La película comienza y ambos nos centramos en ella, la mano de Mason que sigue en mi cadera comienza a jugar con la tela de mi sudadera, cuando la chica está rodeada de sus amigos en lo que tiene pinta de ser una reunión para proponer matrimonio sus dedos dejan la tela de mi sudadera y comienza a trazar figuras abstractas directamente contra la piel de mi abdomen y cuando la chica despierta y descubre que acaba de ser secuestra me rindo con la trama y me monto sobre sus piernas, levanta una de sus cejas curioso.—¿Por qué elegiría ver a alguien más besarse cuando puedo besarte en su lugar?
—Gracias a Dios –suelta con vehemencia antes de llevar su mano a mi nuca y acercarme a sus labios. Mis labios comienzan a doler después de varios minutos y puedo sentirlo duro debajo de mí, lo que nos lleva al momento en donde debemos parar para volver a recomponernos antes de poder iniciar de nuevo.
—Necesito calmarme un poco –susurra con voz agitada y sé que esa es mi señal para moverme, pero en vez de eso comienzo a menear mis caderas sobre las suyas, —ojitos.... –sus ojos buscan los míos y le sostengo la mirada, cuando entiende que no voy a detenerme gime y lleva sus manos a mis caderas, por un momento creo que me va a bajar pero solo me acomoda haciendo que nos ajustemos mejor, esta vez cuando me muevo de nuevo ambos contenemos el aire, —Si, mucho mejor –confirma y vuelve a besarme. Acelero mis movimientos alternando entre circulares y meciéndome a lo largo hasta que sus manos toman mis caderas y él comienza a imponer el ritmo, aprieto mis dedos sobre sus hombros y entierro mi rostro en su cuello cuando finalmente alcanzo mi orgasmo, y encontrarme en esa posición me hace ser consciente del momento exacto en el que Mason lo consigue pues un casi insonoro gemido brota de sus labios entreabiertos.
—Está ha sido una primera vez para mi ojitos –susurra después de un rato y sé que se refiere a la forma en que sucedió y lo siento sonreír contra mi frente, —supongo que después de todo si vamos a tener que bañarnos.
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—Es una suerte que tú sepas cocinar –murmuro después de darle otra mordida a mi burrito, —yo solo se aprendí a hacer tres platillos y me rendí –sonríe, retira un mechón de cabello aún húmedo de mi rostro y lo coloca detrás de mí oído.
—¿Cuáles tres?
—Lasagna, ratatouille y crema de langosta –sus ojos se abren.
—¿quién demonios estaba dándote clases de cocina ojitos? ¿Gordon?
—Claro que no, pero como mamá esperaba que fuera una esposa perfecta me inscribió en un curso con una chef europea, me rendí después de la segunda semana porque la cocina simplemente no es lo mío.
—Bueno, mis platillos no son dignos de un restaurante Italiano, así que espero que algún día pueda corroborar tus conocimientos culinarios.
—Mis honorarios son sumamente altos señor Bombero, así que tendrá que trabajar mucho para merecerlo -alardeo y reímos.
—Por cierto.... –comienza y lo miro, —¿qué planes tienes para mañana?
—mmhhh ¿además de llevar mi ropa a la lavandería y ver un maratón de pequeñas mentirosas? Nada
—¿Te gustaría acompañarme a una fiesta? –pregunta dudativo, —los chicos están organizando una fiesta sorpresa de cumpleaños, será pequeña y en la estación, sólo vendrán los chicos, sus esposas o novias y algunos amigos cercanos.
—Oh, claro, suena mejor que seguir estresándome por no poder descubrir quién es A –me río y él asiente, —¿quien cumple años por cierto? –pregunto antes de darle un trago a mi jugo.
—Yo –el jugo se me atora en la garganta y termino escupiéndolo en medio de un ataque de tos casi mortal.
—¿Qué dem.... Mañana es tu cumpleaños Mason? –asiente.
—¿Y no pensaste en decírmelo antes?
—Es solo... no celebro mis cumpleaños ojitos, porque es el mismo día del aniversario de mis padres –mis ojos se abren aún más, —no tengo idea de cómo lo descubrieron los chicos, todos los años doy fechas al azar cuando preguntan o finjo que ya pasó pero el miércoles los escuché cuando regresé de la comida planeándolo, no me atreví a decirles que no quería celebrarlo porque ellos sonaban emocionados y quiero que vayas porque voy a necesitarte allí cuando comience a ponerme de mal humor.
—Está bien –digo y llevo mi mano sobre la suya, —claro que voy a estar allí para ti –aseguro.
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Observo mi reflejo en el espejo y acomodo nuevamente mi cabello. Había meditado toda la mañana sobre qué utilizar ya que él no precia emocionado y aunque en un principio consideré utilizar jeans y una blusa como en cualquier día normal, decidí hacer uso de la vieja técnica de distracción mediante la vista, por lo que había elegido el vestido más bonito de mi armario. Un valentino blanco con un largo un par de centímetros sobre las rodillas corte de falda tipo princesa y el top en corsé, logrando marcar todas mis curvas, un escote discreto que mostraba solo un poco de la piel del monte de mis pechos, acompañado de unas zapatillas de piso negras, cabello suelto en ondas delicadas y maquillaje acentuando mis ojos con solo un poco de brillo transparente sobre mis labios, sin rubor ni mascara de pestañas, estas últimas solo las ricé un poco más de su natural forma.
El sonido de los golpes en la puerta anunciando la llegada de Mason me hace saltar, tomo mi bolso largo y lo cuelo sobre mi hombro antes de caminar hacia la puerta. Sus ojos se abren tan pronto como me ve y entonces el semblante serio y triste es iluminado con una pequeña sonrisa.
—Estas preciosa –dice y sonrío antes de girar sobre mis pies, —tal vez... tal vez no sea una tarde tan terrible –llevo mi mano a la suya y entrelazo nuestros dedos.
—Voy a estar allí Mason, justo a tu lado en todo momento –asiente y después de cerrar la puerta caminamos hasta el elevador.
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Feliz cumpleaños a Mason ❤️Nuevo capítulo preciosuras 😊
Love you all —N❤️
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ENAMÓRATE DE MÍ
RomanceObra registrada en safre creative. No. de registro: 2110059445023 Todos los derechos reservados ©2021 Prohibida su copia o adaptación