La periodista acaba de colarse dentro del palacio cuando mi teléfono suena.—¿Hola? –murmuro confundida, era demasiado tarde para que mis padres llamaran y Freya seguramente estaría dormida para estas horas ya que era lunes así que ¿Quién más podría ser?
—¿Pastel de fresa o chocolate? –pregunta la voz animada de Mason y sonrío.
—Fresa sin duda –respondo sin duda.
—Perfecto, abre la puerta –dice y escucho el sonido de un elevador anunciando su llegada, abro mucho los ojos y corro hasta la puerta, la abro y lo veo caminando en mi dirección con una caja en su mano derecha mientras aún mantiene el teléfono en su oído con la derecha.
—¿Que estás haciendo aquí? –pregunto sorprendida.
—Tenía ganas de pastel pero es demasiado grande para mi así que creí que también querrías una rebanada –levanta su ceja izquierda, mientras guarda el teléfono en su bolsillo. —pero si no quieres puedo comerlo yo solo –asegura y me río moviéndome para que pase.
—Estaba viendo una película que me recomendó Brianna pero puedes cambiarla si quieres –digo mientras camino hacia la cocina por dos cucharas, vierto algo de leche en dos vasos de vidrio y camino de regreso al sillón en donde él ya está sentado mirando la imagen congelada de la pareja de protagonistas.
—¿Seguro que no quieres cambiarle? Seguramente será una película muuuuuy romántica y femenina.
—¿Muy tú? Me gusta todo lo que es muy tú –asegura y ruedo los ojos.
—No traje platos porque seguramente lo terminaremos así que –le entrego una cuchara, sonríe y una vez que nota que estoy lista vuelve a ponerle play a la película.
Para mi completa sorpresa y deleite Mason no solo no se queja de la película sino que incluso se ríe en ocasiones, cuando los créditos comienzan el pastel ya se terminó.
—Bueno, no ha estado tan mal -dice y me giro para mirarlo con la ceja alzada.
—¿Perdón? ¿Que no ha estado tan mal? ¡La has disfrutado bastante! –acuso y ríe. Gira su cuerpo para quedar frente a mí imitando mi pose, nuestros codos se tocan.
—Claro que lo disfruté, pero lamento decirte que la película no toma el rol principal para eso.
—¿Que habrías hecho si te decía que prefería el de chocolate? –cuestiono curiosa y ríe.
—Habría regresado para cambiarlo –asegura y sonrío aún más. —me divertí mucho el sábado –dice y su mano se eleva hacia mis mejilla, —en realidad me he divertido mucho todo el tiempo qué paso contigo ojitos, y aunque me prometí que lo dejaría estar sigo dándole vuelta a lo que dijiste y no logro entenderlo, ¿cómo no encajamos? ¿Por qué no funcionaríamos? Míranos, esto de estar juntos se nos da de forma natural, es como si fuera esta la manera en la que necesitan ser las cosas –sus profundos ojos verdes brillan con la misma pasión que sus palabras me transmiten, —funcionaremos ojitos, lo haremos funcionar porque hay algo aquí, algo que es más fuerte que tus dudas y sin duda más fuerte que mi fuerza de voluntad –sonríe, —dame una oportunidad Izzy, DANOS una oportunidad, a nosotros, a esto –su pulgar acaricia mi labio inferior, —quiero poder verte todos los días, esperarte al final de tus clases y llevarte a comer, quiero escucharte reír todos los días y poder decirte ojitos frente a los demás sin que creas que es incorrecto o nada profesional porque no quiero que lo nuestro sea un asunto profesional en absoluto –me río, —quiero tomarte de la mano en la calle y en nuestros viajes en coche y sobre todo quiero besarte, Dios, realmente, REALMENTE quiero besarte.
—Mason –suspiro entrecortadamente, también quería eso, todo eso —esto va a ser difícil....
—Todo lo que vale la pena lo es –interrumpe.
—No, no lo entiendes, mi familia es...
—Complicada, lo sé, la mía también pero no estoy pensando en ellos, estoy pensando en ti y en mí, en el ahora, en lo que se siente correcto.
—Yo...
—Está bien, puedes pensarlo Izzy, no necesitas darme una respuesta ahora mismo, no sé qué es lo que te preocupa pero sé que tus razones tendrás –interrumpe y asiente, —puedo esperar siempre y cuando sepa que lo vas a considerar pensando en esto, en ti y en mí, no en tu familia o en lo que podría pasar en un futuro sino en nosotros y en lo que tenemos en este momento, ¿de acuerdo? –asiento, eso lo hace sonreír un poco, su mirada baja a mis labios y relame los suyos antes de tragar con fuerza, —ahora quiero besarte ojitos –suelta, —déjame besarte –asiento de nuevo y por segunda vez desde que nos conocimos sus labios toman los míos suavemente pero sin titubeo, un suspiro se escapa de los labios y lo siento sonreír, pero la sonrisa no dura mucho pues tan pronto como mi lengua acaricia los suyos el beso se vuelve intenso. Necesitando estar más cerca de él me pongo sobre mis rodillas sobre el sillón y pongo mis manos sobre sus hombros para para darme estabilidad, sin embargo Mason tiene planes diferentes y tomando mis caderas me levanta colocándome sobre sus piernas con mis rodillas a ambos lados de sus caderas, un grito ahogado por la sorpresa se me escapa pero no me permite emitir ningún otro sonido pues sus labios vuelven a los míos, sus manos dejan mis mejillas y bajan a mis caderas y entonces perdemos el control.
Mis manos están por todas las partes disponibles de su cuerpo y las suyas apretujan mi trasero provocando que nuestros cuerpos se peguen incluso más, meneo mis caderas sobre las suyas y jadeo cuando lo siento endurecido contra mí, sus manos suben a mis caderas y me levanta de nuevo, esta vez para dejarme sobre mi espalda en el sillón y antes de que pueda decidir si quitarle la camisa o sacar la mía primero, se aleja como si lo hubiese empujado con fuerza. Su pecho sube y baja a prisa a causa de su errática respiración, sus ojos oscuros y brillantes están sobre mí, su playera esta torcida y en sus pantalones hay un bulto prominente y muy notorio ahora.
—Creo que debería irme antes de que no pueda parar –su voz oscura y agitada llena la habitación, —¿verdad?
—Creí que sería lo mejor –susurro con un tono de voz bastante similar al suyo, noto el titubeo en su rostro pero asiente y acomoda su playera, mira la puerta y después vuelve a verme a mí. Abre la boca pero la cierra en silencio, después vuelve a asentir.
—Entonces... supongo que me voy ahora –dice y me sonríe con torpeza, asiento y lo observo caminar hasta la puerta, cuando su mano está sobre la perilla lo llamo.
—¿Entonces te veo mañana al finalizar las clases? –hay una pausa llena de confusión por un par de segundos y entonces sus ojos se abren y una sonrisa enorme llena su rostro.
—Sí, y después te llevaré a comer –afirma y sonrío asintiendo de acuerdo.
Lo había decidido, solo pensaría en esto, en nosotros, en lo que se sentía correcto.
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Holis 🙈Volví con nuevo capítulo
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ENAMÓRATE DE MÍ
RomanceObra registrada en safre creative. No. de registro: 2110059445023 Todos los derechos reservados ©2021 Prohibida su copia o adaptación