Miércoles por la mañana, me levanté refunfuñando ante las incansables voces de Rita insistiendo en que me levantará. No había pegado ojo gracias al demonio que tengo por vecino. ¿Por qué es tan mezquino?
Me preparé y desayuné, mis padres ya no se encontraban en casa, por no variar. Pero, para mí sorpresa, Dylan si estaba, lo cuál me causó más sorpresa que alegría. Era un idiota, pero se le echaba de menos. Se pasa el día fuera, al igual que mis padres, pero ellos en cambio hacen algo de provecho, Dylan tan sólo se dedica a compartir saliva con la chica que se le antoje y vete tu a saber que más...
Me despedí tanto de Rita como de Dylan y salí por la puerta.
-Perfecto. -Pensé para mí, irónicamente.
Ahí se encontraba, en frente mía, el culpable de mis ojeras está mañana, creí que hoy sería un gran día pero estaba claro que me había mirado un tuerto. Yo no tengo un vecino, lo que tengo es al demonio al lado de mi casa. ¿Exagerada? Que va...
- Buenos días Pija, hoy no llegó tarde. -Dijo ya burlón desde primera hora de la mañana.
Tan sólo maldecí por lo bajo y me pusé a caminar haciendo como si no existiera.
Hoy estaba realmente guapo con esa sudadera azul clara. Me golpeé mentalmente por haber pensado eso y seguí mi camino.
- ¿No vas ha hablarme? ¿Ni si quiera para insultarme? -Insistió.
-No te mereces ni que te mire después de lo de ayer Sean. -Estaba cansada y no tenía ganas de discutir. Me dolió la manera que uso para humillarme y reírse de mí.
-¡Oh vamos! No seas tan exagerada no fue para tanto.
Guardé silencio.
- ¿Tantas ganas tenías de besarme? - Preguntó con su sonrisa de lado. Solté un risita.
- No gracias, antes morirme. -Dije sonriendo y él se limitó a sonreír.
-Sabía que no podrías estar tanto tiempo enfadada conmigo. Pero sé, que en el fondo, te mueres por que te meta la lengua. -Abrí los ojos por sorpresa ante lo que acababa de decir, no sabía que "besar" podía llegar a sonar tan feo.
[...]
La última vez que vi a Sean fue a la entrada del instituto, tampoco quería volver a encontrármelo, pero le echaba algo en falta.
Salí de mi trance cuando mi amiga Eva sacudía la mano delante de mi cara y pronunciaba seguidamente "¿Anastasia?" "¿Ana, estas ahí? ".
-¿Qué? -Dije molesta.
-¿En qué piensas?
-En nada, sólo que no he podido descansar.-Dije frotando mis sienes.
-Sean te estaba buscando. -Dice Marc apareciendo por detrás de Eva.
-Pues que busque, es última hora y nos queda el exámen de tres temas de literatura. -Dije bufando intensamente.
[...]
-¿Cuál es la pregunta dos? -Dice Eva en un susurro.
-Haber estudiado, no te diré nada, si nos pillan me la cargaré.
Eva suspiró indignada, y yo volví a centrarme en mi exámen hasta que al cabo de unos minutos recibí una pelota de papel chocando en mi frente.
Miré hacia el profesor el cuál estaba centrado leyendo algo, dirijí mis ojos a la bola de papel y la desdoble.
"¿Me vas a acompañar como te dije ayer?"
-Sean
Volví la vista al frente para asegurarme de que el profesor seguía de la misma manera y centré mi vista en Sean, el cuál parecía esperar una respuesta con impaciencia. Meneaba un boli azul que se encontraba entre sus dedos. Me decidí a contestarle.
"Jamás iría contigo a ninguna parte, da gracias a que al menos vamos juntos caminando al instituto."
Se la lancé. Seguí con mi exámen hasta volver a recibir un pelotazo.
"¿Eso es un puede?"
Le miré y articulé un "no" con la boca sin reproducir algún sonido, me miro resignado y sabía que esto no quedaría así. Mire a Eva la cual miraba con una sonrisa y hacía un corazón con las manos.
[...]
-Sean, ya te he dicho que no pienso acompañarte a donde sea que vayas.
-Venga, por favor. -Insiste una vez más.
-¿Por qué yo? -Le preguntó a través de la ventana.
Son las once de la noche, si mi madre o mi padre me pillarán ahora mismo, estaría castigada de por vida. Si que es verdad que Sean les a caído bien pero tienen la costumbre de pensar que todos los hombres son unos violadores empedernidos.
- Pues... -por un momento siento que duda al responder- porque me resultas interesante Ana.
Y siento un escalofrío cuando pronuncia mi nombre.
-Ana es sólo para los amigos, tu limitate a llamarme por mi nombre entero, buenas noches Sean.
Y cierro la ventana para acostarme y rezar porque el día de hoy terminé de una vez.
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Att: Alba
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Mi vecino de enfrente
Romance-Prométeme que volveré a verte. -Le suplico ahogada en lágrimas. -Lo prometo. ___________ Soy Anastasia Reid, pero si me caes bien me puedes llamar Ana, tengo diecisiete años y vivo atrapada por las normas. No es mi mejor presentación pero...
