Ara es esclava de una organización criminal, por azares del destino la organización es destruida y ella deberá cambiar de dueño.
Contiene un capítulo con un final alternativo que es el inicio de una segunda parte de esta historia!
🌸Historia inicia...
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Mikey lanzó un suspiro lleno de arrepentimiento tras ver las condiciones en que se encontraba, la tomó entre sus brazos para poder llevarla hasta su habitación. Dio una patada a la puerta para que esta se abriera dejándolo entrar con ella entre sus brazos, la recostó sobre la cama mientras el silencio reinaba entre los dos.
Se acercó a sus pies desatando las tiras de sus zapatillas, tenía un par de ampollas y rozaduras lo que había terminado haciéndolo sentir peor, se había comportado como todo un hijo de puta. No comprendía porque lo había echo y comprendía aún menos los celos enfermos que se alojaban en su pecho.
Buscó una pequeña caja que estaba en el cajón de su mesa de noche, quería poder curar cada una de sus heridas, colocó una banda adhesiva sobre las lesiones intentando sanar con ello su corazón herido. Una vez que termino la tarea acertó un pequeño beso en la parte interna de sus muslos y se recostó junto a ella para poder abrazarla con todas sus fuerzas.
—Lo siento— habló apretándola contra su pecho, quería sostenerla y retenerla a su lado de la manera que fuese.
—El amo no tiene porque disculparse, fui yo la que por un momento olvidó su posición. Le ruego que me perdone— No sabía que más decirle, ella lo había aceptado y aún estaba dispuesta a seguir con aquello.
Mikey meditó durante unos minutos intentando reflexionar sobre sus palabras. Él no tenía porque sentirse mal, ella había aceptado ser su esclava y él había aceptado ser su amo. Esos eran sus roles y ambos debían llenar su papel correspondiente.
—Abre el cajón a tu lado— le ordeno —Trae la caja de terciopelo y dámela.
La morena se sentó sobre la cama para poder buscar el objeto, tomó la caja entre sus manos y luego la extendió hacia el rubio.
Mikey la sostuvo dejando ver su contenido: Dentro había una gargantilla de cadena en color dorado que al centro tenía un eslabón más grande del cual colgaba un dije en forma de corazón. Daba la impresión de ser un collar para perro y el dije ser una simple placa pues por la parte de enfrente se podía observar el rotulado de la letra «A» y por el reverso las letras «MS». Mikey hizo a un lado la larga cabellera negra para poder colocarle la pieza en el cuello, al cerrar el seguro dejó caer sus labios en la nuca de Arabella para volver a hundiera en sus brazos.
—El doctor dijo que hace poco tuviste un aborto. ¿Qué pasó?— cuestionó una vez que ambos estuvieron acostados de nuevo.
—Wiliam tenía un amigo que siempre que estaba en la mansión quería mi compañía. Él me violo hasta dejarme embarazada... al enterarse hizo lo mismo que todos los hombres como él; culparme como si yo hubiera sido la que quisiera tener su asqueroso cuerpo sobre mí y molerme a golpes para desquitar su poca hombría... Pensé que iba a morir pero William le pidió a su doctor que me atendiera.
—¿Por qué?
Ella soltó una risa vacía —Quería que yo siguiera sufriendo. Lamento si al amo le molesta que haya estado en cinta.
