G: Gabriel Agreste

367 28 1
                                    



Gabriel Agreste observaba a su hijo, en aquella cama de hospital tan débil, que por un momento recordó a su amada Emilie que yacía en su guarida. No entendía qué había pasado, solo recibió una llamada, y su mundo se derrumbó, su amado hijo había atentado contra su propia vida, en un hotel de mala muerte, solo unas semanas después que el joven había dejado París.
Su mente lo torturaba, pensaba que si él le hubiese puesto más atención, si tan solo no se hubiese obsesionado con revivir a su esposa muerta, tal vez nada de esto estaría sucediendo. Cuestionaba mucho la razón que lo había gatillado a ello, sin embargo, lo entendía, él mismo había hecho lo impensable por traer de vuelta a Emilie. Le prometió a Dios, que si su hijo no lograba su cometido, y se salvaba, se dedicaría completamente a él, ya no volvería a ser Hawk Moth, y dejaría a su esposa descansar en paz. Pero el diagnóstico no era alentador, se habían demorado demasiado tiempo en encontrarlo, si sobrevivía sería un milagro, que él agradecería eternamente.
Mientras estaba en aquella habitación, vio una pequeña figura voladora de color negro, al principio se asustó, pero luego todo cobró sentido, su hijo era nada más y nada menos que Chat Noir. Cuando vió a Plagg acercarse a él para preguntar el estado del chico, quedó atónito, no esperaba que todos estos años hubiese estado viviendo en la misma casa que el héroe, pero ahora que lo pensaba con mayor detenimiento, había sospechado muchas veces de su hijo. Definitivamente esta era una señal, jamás volvería a ser aquel villano, no podía seguir arriesgando a su hijo, después de todo, era lo único que le quedaba.
Nathalie Sancoeur estuvo con él todos esos días de oscuridad, su asistente era demasiado dedicada a ellos, lamentaba haberla arrastrado a toda su obsesión. Ahora que podía pensar con mayor claridad, entendió que nada de lo que había hecho valía la pena, ya que, después de tantos años, su amada Emilie seguía sin vida en aquella cápsula.
Nathalie, se había tomado la molestia de avisar a los familiares, principalmente a la familia de su esposa, puesto que él no se sentía en condiciones de volver a comunicar una tragedia como aquella. Seguramente los Graham de Vanily pensarían que él era un desastre, que no podía mantener con vida ni a su esposa, ni a su hijo. También avisó a la única amiga de Adrien, Kagami Tsurugi, y le solicitó, expresamente, que nadie podía enterarse de aquella situación, sino todos los medios estarían hablando del intento de suicidio del hijo del diseñador, tampoco quería que aquella mujer, que había desencadenado todo ello, se enterara de lo que había causado, no quería darle esa satisfacción. Para los ojos de Gabriel, Marinette era la mujer más despiadada y cruel que pudiera existir, y su amado hijo era quien estaba pagando por las consecuencias de sus acciones.
Los días avanzaban y Adrien seguía sin reaccionar, los médicos le decían que era muy probable que jamás despertara. Por un momento pensó que la única solución serían los miraculous de Ladybug y Chat Noir, y como ya tenía el miraculous de la destrucción, solo necesitaba el de la creación, podría pedir su deseo y su hijo volvería. Pero dejó escapar esa idea, su vida como villano acabaría porque su hijo despertaría, quería tener fe de que así sería. Y así sucedió, luego de una semana en coma, Adrien despertó, desorientado, lo último que recordaba era que había entrado a aquella habitación de ese asqueroso hotel.
Gabriel no quería ser quién le explicaría el porqué se encontraba ahí, así que le rogó a su asistente que fuera ella quien hablara con el chico. Ella le explicó lo que había sucedido, que llevaba una semana en coma, y que estaría internado en una clínica psiquiátrica luego que los doctores le dieran el alta. Adrien quedó impactado ante aquella revelación, nunca pensó que él sería capaz de hacer algo así, mucho menos por una mujer.
Luego de un mes del incidente, Adrien fue internado en una clínica psiquiátrica afuera de Francia, Gabriel dejó a Nathalie a cargo de sus negocios, y se fue junto con su hijo y Kagami, quien había estado apoyando al muchacho en su rehabilitación. Él había hecho una promesa, y la cumpliría aunque ello implicara dejar todo atrás. También le encargó que, discretamente, se deshiciera de todo vestigio de su vida pasada, incluso del cuerpo sin vida de su amada, para que lo sepultara en aquel lugar, dónde todo el mundo creía que yacía su cuerpo. Todos estos meses se dedicó a cuidar a su hijo, de vez en cuando, su asistente lo visitaba para ver cómo se encontraba el joven e informarle la situación de su empresa.
Ya estaba por finalizar el tratamiento de Adrien, cuando se dispuso a hablar con él respecto a todo lo que había sucedido estos años. Le confesó su oscuro secreto, todo lo que había hecho para poder salvar a su esposa, lo que había prometido y que conocía su verdadera identidad. Tenía miedo de la reacción de su hijo, pero sabía que, de todas maneras, debía saber la verdad, y sería mejor que lo supiera teniendo el apoyo de los profesionales adecuados, que ya luego cuando estuviera solo. El joven no tomó la noticia bien, le reprochó que todo este tiempo le hubiese ocultado aquello. Gabriel le prometió que jamás le volvería a ocultar algo así y que nunca más volvería a ser Hawk Moth, ya que para él lo más importante era su bienestar. No obstante, el chico dudó si confiar en la palabra de su padre o no, después de todo, había hecho cosas gravísimas, arriesgando, sin saberlo, claro está, su propia vida, pero su padre volvió a recalcar que cambiaría, y decidió confiar en él. ¡Grave error!
Al finalizar el tratamiento, Gabriel preparó todo para su regreso, Adrien volvería a vivir en la mansión junto con Kagami. El diseñador tuvo que hablar con la madre de la chica, indicándole que su hijo necesitaba de todo el apoyo de sus seres queridos, y que él cuidaría de ellos. La madre accedió, con la condición de que los cuartos de los muchachos quedaran en lados opuestos de la mansión, pues no quería que el honor de su hija fuera puesto en duda. Para Tomoe el honor lo era todo, y no podía aceptar que su hija, futura heredera de su imperio, estuviera en boca de todos.
Cuando regresaron a Francia, Gabriel solicitó una orden de alejamiento en favor de su hijo, contra la señorita Dupain- Cheng, no quería que esa mujer se acercara a él, no después de todo lo que le había causado. Marinette fue notificada al cabo de días de que el juez decretara la orden, las razones de la de la medida no le fueron informadas, ella pensó que solo se debía a una exageración del Sr. Agreste. No le tomó mayor importancia, solo le dolió que fuera tratada de esa forma, pues ya había pasado más de un año, él no podía seguir odiándola. Guardó aquella orden en absoluto secreto, no quería que nadie se enterara, ni siquiera le contó a sus padres, le dolía pensar en lo mucho que Adrien debía estar odiándola como para pedir una orden de restricción. Nunca pensó que sus rumbos fueran a tomar esos caminos, no había día en el que no se arrepintiera de lo sucedido, tenía la sensación de que si hubiese aceptado la propuesta, Chat Noir no la habría dejado, pues creía que estaba pagando el karma por todo lo que había causado.
Luego de unas semanas de su regreso, Gabriel cumpliría su promesa. Hawk Moth hizo su aparición final en la torre Eiffel, todos los parisinos estaban expectantes ante la declaración que haría, nadie pensó que el villano se rendiría, y les daría la victoria a Ladybug y Chat Noir. Pero no reveló su identidad, ni entregó los miraculous que tenía en su poder, pues eso implicaría exponer a su hijo, y lo que menos quería era que el chico sufriera más. El villano no volvió a hacer otra aparición en público, y no se volvió a ver un akuma o un amok, desde aquel día.
Marinette dejó de lado su rol de héroe de París, a pesar que aún seguían estando perdidos los miraculous de la mariposa y el pavo real, quiso creer en lo que había dicho el villano. Sentía que ya lo había perdido todo, había perdido a Adrien, había perdido a Chat Noir, y ahora había perdido hasta su razón para ser Ladybug ¿Cuánto más la castigaría la vida por sus decisiones equivocadas? ¿Qué más podría perder? La heroína no tenía idea de todo lo que se desencadenaría por su pequeño error.
A veces cometemos errores y el error de Ladybug fue confiar en Hawk Moth. A veces cometemos errores y el error de Adrien fue confiar en su padre.
...
Hola a todos, el capítulo de hoy nos vuelve al pasado, podemos ver un poco de lo que pasó en el año que Adrien estuvo fuera de París. Quiero agradecer a todos los que están leyendo esta historia, no saben lo feliz que me hacen al leer algo que escribo. Seguimos viendo los errores de nuestros queridos héroes. Me han preguntado por qué nombro los capítulos como letras, y es porque en su principio quería que cada capítulo tuviera un título en relación con la letra que empezaba, pero aborté la misión, porque podría ser muy revelador.
También quiero dejar una pequeño mensaje, si estás pasando por una situación difícil, la muerte jamás será una solución, eres amado por muchas personas, y tal vez no lo puedas ver en este momento, pero siempre hay una salida.
Coméntame que te pareció este capítulo, qué les parece como se va desarrollando la historia?
-Mrs. Fitzberry

A veces cometemos erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora