, esa es una buena respuesta. Así que ya te has abierto de piernas para él ¿Verdad?. ¿Has dejado que meta su gran p...?

-¡CÁLLATE!

Si ello era posible, Harry había enrojecido aún más. La respiración entrecortada. Los ojos llameantes por la ira.

-¿Y si no me callo? ¿Qué harás? ¿Decírselo a tu "papaito"?

-¡No necesito decírselo a nadie para partirte la cara Malfoy!

-¡Claro! ¿Y como piensas hacerlo? ¿Vas a sacar tu varita?... ¡Oh! ¡Lo olvide! No puedes usar la magia, ¿Verdad?.

El desprecio en la voz de Draco era tan patente que Harry se avergonzó al recordar el collar que rodeaba su cuello. La imagen que daba no era más que la de un esclavo, el siervo de alguien. Draco, suponiendo lo que Harry estaba pensando, echó sal en la herida.