L: La boda

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Luka Couffaine miraba por la ventana del avión con nostalgia, su amada en estos momentos estaba en el altar casándose con alguien que no era él. A pesar de que todo era un plan para proteger a su novia, le entristecía que tuvieran que vivir esa situación. Le hubiese gustado ser él quién la estuviera esperando en el altar, quién se emocionaría al verla con ese hermoso vestido blanco, quién aceptaría amarla por el resto de su vida.
Sabía que todo era un plan, que probablemente Adrien no sentiría nada de lo que un novio debe sentir ese día, pero aún así le dolía, ellos no merecían esto, ni él, ni Kagami, ni Adrien. Todas las personas deberían casarse por amor, no por un absurdo plan, no por presión de los padres, y menos por un embarazo inesperado. Quería pronto acabar su gira, correr a los brazos de su amada, sentir a su hijo en el vientre de ella, y llenarla de amor, pero eso no podía hacerlo, al menos no por ahora.
Kagami Tsurugi miraba su reflejo en el espejo, su vestido era de color beige, de alguna manera, encontraba hipócrita usar blanco en su situación actual. El vestido era ajustado, de mangas largas, espalda transparente, la falda caía un poco más arriba de sus rodillas, terminando en una cola larga. Su cabello estaba recogido con un ajustado moño, y tenía una pequeña diadema que lo decoraba. Era el vestido de sus sueños, se veía hermosa, pero no se podía sentir bien, lo único que quería era llorar, nunca pensó que el día de su boda sería así, nunca pensó que no se casaría por amor.
La chica tocó su vientre, a pesar de que llevaba cuatro meses, casi ni se le notaba, y agradecía mucho que fuera así. Luego que los rumores de su embarazo se esparcieran por toda la ciudad, tuvo que enfrentar asu madre y decirle la verdad, confesar que estaba embarazada, claro sin decirle quien era el verdadero padre de su bebé, ya que si ella se enteraba que el verdadero padre era aquel músico que tanto despreciaba, era capaz hasta de obligarla a abortar. Su madre fue demasiado dura con ella, le dijo las peores cosas que se le podrían decir a una hija, que era una cualquiera, que la había deshonrado, y que la odiaba. Ella trató de ser fuerte, si no hubiese sido porque Adrien le propuso matrimonio a los días de que se esparció el rumor,probablemente su hijo estaría muerto.
Marinette Dupain- Cheng, miraba el techo de su habitación, tratando de asimilar todo, en estos momentos Adrien estaba casándose. Si las cosas hubiesen sido diferentes, si no hubiesen tenido que ocultar sus identidades, nada de esto habría sucedido, y probablemente ella sería quién estaría caminando hacía el altar para encontrarse con él y no Kagami. Ella sería quién estaría nerviosa ahora, quién usaría ese vestido blanco, y quién prometería amarlo para toda la vida.
La joven lloró, ya era demasiado tarde, lo había perdido, él amaba a otra y esta vez, esa otra, no era ninguna de sus dos partes. Ahora él estaba aceptando a otra mujer para amarla por siempre, otra mujer era la causante de sus lágrimas de emoción, otra sería la madre de su hijo, y no ella.
Adrien Agreste miraba el piso de la iglesia, mientras seguía pensando en su pequeña reunión con Ladybug, le hubiese encantado que las cosas hubieran sido distintas, si ella lo habría amado antes, o si Marinette no hubiese jugado con él, tal vez ella sería a la que estaría esperando, y no a su amiga. Ella sería quién caminaría dichosa por el pasillo esperando encontrarse con él, ella sería quién tomaría su apellido, ella sería a quién prometería amar por el resto de su vida.
Sin embargo, no se podía cambiar el pasado, ella no sería con quién casaría, pero si quién amaría por el resto de su vida, porque a pesar de todo el dolor, nunca había amado tanto como la amó a ella, ni siquiera a Ladybug. Ella sería la eterna dueña de su corazón.
La música comenzó a sonar, una hermosa melodía de violines se escuchaba, lo que solo podía significar una cosa, la novia había llegado. De alguna manera, se sentía nervioso, no entendía la razón, después de todo, esto era una farsa, pero quería todo saliera bien, ya que todos los medios estarían hablando de su boda. Cuando Kagami entró por la puerta de la iglesia, del brazo de Gabriel Agreste, Adrien se dio cuenta que su amiga había llorado. Imaginaba que esto sería difícil para ella, caminar por el altar, casarse con un hombre que no amaba, y esperando un bebé de otro hombre que no era aceptado por su madre, todo era tan trágico como una telenovela.
La novia llegó a su lado, su padre se la entregó, lo abrazó, y se sentó junto con Nathalie. Al parecer su padre estaba muy emocionado, sabía que él quería a Kagami como una hija, y ella, después de todos estos años, también lo quería, aunque aún tenían roces. Pensó en lo decepcionado que estaría si descubriera que todo esto era una mentira. Los chicos se tomaron de las manos, y el sacerdote comenzó a explicar lo que significaba el matrimonio.
-Adrien y Kagami, ¿vienen a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?- Tan libre y voluntariamente no, pensó Kagami. Si no hubiese sido por su embarazo, nada de esto estaría pasando, seguiría fingiendo su relación, Luka terminaría su gira, y se fugaría con él.
-Sí, venimos libremente- dijeron los novios al unísono.
-¿Están decididos a amarse y respetarse mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del matrimonio, durante toda la vida?- Kagami miraba a su amigo, cualquiera que lo conociera tan bien, como ella lo conocía, se habría dado cuenta que el chico estaba sufriendo.
-Sí, estamos decididos- volvieron a responder al unísono.
-Adrien Agreste ¿quieres recibir a Kagami Tsurugi, como tu legítima esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?
-Si, si quiero- respondió el chico. Ella solo lo miró, él se estaba sacrificando por ella y por su hijo.
-Kagami Tsurugi ¿quieres recibir a Adrien Agreste como tu legítimo esposo y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?- la chica guardó silencio, volvió a mirar a Adrien, y pensó que él no merecía esto. El sacerdote volvió a repetir la pregunta, y ella seguía sin decir una palabra.
-¿Estás bien?- le preguntó el joven asustado, su amiga estaba pálida, y no decía nada. Se preocupó,ella no podía decir que no ¿verdad?.
-Lo siento, no, no nos merecemos esto, sabes que te amo como si fueras mi hermano, y que eres muy importante para mi, por eso no puedo hacerte esto- le dijo, dejando impactado al chico ¿Acaso no se daba cuenta lo que estaba arriesgando?
-Kagami ¿Qué dices?- le dijo exaltado- ¿Y el bebé?- le preguntó esto último en un volumen más bajo para que nadie escuchara. No quería creer que su amiga estuviese haciendo esa estupidez, ahora si que su madre la odiaría y su hijo estaría en riesgo.
-Lo siento, no puedo hacer esto- le dijo saliendo rápidamente de la iglesia. Adrien quedó en shock, sabía que esto era una farsa, pero ser rechazado nuevamente, no se lo esperaba, su padre se acercó y lo abrazó. El chico se quebró en los brazos de él, no podía creer que esto estuviera pasando de nuevo, Kagami sin pensarlo le había dicho las mismas palabras que Marinette cuando lo rechazó "Lo siento, no puedo hacer esto" esas palabras que lo torturaron tantos años, ahora las volvía a escuchar, y en un contexto similar.
-¿Qué hay de mal en mi?- Le dijo llorando a su padre. Gabriel lo abrazó más fuerte, y lloró junto con él, nunca pensó que Kagami le pudiera hacer eso a su hijo, no después de que ella fue testigo de todo su dolor. Pero esta vez, no dejaría que este dolor fuera en vano, ella lo pagaría, y sabía exactamente como la haría pagar.
Kagami se dirigió a la mansión, llamó a Luka, rogando porque le contestara, hoy mismo viajaría donde sea que se encontrara, no le importaba dejar todo abandonado, debía proteger a su hijo, y salir pronto de la ciudad, pero su amado no contestaba. Se quitó el vestido de novia, tomó su pasaporte y una pequeña maleta en la que guardó un poco de ropa, y salió directo al aeropuerto, mientras seguía intentando comunicarse con él. Lo llamó incansablemente, comenzó a preocuparse ¿Sería posible que Luka la dejará así? No, claro que no, él jamás la abandonaría, menos con su hijo, y luego, temió lo peor ¿Qué será de nosotros ahora? se preguntó, mientras las lágrimas inundaban sus ojos, y tocaba su vientre con preocupación.
La noticia de que el hijo del diseñador más famoso de París, había sido rechazado en el altar, se expandió rápidamente por la ciudad, todos hablaban de la dramática escena, la novia embarazada huyendo de la iglesia, y padre e hijo llorando abrazados. La noticia llegó pronto a los ojos de Marinette, que no podía creer lo que estaba leyendo. Adrien, su gatito, había vuelto a ser rechazado, pero esta vez por otra mujer, por esa que se suponía lo haría feliz. Y temió por su vida, si ya años atrás cometió una locura, solo por no haber aceptado su propuesta, ahora la situación era mucho más grave, había sido rechazado en su propia boda.
La chica se convirtió en Ladybug, esperando encontrarlo, debía asegurarse que él no cometería ninguna locura. Se dirigió desesperadamente hacía la mansión, y ahí estaba él, encima de su cama llorando. Esa escena la destrozó por completo ¿Cómo era posible que alguien tan bueno como él tuviera que sufrir de nuevo?
-¿Adrien, estás bien?- le dijo acercándose a él. El chico la ignoró, no podía creer que justo fuera ella quien estuviera preguntando eso- ¿Adrien?- se sentó al lado de la cama y acarició su espalda. Le dolía verlo así, recordó aquella noche en el bar, cuando se encontró con él unos años atrás, cuando la culpó de todo lo que le pasaba. Y ella, en ese momento, no tenía conocimiento de todo lo que él había sufrido por su culpa.
-¿Qué hay de mal en mi?- dijo sollozando- ¡Me rechazó Marinette! - le dijo alzando el volumen - ¡Ahora Kagami... e incluso tú!- El chico no fue consciente de que esta última frase salió de su boca. Ladybug se quedó callada, si tan solo él supiera que dos de esas tres personas era ella. -¡Todas las mujeres que he amado me han dejado!-
-No hay nada de malo en ti- le dijo tratando de calmarlo- Eres un chico increíble...-
-¡No mientas! ¡Soy un desastre!- le dijo exaltado, Marinette estaba a punto de llorar, todo era su culpa, ella había causado todo su dolor.
-Adrien, no digas eso...- por un momento pensó en decirle la verdad, pero con lo mal que se encontraba, su reacción no podría ser buena- No eres un desastre, solo han habido muchas mentiras detrás-
-¿Quién eres tu para hablarme de mentiras ahora?- Adrien no podía creer que ella le estuviera diciendo eso, no después de haberle rogado tantas veces que revelaran identidades -Tú también eres parte de esto- le dijo con rabia en sus palabras. Marinette se quebró y se puso a llorar, él tenía razón, ella era la causante de todo su dolor.
-Lo siento tanto...- le dijo llorando, él estaba en lo cierto, todo era su culpa. Adrien se impresionó al ver llorar a su lady, no pensó que ella reaccionaría así. -Tienes razón, todo es mi culpa...- le dijo llorando más fuerte.
-No Ladybug- le dijo calmándose un poco, no quería herirla - Nada de esto es tu culpa, yo fui quien causó todo esto. Si no me hubiese ido cuando me pediste que no lo hiciera, nada habría pasado y ahora estaríamos juntos- Marinette quedó impresionada ¿Acaso le estaba revelando su identidad? Tal vez este era el momento de decirle quién realmente era, de explicar todo, de decirle que lo amaba.
-Yo...- dudó en decirle la verdad o no, mientras el chico la miraba atentamente- yo te amo- le dijo finalmente.
-¿Qué dijiste?- preguntó esperando que lo que le había dicho fuera verdad.
-Que te amo, que te he amado toda mi vida- Adrien se acercó a ella, y la besó desesperadamente, ambos lo necesitaban, ella lo pudo sentir. El calor subía rápidamente y se apoderaba de su cuerpo, le faltaba la respiración, pero pedía más y más, su alma y su corazón lo anhelaban.
Todos estos años de tanto dolor se materializaban en un solo acto, las lágrimas solo endulzaban los besos. A medida que la temperatura aumentaba, sus besos y caricias se intensificaban, el amor y la tristeza, se convertían en deseo y placer. Aquello que estaba sucediendo era inexplicable, solo ellos podían entender esa mezcla de extraños y confusos sentimientos que se apoderaba de ellos.
Marinette, necesitaba sentirlo completamente, pero aún estaba en su forma de héroe, el traje casi podía quemar su piel. sin pensarlo, dijo su frase de transformación, el chico no se percató de este cambio, solo seguía besándola con la misma intensidad. Adrien no se sentía dueño de su cuerpo, su corazón lo dominaba, llevaba años añorando este momento, quería sentir su piel, sentirla completamente. No se había dado cuenta que Ladybug no estaba frente de él, no pudo controlarse, se posicionó encima de ella, necesitaba más, necesitaba demostrarle todo el amor que sentía, y entregarle todo, toda su tristeza, todos sus miedos, todo ese dolor. Y finalmente se inundó en ese mar de deseo, amor y pasión, y la poseyó, concretando uno de sus sueños más íntimos, sus cuerpos estaban unidos, y sus gemidos formaban una extraña, pero hermosa sinfonía, que se repetiría una y otra vez. Hasta que se percató que quién estaba debajo de él, no era Ladybug, era Marinette.
-¡No!- gritó deteniendo el acto en seco- ¡Dime que esto no es verdad! No puedes ser tú- le dijo ofuscado. Adrien estaba impactado, aquello debía ser una pesadilla, no podía ser verdad, no podía ser cierto. No podía tratarse de Marinette, no podía ser ella.
-Yo quería decírtelo...- El chico la miró con tanto odio, que ella pudo sentirlo.
-¡No, no, no, no, no!- dijo aún tratando de entender quién estaba en frente de sus ojos -Esto no puede ser verdad- No, no podía ser Marinette, no todo este tiempo, no después de todo lo que lo hizo sufrir. -No te bastó con rechazarme ¿querías destruirme? ¿Ese era tu plan?- en la mirada del chico solo había desprecio.
-Tu también me rechazaste- le dijo ella sin pensar sus palabras.
-¿Yo rechazarte? Eso nunca, te he amado toda mi vida...- Ella no podía estar dando vuelta las cosas ahora. Hasta que pensó en quién la había rechazado, y lo entendió todo, ella lo sabía, sabía quién era verdaderamente -¡¿Tú?!- dijo temblando- ¿Tú lo sabes? ¡¿Todo este tiempo lo haz sabido?! - le dijo gritando ¿ Acaso ella había jugado con los dos todo este tiempo?
-No, yo no lo sabía, lo descubrí anoche, y por eso vine a verte antes de la boda, quería decírtelo todo, quería decirte la verdad- le dijo llorando- pero estabas tan feliz, que no quise arruinarlo- le dijo la heroína, mientras seguía llorando.
-¡YO NO ESTABA FELIZ!- le dijo subiendo aún más el volumen. -Todo era un plan para proteger a Kagami- le confesó- ¡Todo era un maldito plan!- Marinette quedó impresionada ante tal revelación, eso quería decir que él no amaba a Kagami como ella pensaba.
-Adrien, perdoname, no sabes lo mucho que he querido hablar contigo todos estos años...-
-No, ya te lo dije una vez, y te lo vuelvo a decir ahora, no quiero escuchar tus malditas explicaciones, toma tu ropa y sal de aquí- En su mirada solo había odio. La chica se vistió y se transformó saliendo rápidamente de la habitación, él tenía razón, había cometido un grave error, tendría que haberle dicho la verdad, lo había arruinado todo, una vez más.
A veces cometemos errores y el error de Marinette fue...
Un enamorado siendo decepcionado nuevamente por su amada ¡Qué trágico es el amor! una excelente víctima para mi akuma, vuela mi malvado akuma y malefícialo.
-Chat Blanc, yo soy Hawk Moth, te doy el poder infinito de la destrucción juntos tomaremos el miraculous de Ladybug, y nos vengaremos de todos los que te han hecho sufrir.
...
¿QUÉ RAYOS ACABA DE PASAR? No me odien. Sé que las cosas en este capítulo sucedieron demasiado rápido, pero esto es solo una antesala para todo lo que se viene, yo les dije que todo tenía una razón. Disculpen por la mentira de hace unos capítulos atrás, pero obviamente no podía revelar que Adrien y Kagami no se casarían. Han pasado muchas cosas en este capítulo, Kagami sintiéndose culpable por forzar a Adrien y huyendo con Luka, quién no responde su llamado. Ladybug consolando a Adrien y luego haciendo el amor con él, sé que hubiesen esperado algo más descriptivo e intenso, pero no me siento cómoda escribiendo respecto de algo que no tengo la menor idea. Adrien descubriendo la identidad de Ladybug, y creyendo que todo había sido orquestado por ella. La aparición de Hawk Moth, buscando venganza por el dolor de su hijo, y la inminente akumatización de Adrien/ Chat Noir. Las cosas están muy complejas en este punto.
Espero que les haya gustado este capítulo, me disculpo por no haberlo subido ayer, pero en la mañana acabo de completar unas cosas que quería agregar. Muchas gracias por estar leyendo esto, no saben lo feliz que me hacen.
Coméntenmeque les pareció el capítulo y que piensan que va a pasar ahora.
-Mrs. Fitzberry

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