Ara es esclava de una organización criminal, por azares del destino la organización es destruida y ella deberá cambiar de dueño.
Contiene un capítulo con un final alternativo que es el inicio de una segunda parte de esta historia!
🌸Historia inicia...
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Cuando despertó pudo darse cuenta que ya no estaba en la estancia de vitrales, tampoco en la primera habitación a la que la llevaron, se encontraba en una mucho más grande con un balcón perfecto para sentarse a beber té mientras gozaba de la vista del jardín principal.
Trato de recordar como había llegado a ese lugar pero en su mente solo habitaba el vago recuerdo de haberse quedado dormida luego de terminarse una botella de vino.
Se puso de pie recorriendo la alcoba, esa recámara a comparación de la otra estaba algo vacía; no había ropa, tampoco filas y filas de joyería o tan solo un indicio para saber a quien pertenecía esa cama. Buscó en el vestidor y los cajones algo que pudiera vestir ese día pero no tuvo suerte. Se dejó caer en la cama percatándose de una caja de color rojo sobre un diván.
«Mikey me pidió que te diera esto, eres muy hermosa seguro te queda bien. Estoy ansioso de diseñar para ti. -Mitsuya»
Era un vestido blanco de mangas largas con elegantes transparencias que parecía un sueño etéreo sacado de una novela de fantasía. Junto a el había unos zapatos estilo bailarina con un tacón mediano, en color azul marino y adornos dorados. Como accesorio unos pendientes de diamantes y un bolso blanco.
Arabella supuso que esa era la clase de ropa con la que Mikey quería verla. Entró rápido al baño para ducharse y arreglarse. En cuanto estuvo lista se tomó unos minutos antes de salir de la habitación, ella no se sentía segura de ser digna de utilizar un vestido tan bonito.
Se asomó en el pasillo ubicando rápidamente que la recámara de al lado era la perteneciente a su amo.
—Ara-Chan— le llamó la rubia mientras aparecía caminando de forma encantadora por el pasillo.
—Señorita Emma. Buen día— abrió la puerta totalmente en tanto introducía su teléfono en el bolso y se aproximaba hacia ella. La rubia la miró confundida durante unos segundos —¿Está bien señorita Emma?
—¿Ese es un vestido de Mitsuya?
—Si, espero poder conocer al joven Mitsuya. Sus ropas parecen sacadas de un cuento.
—Así es— ella sonrió pero había toneladas de intriga en sus ojos —Tenemos que irnos, desayunaremos en el centro comercial— En realidad le había extrañado que ella llevara ese vestido, Mitsuya a veces regalaba modelos a las chicas que él mismo invitaba o a quien le gustara realmente, pero en esta ocasión ese vestido era un regalo de Mikey para ella, no era de parte de Mitsuya. Mikey jamás le había pedido algo así al peli plata.
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