...Dominio Jenlisa o Lisennie...

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Jennie estaba molesta...ya no tanto por lo de su hermana. Iba a hacerse cargo de eso después.

Después de dejarle claro a su "Esposa" que a ella nadie la pasa por alto en sus negocios o ajustes de cuentas. 

Por su lado Lisa estaba molesta. Había pasado años sintiéndose inferior gracias a su padre. Y ahora Jennie le hacia lo mismo. Ya estaba harta. Y no iba a dejar pasar la ocación para demostrar que ella también puede ser calculadora y peligrosa.

Jennie: sientate Manoban- fue una orden-vamos a charlar un poco.

Lisa: así estoy bien. De que quieres hablar- su orgullo no la iba dejar ahora- te escucho.

Jennie- que te sientes Lalisa- oh oh- no quiero discutir, solo hablar.

Lisa: No, Rubie Jane. Tu....- se acerco a Jennie y la señalo- no eres nadie para darme ordenes.

Jennie se paro y se acerco mas.
No se iba dejar intimidar, no señor.

Jennie: soy tu esposa, no lo olvides. Prácticamente soy tu dueña Manoban. Además quien te ha dado el derecho de utilizar mi nombre.

Lisa: tu nombre....Eso es lo de menos(lo vio en el contrato). Tu usaste el mio y te valieron un cárajo las formalidades- no iba a ceder- por otro lado.....tu no eres mi dueña, mucho menos mi esposa.

Jennie: el contrato que firmaste no dice lo mismo. Me perteneces LALISA- y se lo iba a dejar claro- por dos años. Completitos- hizo el ademán con su mano.

Lisa: Já, un contrato no te hace mi esposa. Antes tienes que aprender a ser mujer y amante y tu....cariño ni de joda- asi es. Puro orgullo hablando-

Jennie: De que hablas, no es como si fueras inalcanzable Manoban. No puedes decir nada de mi si ni siquiera me conoces.

La situación se había tornado peligrosa, pero no para el físico sino para el orgullo. Y el orgullo es una perra que no se deja tan fácil.

Lisa: oh, no. Si puedo, con el acercamiento de la boda lo puedo decir. Tu no eres suficiente, no puedes exijirme  nada. No puedes menospreciar mi trabajo ni el de mi familia si no has visto nada. En cambio yo si puedo basarme un nuestro pequeño beso para decir que seras muy buena en tu trabajo pero...como mujer dejas mucho que desear- sabía que no era cierto, pero ya lo dijo y no iba a ceder-

Jennie pico el anzuelo. Ya una vez su exnovia le dijo algo similar y esto le termino por calar.

Jennie: es eso lo que te molesta. No puedes decir nada, como si tu parte hubiera sido increíble. Tanto así que fue solo normal.
- si Lisa podía ella también- es un desperdicio sabes. Me hubiera quedado con mi pareja anterior.

Lisa: No te engañes, no puedes comparar a un estúpido hombre conmigo- por alguna razón llego a esa conclución y Jennie no la iba a desmentir- No esta ni cerca de rozarme los talones.

Jennie: Quien lo dice. Tú, já hace cuanto que no te acuestas con alguien. No podrías complacerme ni aunque intentarás.

Esto ya se había salido del contexto. Pero a nadie le importa.

Lisa: Oh, así que escuchando conversaciones ajenas- se iba a divertir- eso no esta bien.

Jennie: es mi casa, que vas a hacer ¿castigarme?- ya no estaba segura sobre que era el reclamo-No te confundas cariño, que aqui mando yo.

Lisa:No, eso era antes... Con cualquiera de tus amantes. Con tus empleados si quieres. Pero yo no me dejo dominar por nadie. Y alguien como tu- pronuncio castrosamente cada palabra- no merece ser la excepción. Un contrato no te hace una esposa. Y mucho menos cuando ni siquiera sabes ser una mujer.

Perdición Y Pecado (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora