CAP.18

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James sale disparado hacía mi ventana para saber de donde proviene las piedrecitas que chocan contra el cristal. Sé de sobra quién es y eso hace que se provoque un nudo en la boca de mi estómago. Cuando intento frenar al rubio, él ya esta abriendo la ventana.
No quiero ver la cara de James al ver a Sean debajo de mi ventana y mucho menos quiero saber lo que va ha pensar.

-¿Quieres algo Johnson? -Pregunta James algo mosqueado. ¡Mierda, mierda y mierda! Vale, definitivamente no sé decir otra cosa cuando hay una situación de estrés. Es él y no me hace ninguna gracia. Por el tono de la voz de James parece que ya se conocen y al parecer no se llevan muy bien que digamos.

-¿Está Ana? -Escucho decir a Sean desde abajo de la manera más borde y haciendo caso omiso a la pregunta de James mientras con las piedrecitas que le quedan en la mano intenta hacer canasta en la maceta del alféizar de mi ventana. No me quiero ni asomar, no sé ni que narices hace aquí después de todo. Los nervios me atacan y no puedo dejar de morderme las uñas. Hasta ahora todas las piedras habían sido encestadas con éxito pero por desgracia o por intención de Sean -la segunda opción es más creíble- una de ellas impacta de lleno en la cara del rubio, y eso me recuerda al primer día que Sean apareció en mi casa y me dio con una de aquella piedrecitas. James está hecho una furia y en el poco tiempo que hace que lo conozco jamás lo había visto así.

-¿¡Cuál es tu problema!? -Comienza a decir James cabreado.

-Tú eres mi puto problema, -dice con un tono neutral y ha medida que comienza a hablar su tono es más imponente y amenazante.- vengo a hablar con Ana no a perder mi tiempo contigo gilipollas de mierda o me dices si está o subo a comprobarlo yo mismo. -Le reta Sean y miro la escena un tanto perpleja, cuando le oigo decir "o subo a comprobarlo yo mismo" automáticamente me activo y me acerco deprisa a la ventana antes de que James abra la boca.

-¿Me estás...-Interrumpo a James antes que se prepare aquí la Tercera Guerra Mundial.

-Cállate ya bajo. -Le digo a Sean porque sé que no parará hasta que baje así que buena gana de discutir, según acompañe a James a la puerta, escucharé las tonterías que me tenga que decir y subiré a mi cuarto para dormir profundamente.
Cierro la ventana y me encuentro con la mirada atónita de James.

-¿Qué? -Pregunto ante sus ojos azules mirándome fijamente.
-¿En serio vas a bajar a hablar con él? ¿Ana pero en qué estás pensando? -Dice decepcionado, al parecer la mala fama del chico rebelde y macarra está llegando a todos los oídos de los habitantes de Sydney. -No me quiero imaginar lo que puede llegar a hacerte. -Y por razones que desconozco me duele que hable así de él.

-Tranquilo James, simplemente escucharé lo que me tenga que decir y me subiré a casa. -Le tranquilizo a medida que vamos llegando a la puerta principal.

-No sé que narices te tiene que decir pero no me gusta nada ese chico, no creo que haga falta que te cuente todo lo malo que ha hecho.

-Lo sé James, lo sé. -Y aunque conozco a Sean, o mejor dicho, creo conocer a Sean, hay cosas que prefiero no saber.
El ambiente hasta la puerta principal es bastante tenso, estoy ahogada en un mar de nervios y el nudo de mi estómago no cesa, no sé que narices tiene que decirme Sean.
Una vez abajo, en el jardín de la entrada, me despido de él con un fuerte abrazo ante la atenta mirada del rostro serio de Sean y tras un "llámame si pasa algo" por parte del rubio, se va.

Me dirijo a Sean intentando calmar mis nervios, él cual espera con los brazos cruzados apoyado en la pared.

Nadie habla y el silencio comienza a ser bastante incómodo así que decido romperlo.

-¿Qué quieres Sean? -Pregunto, estoy cabreada y quiero mostrarme imponente pero mis nervios me lo impiden.

-Hola a ti también Pija. -Dice divertido.

-No estoy para tus tonterías, ¿a que has venido Johnson?

-¿Desde cuándo estás con ese maricón? -Pregunta indignado y con desprecio hacía James, y comienzo a sentir como la rabia recorre mi cuerpo.

-No hables así de él. Él no se porta como un cretino conmigo a diferencia de ti. ¿Desde cuándo a ti te importa mi vida? -Le repongo en un intento nulo de mantener la calma. Su expresión se torna seria y me impone bastante pero no me voy a achantar.

-¡Desde que te juntas con ese gilipollas de mierda! ¡Joder Ana, ese chico no es lo que parece! -Y cuando se da cuenta de que me está gritando, se para y baja el volumen. No entiendo su reacción, no entiendo que hace aquí, no entiendo absolutamente nada y eso me frustra de la peor manera. -Ese chico no te conviene.

No me puedo creer que él, Sean Johnson, me este diciendo esto, cuando posiblemente él sea la peor influencia que me haya echado a la cara. La rabia me consume y tengo que respirar hondo para no abrirle la cabeza con la maceta que esta a nuestra derecha. Mis manos se cierran en puños y mia dedos aprietan fuerte las palmas de mis manos mientras dejo fluir las palabras con rabia:

-¿Y tú sí? ¡No seas hipócrita! ¡Ni siquiera estoy con él! ¡No tienes derecho a decirme con quién debo y no debo estar! -Le grito cuando pierdo los nervios. -Eres un egocéntrico incapaz de pensar en... -Le grito y cuando me doy cuenta ha estampado sus labios con fuerza sobre los míos.

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Hola baes...

Siento muchísimo la espera, bachillerato está siendo duro y aparte ya tenía el capítulo escrito pero no me gusta mucho como ha quedado, lo he borrado y reescrito varias veces, al final lo he subido como me ha salido para no haceros esperar más así que os agradezco que me digáis que os ha parecido y lo acompañeis con un voto si de verdad os ha gustado para hacérmelo saber.

Al final se han besado xD creo que era buen momento de su primer beso no sé contadme que os parece.

De nuevo, siento la espera.

Gracias por votar y esperar por mí.

Os ama;

Alba.

Mi vecino de enfrenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora