Entonces, Seonghwa se da cuenta de dónde está.
Por sus ojos entra aquella humilde puerta de madera maciza y esas familiares paredes en blanco, como un lienzo; que parecen esperarlo. También recuerda el aspecto de cada viga, tablón y columna que se cierne sobre él, puesto que ya había vivido allí.
Aquella había sido su casa, y era un alivio ver que se mantenía en pie a pesar del tiempo que se colaba por cada grieta. Decide entrar, pero, ¿por dónde?
Se dirige al lateral de la casa, en busca de algún tipo de trampilla o ventana, al encontrarla, se come de lleno una espesa capa polvorienta de sabediosqué que termina quemando sus pulmones. Tose y maldice, sabiendo lo fácil que sería aquello con su equipamiento en vez de un traje ajustado. Luego, se adentra hacia el interior.
La casa que alguna vez habitó en esos momentos no era más que ruinas, como era de esperar; Sin embargo, era bastante obvio que alguien había entrado con anterioridad. La mayoría de objetos estaban intactos, pero esparcidos por todas partes.
¿Qué estarían buscando?
El de cabellos oscuros toca cariñosamente la portada de un libro apolillado y lo coloca en la estantería vacía en la que se suponía que debía estar. Era muy probable que lo hubieran tirado junto a todo el resto, como si se estuvieran asegurando de que allí no quedara nada a conciencia.
Las sospechas de Seonghwa aumentan en cuanto más avanza.
Entonces mira el estado deplorable de las paredes y termina tropezando con un objeto que descansaba en el suelo sin que este se diera cuenta.
Consigue apoyarse antes de caer, pero su pie roza inevitablemente la pared y la pintura de la zona comienza a desprenderse.
Observa en silencio cómo comienza a resquebrajarse aquella capa, encontrando algo bajo esta que llama su atención.
Alcanza con su mano el objeto que sobresale de aquella aparentemente uniforme pared y luego, tira por él.
-¿Qué es esto?- Se dice en cuento va desdoblando una especie de papel. Pronto se da cuenta de que no se trataba de cualquier papelucho, sino, de uno de los poemas que le había dedicado Hongjoong en el pasado.
Entonces, habiendo resuelto el misterio, se pregunta por el motivo que llevaría a un desconocido a meter eso dentro de una pared.
¿Tal vez se trata de una pista?,¿habría alguien tratado de salvaguardar aquella historia atrapándola entre cuatro paredes?
Seonghwa no puede evitar que su mente rebobine sin control hasta el momento en donde vió aquel palacio completamente destrozado frente sus ojos, las paredes, los muebles...
Tal vez podría tener algo que ver.
Seonghwa arruga la nariz, puesto que eso es muy improbable e inmediatamente su cerebro empieza a hacer parkour hasta dar con Hongjoong al final de ese hilo de pensamientos, puesto que seguramente estaría investigando por su cuenta. Aparte, estaba claro que, de alguna manera, este sabía más que él.
Tal vez por eso lo llevó a reencontrarse con aquel lugar, porque quería que lo viera.
Quería que Seonghwa lo viera con sus propios ojos.
Seonghwa se muerde el labio al pensar en lo ocurrido momentos atrás, metiendo el dedo en la llaga. Cierra sus ojos y suspira.
Busca su anillo en sus bolsillos como quien busca agua en el desierto; por instinto.
Aquel objeto se había convertido en algo necesario para existir ahora que había visto la verdad.
Revisa el bolsillo derecho de su chaqueta, el izquierdo, los de sus pantalones, y... Se congela al no encontrarlo.
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𝑆𝑢 𝑃𝑟𝑜𝑚𝑒𝑠𝑎 (#2)
FanfictionEn otra vida... En otra vida quizá podamos encontrarnos de nuevo. En otra vida... En otro tiempo, tal vez podamos amarnos sin remordimientos.