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Nota: Recordad que todo esto es ficción, por tanto, no intentéis imitar nada de lo que está escrito en este capítulo en la vida real.

[...]

— Seonghwa, ya estamos todos. ¿Cogiste los papeles y tarjetas?— Vocifera Yunho desde la habitación contigua mientras Seonghwa da los últimos toques finales a su reflejo en el baño.

— Si, los llevo en el bolsillo interior de mi chaqueta.— Dice al abrir la puerta finalmente.

— Bien. Vamos.— Dice hastiado el de cabellos azules, empujándolo por los pasillos hasta llegar al coche, e incluso poniéndole el cinturón por si acaso trataba de escapar.— No te preocupes, todo saldrá a pedir de boca.— Asegura, acercándose para susurrarle algo.— Me he encargado personalmente.—

Ay, Yunho, si supieras lo equivocado que estás.

[...]

— Menos mal que estáis aquí.— Dice cierta chica de cabellos anaranjados como hojas en otoño, acompañándolos hacia el interior apresuradamente.

Nerim les enseña por encima cada habitación.

— Y el resto ya lo veréis en unos minutos.— Añade antes de dar media vuelta y hablar con el equipo de catering.— Ah, antes de que se me olvide: Estas son vuestras máscaras. Son parte de la actividad especial que se aprobó por el 228 aniversario de la construcción de este edificio que estáis pisando. Se dará un baile de máscaras, pero que quede entre nosotros. Haceos los sorprendidos cuando la orquesta empiece a tocar.— Profundiza en el momento en que les extiende una de aquellas prendas a cada uno.

Entonces, los deja a su suerte.

[...]

El de cabellos oscuros camina por los pasillos y se mira en algún que otro espejo conveniente. Juzgando con sus críticos ojos si parecía acalorado y tembloroso o no.

Deambula y deambula, esperando pasar el tiempo.

Realmente estaba nervioso.

Aunque la ausencia de la totalidad de su rostro le daba algo de confianza, el joven Park también quería llamar la atención con su discurso, sea para bien o para mal.

Nerim lo llama con un gesto, diciendo que la siga prácticamente en mayúsculas, parece que ha llegado su hora.

Termina encontrando su camino hacia el escenario, pero todavía no se oía ruido tras la cortina que lo separaba de su público. Como mucho algo de eco y murmullos silenciosos discutiendo sobre iluminación.

[...]

Faltaban minutos para presentarse delante de toda aquella gente en nombre de su equipo, pero realmente quería a Yunho a su lado en esos momentos de estrés.

Seonghwa tiembla bajo su máscara.

— Seonghwa, todos te están esperando detrás de esa cortina.—  Se dice, revisando las tarjetas que llevaba.

Una de ellas se cae, producto de la inestabilidad de los dedos que la sostenían.

Entonces, nota la sensación de una mano en su hombro, tratando de reconfortarlo.

— Sé que lo harás estupendamente, sal, y déjalos con la boca abierta.— Le dice el encargado que se encargaba de dejar todo en orden respecto al sonido.

Entonces, la cortina se abre y deja el suficiente espacio como para que todos le vean, pero se puedan ocultar los equipos técnicos a los lados.

Seonghwa siente la cegadora luz de los focos sobre él, gravándose en sus retinas a la par que todos aquellos ojos lo miraban de la misma manera, expectantes.

𝑆𝑢 𝑃𝑟𝑜𝑚𝑒𝑠𝑎 (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora