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Adrien Agreste miraba sus zapatos negros tan brillantes que podía ver su reflejo en ellos, miró sus pantalones con detenimiento y pudo notar un pequeño hilo que sobresalía de la bastilla. Trató de controlarse y no ponerle mayor atención, pero los nervios lo hacían imaginar mil escenarios posibles, como si ese pequeño hilo pudiese desarmar todo su pantalón. Como aún quedaba tiempo se acercó a su padre para que lo ayudara con su problema, el diseñador se burló de él dándole a entender que era una estupidez lo que lo estaba preocupando.

Respiró profundo tratando de olvidar el pequeño hilo, pero su mente se lo recordaba una y mil veces. Le hizo una señal a su amigo que estaba a su lado, Nino se acercó a él.

-¿Qué pasa amigo, todo está bien?- le preguntó al notar el nerviosismo de su amigo.

-Necesito unas tijeras o algo para cortar- le dijo desesperado, Nino al escuchar tal petición se asustó, sabía que su amigo estaba nervioso, pero no pensaba que tanto así.

-¿Qué piensas hacer?- le preguntó esperando que no cometiera alguna locura.

-¿Si ves ese hilo que está en mi pantalón?- le preguntó esperando que él no se burlara como su padre lo hizo.

-Si ¿Qué tiene?- le respondió.

-Necesito cortarlo- le dijo rogando.

-Pero, es un pequeño hilo, no es nada de qué preocuparse ¿Estás seguro que esto es solo por ese hilo?- le preguntó, estaba preocupado por él.

-Si, claro que si ¿por qué más si no?- le dijo guardando la calma, luego de varios segundos volvió a hablar- Tengo miedo... ¿Qué tal si no llega?- le confesó. Nino le sonrió y le dio un fuerte abrazo.

-Ella llegará, todo saldrá bien y tendrán su final feliz- le dijo mientras lo seguía abrazando. Adrien se calmó, trató de no pensar en el hilo o más bien no pensar en la posibilidad de que ella no llegaría. Kagami entró con una gran sonrisa, le dijo algo a Nino y se alejó rápidamente. De pronto comenzó a sonar una hermosa melodía y una preciosa voz se escuchó cantar, todos los invitados se pusieron de pie, lo que significaba una cosa, la novia había llegado.

Wise men say
Only fools rush in
But I can't help falling in love with you

Tres niños, dos pequeñas niñas vestidas de blanco, y uno al medio de ellas, entraron caminando lentamente esparciendo pequeños pétalos de rosas blancas a su paso. Adrien comenzó a temblar, aquel momento que tanto tiempo había esperado al fin había llegado.


Shall I stay?
Would it be a sin
If I can't help falling in love with you?

Like a river flows
Surely to the sea
Darling, so it goes
Some things are meant to be

La preciosa novia apareció del brazo de su padre, caminó a paso lento, su voluptuoso vestido a penas le permitía caminar. Era un clásico vestido de princesa que ella misma había diseñado, con muchas capas y mangas largas. Llevaba el cabello recogido y una enorme cola que más impedía su paso. El novio al verla no pudo evitar detener sus lágrimas, era la cosa más preciosa que había visto en su vida. Marinette avanzaba a paso lento, con lágrimas también en los ojos, aquello parecía un sueño.

Take my hand
Take my whole life too
For I can't help falling in love with you
For I can't help falling in love with you

Lentamente, del brazo de su padre, la novia caminaba. Al llegar al altar, Tom la entregó al flamante novio, que seguía temblando. Adrien la tomó de la mano y se quedaron de pie frente al sacerdote que comenzaba a hablar. Durante toda la ceremonia los novios se miraban como si no existiese nada más en el mundo, respondieron todas las preguntas, hasta que llegó el momento de colocar las alianzas.

A veces cometemos erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora