C: Confesión

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Como todos los días Marinette se preparaba para ir a clases, y como siempre, iba atrasada. Bajó rápidamente las escaleras, se despidió de sus padres, y salió corriendo rumbo a su último día. Estaba emocionada por pronto comenzar sus estudios de diseño, si hay algo que tenía claro, era que algún día sería una gran diseñadora. Ingresó al salón, disculpándose con la profesora que la miraba como si la estuviera reprendiendo, saludó a Alya y se sentó junto a ella. Adrien se volteó, le sonrió e intentó pronunciar unas palabras, pero la maestra subió el volumen, lo que le dio a entender que no era el momento para hablar. Alya observó con detenimiento aquella escena, le pareció extraña la actitud del chico, pero pensó que se debía a que era su último día y los sentimientos para todos estaban a flor de piel. Sin embargo, ella no tenía idea lo que pasaba en la mente de él, hoy por fin le diría a Marinette que estaba enamorado de ella.
Adrien contaba los segundos para terminar el día, llevaba varios meses dudando si confesarse o no, pero hace un par de semanas Nino le contó que Marinette también estaba enamorada de él, y que llevaba años sintiendo ello. No le importaba si ella tenía novio, ya estaba seguro que ella lo amaba y era lo único que le importaba. Llevaban varias semanas saliendo en plan de ''amigos'', habían ido al cine, a comer, incluso la joven había dormido en su casa una noche que se juntaron a ver películas. Aquella noche, siempre estaría en su corazón, pues fue cuando descubrió que se había enamorado de ella y por fin había olvidado de Ladybug.
Esa noche, había sido mágica, las estrellas iluminaban la oscuridad de su habitación, Marinette usaba un vestido de verano de color blanco, que se perdía con el color de su piel, llevaba sus dos coletas, y sus mejillas rosadas, decoraban su bello rostro. Mientras miraban la película, ella apoyó su cabeza en el hombro de él, y pudo sentir su dulce aroma de vainilla. Su piel se erizó al sentir la respiración de la chica tan cerca de él, sentía como sus latidos aumentaban, y pensó que podría estar así toda la vida. La película que estaban viendo se trataba de una mujer que nunca fue capaz de aceptar los sentimientos del hombre que amaba, y quién estaba a punto de casarse con su mejor amiga, porque pensaba que ella no lo amaba.
-¡Dex!¡Dex!-
-¿Qué sucede?-
-Es que no debí irme-
-No está bien, yo te entiendo-
-No, hace seis años, esa noche, entendí que no debí irme, es que no estuvo bien lo que pasó, nada de eso estuvo bien...-
-Rachel es que...-
-No, no no, déjame decirlo... Cancela la boda, dile que no te puedes casar ¡Dex, te amo! Yo siempre te he amado y debí decírtelo hace mucho tiempo, pero te lo estoy diciendo ahora, antes de que sea tarde, antes de que en serio sea tarde, tu no eres el único que no ha estado viviendo su vida, yo tampoco, pero la quiero vivir ahora y quiero vivirla contigo-
-No puedo Rachel, lo siento tanto, no puedo-
Marinette no pudo contener las lágrimas y se largó a llorar, por alguna razón su mente visualizaba a Chat Noir, quizá todo este tiempo ella no debió irse, quizá solo no quería aceptar los sentimientos que tenía por él, y los había reprimido. Adrien se preocupó al verla llorar, con su pulgar le secó las lágrimas, quedando a centímetros de sus labios, se paralizó por un segundo, a pesar de sus ojos rojos, sentía que estaba más hermosa que nunca. Acercó sus labios a los de ella, y le dio un pequeño beso en los labios, la chica se asustó por un momento, pero luego le respondió el beso, se estuvieron besando varios segundos hasta que necesitaron tomar aire.
-Lo siento...- Dijo ella, con las mejillas más rojas que de costumbre.
-No tienes que disculparte, yo fui quien te besó- Respondió él, sin saber que su amiga no se estaba disculpando por el beso, sino porque en realidad, la chica no quería besarlo a él, sino a su alter ego.
-Tengo que irme...-
-¡No, por favor, quédate conmigo!- Dijo tímidamente, ya no había vuelta atrás, ahora estaba todo claro, amaba a esa mujer. La chica solo asintió, se volvió a acomodar en su hombro para terminar de ver la película, a los minutos se quedó dormida junto con él.
Finalmente, el día llegó a su fin, se acercó a Marinette para decirle que necesitaba hablar con ella, pero afuera del colegio estaba Luka, el novio de ella. Por unos minutos había olvidado ese pequeño problema, pero pronto se acabaría, estaba seguro que en cuanto le dijera lo que sentía, ella terminaría con él y podrían estar juntos.
-¿Marinette, podemos hablar?- Le dijo tomándola del brazo, con la intención que no se acercara a su novio.
- ¿Claro, qué sucede?- Le respondió siguiendo al chico.
- Llevo varias semanas pensando en cómo decir esto- Dijo temblando- Porque sé que estás con Luka, pero tengo una corazonada, que tu también puedes sentir lo mismo- Mintió, sabía que la chica estaba enamorada de él- Creo que estoy enamorado de ti- La chica abrió los ojos sorprendida por lo que acababa de escuchar.
- ¿Crees que estás enamorado de mi?...-
-¡No!¡Si! La verdad... es que estoy enamorado de ti, no lo creo, estoy seguro- Dijo firmemente, sentía un peso menos encima, al fin le había dicho.
La joven sonrió ampliamente, no podía creer que esto estuviera pasando, sus sueños se estaban haciendo realidad, Adrien Agreste estaba enamorado de ella, lo único que quería era lanzarse a su rostro y besarlo, pero su novio estaba a unos cuantos metros de ellos. Claro que lo había olvidado, ella tenía novio, que si bien era solo de nombre, aún así le debía fidelidad. Luka, era un gran chico, era tierno, amable, exageradamente guapo, pero no lo veía de esa forma, había accedido ser su novia, porque pensó que así podría olvidar a Adrien, pero no era tan fácil como pensaba.
-Adrien, no sé qué decir, esto es tan repentino, además está Luka...- Dijo saliendo de sus pensamientos.
- No tienes que decir nada ahora, solo piénsalo y cuando estés lista para hablar, me dices- Le dijo sonriendo.
-¿Qué sucede chicos?- Dijo Luka acercándose a ellos, llevaba varios minutos mirándolos, sabía que su novia estaba loca por Adrien, pero esperaba que estos meses que llevaban juntos hubiesen logrado quitarlo de su corazón.
- Nada...Adrien solo me estaba diciendo que se siente muy triste por terminar este año- Improvisó, tenía que hablar con su novio, pero este no era el momento, ni el lugar para hablar de ello.
-Hablamos luego Marinette- Se despidió de sus amigos y caminó hacía donde estaba su chofer, que estuvo todo este tiempo esperándolo afuera. Luka tomó la mano de su novia, y se fueron caminando en dirección a la casa de ella.
Tom recibió a los dos chicos con un fuerte abrazo, pero apenas vio a su niña se dio cuenta que algo no estaba bien, miró a su esposa haciéndole una señal esperando que ella averiguara que es lo que había pasado. Marinette subió a su cuarto y Luka la siguió. Cuando llegaron a la habitación, ella sabía que debía decirle lo que había sucedido, que llevaba varias semanas saliendo con Adrien, que incluso había dormido en su casa y que se habían besado, pero debía pensar en las palabras, él era un amigo muy importante para ella y no quería herirlo.
Luka, se sentó en el pequeño sofá que la chica tenía en su habitación intentando asimilar lo que le había dicho su novia. Cuando comenzó su relación con ella, él sabía que estaba enamorada de Adrien, pero nunca imaginó que él le correspondería sus sentimientos, que se los confesaría estando de novia con él, y mucho menos que ella lo engañaría. Sintió como si hubiese recibido un fuerte golpe en el estómago, pero la amaba tanto, que estaba feliz por ella. Se despidió de ella con un pequeño beso en la mejilla, entendiendo que ese sería el último que le daría, después de todo, la había perdido para siempre.
Marinette esperó que se hiciera de noche para hablar con Adrien, aún era muy pronto para comenzar una relación con él, acababa de terminar con Luka, pero quería decirle que ella también lo amaba. Marcó su número, y en cuanto escuchó su voz, sintió que el corazón se le iba a salir del pecho.
-¡Marinette!- Dijo el chico, feliz por recibir la llamada de su amada.
- ¡Adrien, yo también te amo!- Le dijo la chica enérgicamente, dispuesta a contar todo lo que había pasado estas horas desde que se vieron por última vez.
...
Hola a todos, seguimos en el pasado aún, quería que este capítulo fuera un poco más feliz que los anteriores. Adrien al fin le confiesa sus sentimientos a Marinette. Recuerden que el nombre de esta historia es A veces cometemos errores, y acá nuestra pequeña heroína cometió un terrible error. La película que están viendo en el recuerdo es No me quites a mi novio (Something Borrowed) disponible en Amazon, cuando vi por primera vez, lloré mucho en esa escena, acababa de ser traicionada por una amiga, y me sentía un poco como Rachel.
Espero que les esté gustando esta historia, se vienen cosas muy dolorosas. Coméntame qué te pareció este capítulo.
-Mrs. Fitzberry

A veces cometemos erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora