No conozco el número y me doy el privilegio de pensar durante unos segundos si contestar o no, quizás sea una broma pero aún así descuelgo.
-Pija. -Le oigo decir. ¿En serio? ¿Sean? No me lo creo, Sean está borracho, pero que muy borracho...
Lo que le faltaba. El chaval va ganando puntos por momentos. Espero se note mi ironía.-¿Eres idiota? -y aunque suena a pregunta es una afirmación. -¿Se puede saber para qué narices me llamas? -Pregunto exigente. Aunque cierta parte de mi se alegra de que se acuerde de mí y me llame. Odio esa sensación, por favor, que alguien venga y me aplauda la cara. Quiero preguntarle cómo ha conseguido mi número de teléfono pero me espero. Ni siquiera sé porqué no le cuelgo.
-Te echaba de menos, y como me has echado de tu casa, he ido a la fiesta. -Y le oigo reírse. De nuevo, un super argumento -¿Sabes qué Ashley es mucho más maja que tú? -Dice sin ninguna importancia, y eso me quema por dentro. Si lo tengo delante lo mato. Quiero finalizar la llamada pero algo dentro de mí me lo impide. ¿¡Entonces por qué no se va con ella y me deja en paz!?
-Claro, si para ti ser maja significa ser una guarra, entonces sí, no soy maja, así que no hables más conmigo y vete a besarte con ella o lo que sea que vayas a hacer. -Digo todo lo dura y neutral que puedo y lo digo tal y como lo siento. Me quiero golpear al notar el tono de mi voz, parezco una desesperada pero mentiría si digo que no me molesta en absoluto que haya ido a esa estúpida fiesta.
Espero que mi tono de estúpida novia celosa no lo haya notado, pero para mi desgracia, creo que se ha notado más que mi fina ironía. Intento hablar bajo para que mis padres no me oigan pero le gritaría y le reventaría los tímpanos sin sentir una pizca de pena.-Pija...-Sean pronuncia ese apodo estúpido que él mismo me ha otorgado con tristeza, Don Bipolar está de vuelta gente, pónganse a cubierto. He llegado a mi límite y voy a explotar.
-¿¡Qué Sean!? ¿¡Qué coño quieres!? ¡Primero me dices que soy insoportable, después apareces en mi casa diciendo que pasas de ir a esa fiesta, te vuelves cariñoso luego vas y veo tu foto besándote con ella...-Comienzo a subir el tono, me envenena la sangre. Tengo que parar para coger aire. En realidad tengo miedo de que mi madre venga a llamarme la atención por las voces que estoy dando pero en este instante estoy muy molesta y no puedo parar. -¿¡Pero a ti...-Quiero continuar gritándole pero me interrumpe.
-Me tengo que ir Ana. -Dice el a modo de despedida. ¡Bravo! Me pone los nervios a flor de piel y ahora se va. Me llevo los dedos a la boca y comienzo ha morderme las uñas, una costumbre que tengo desde que tengo uso de razón y que suele hacer cuando estoy inquieta, angustiada o nerviosa.
No le entiendo, me desespera, saca lo peor de mí.Mi gata Roxy ronronea entre mis piernas y me mira, tiene los ojos azules, como Sean.
-Que te den. -Le contesto a modo de despedida. Voy a estrellar mi móvil contra su puñetera ventana. Hablar con él me agota más que las clases de gimnasia.
-Que te den a ti Pija. -Me repone en tono divertido, y sé que esta sonriendo al otro lado de la línea. Está vez no me apetece golpearlo, de hecho, su estúpida contestación me hace sonreír levemente.
Por razones que desconozco me apetece seguir hablando con él, aunque sólo se han insultos. Pero otra parte de mí quiere asesinarlo, hacerle sufrir...Ninguno cuelga, y se escucha nuestras respiraciones que van al compás.
Tengo un nudo en el pecho, no sé porqué estoy angustiada.
Me doy cuenta de que la música de la fiesta se escucha de fondo, lo que me hace pensar que seguramente este en la calle o en el jardín alejado de la gente sólo y únicamente para hablar conmigo y el nudo de mi pecho aumenta. Y en cierta parte me hace sentir que le importo.-Ana...-Dice él.
-Para ti Anastasia, Sean. -Le repongo sonriendo. Quería haber sonado seria pero fue un intento un fracaso en toda regla. Escucho una fina risa por su parte.
-Siempre igual Pija...-Dice en un tono cálido que hace que se me erice la piel.
La Anastasia dura vuelve cuando me doy cuenta que Sean no se acordará de nada mañana y decido terminar la conversación.
-Adiós Sean. -Y no réplica, ni chista, y me duele que no me pida que me quedé. Quizás porque no quiere seguir hablando conmigo.
-Adiós Ana. -Y el nudo del pecho me comprime hasta dejarme sin aire. ¿Se sentirá él igual?
De un momento a otro recuerdo que aún no sé de dónde saco mi número:
-¡Oye! ¿¡De dónde sacaste mi número de móvil!?- Digo rápido antes de que cuelgue.
Pero después de eso sólo escucho los sonidos que indican que me ha colgado.
Sé que me ha escuchado, lo sé.¿Cómo narices habrá conseguido mi número?
La sensación de vacío vuelve cuando soy consciente de que ya no estoy hablando con él y de pronto todo mi sueño desaparece. Ya no quiero dormir. Te odio Sean.
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Hola baes!
Capítulo emocionante, por lo menos para mí. xD
Gracias por la acogida, sois puro love. ♥ He procurado serle fiel al horario que propuse (un capítulo por semana) no seáis impaciente pls a veces siento hasta que me echáis la bronca en los comentarios, cómo comprenderéis no puedo subir siempre a tiempo (aunque en esta ocasión lo he hecho) a pesar de que escribí el capítulo y se me borró. Eso es lo más frustrante que os puede pasar xD
Por favor relajadad las tetas pls xD
Os quiere;
La pesada de Alba ♥
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Mi vecino de enfrente
Romance-Prométeme que volveré a verte. -Le suplico ahogada en lágrimas. -Lo prometo. ___________ Soy Anastasia Reid, pero si me caes bien me puedes llamar Ana, tengo diecisiete años y vivo atrapada por las normas. No es mi mejor presentación pero...