El amor en tiempo de fútbol. |One Shots.

All you had to do was stay. |León Goretzka

Subí a mi coche lo más rápido que mis piernas me permitieron, Di Matteo me mataría. Lo puse en marcha y conduje hasta el campo de entrenamiento; al llegar el único lugar de estacionamiento era el más alejado así que tuve que tomarlo y correr.

Me iba desabrochando los jeans por el camino, y mi playera ya descansaba en mis manos, al llegar al vestidor me puse rápido mi camiseta y mis shorts, salí en calcetas y corrí a donde estaban todos mis compañeros.

-Goretzka, llegas justo a tiempo -me dijo Max, un de mis mejores amigos. -Roberto nos va a presentar a un jugador de la NFL.
-¿Qué? -mi corazón aun intentaba recomponerse del maratón que había hecho.
-Buenos días, muchachos -todos respondimos 'buenos días' a unísono, Di Matteo estaba acercándose con un hombre detrás de él. -él es Julián Edelman, jugador de los Patriotas de Nueva Inglaterra.
-Mucho gusto -dijo Julián. -soy muy fan de ustedes.
-Nosotros también de ti, -dijo Benedikt. -corres mejor que cualquiera de nosotros.
-En especial que Klaas -dijo algún gracioso, él rió y detrás apareció una chica de cabello rojo.
-Hasta que llegas, -le dijo Julián a la chica, que creí era su novia. -ella es Sumner, mi hermanita.

Todos reímos y ella le dio una mirada asesina a su hermano mayor.

-Sumner Edelman, mucho gusto -dijo ella con una voz hermosa.
-Señorita Edelman, ¿nos conoce o nos presentamos? -preguntó Benni, ella se sonrojó dando a entender que no nos conocía. -chicos, formen una hilera.

Yo quedé entre Max y Julian, ellos comenzaron a jugarme bromas sobre que aún estaba en calcetas y los botines en la mano.
Pronto ella estuvo frente a Max.

-Soy Max Meyer, 19 -dijo su nombre y su edad, ¿a caso teníamos que hacerlo?
-Mucho gusto, Max -él le guiñó coqueteando descaradamente, aunque me reí en mi interior pues la chica le sacaba, fácil, diez centímetros, me burlaría después.
-Hola, León Goretzka, 20 -dije repitiendo los datos que dio mi amigo. Sentí un codazo y vi que ella había extendido su mano hacia mi. Rápido cambié mis botines de mano y la saludé.
-Un gusto, León -ella intentaba ocultar una sonrisa traviesa.

Después que termino de saludar a todos los fotógrafos del club nos tomaron fotos con Julián y su hermana, dándoles playeras y él balones de americano o una que otra playera de los Patriots; y se quedaron a ver la práctica.

Al salir me sentía un completo idiota, había dejado a una chica hermosa con la mano extendida, me sentía el ser más maleducado del mundo.

-Vamos a almorzar, Bochum -me dijo Max, así me decían 'Bochum' haciendo alusión al lugar donde nací.
-Claro -acepté.
-Irá Sumner, Jul la invitó, a ella y a su hermano pero su hermano no pudo -sentí el color llegar a mi rostro. -te pedimos por favor no dejarla con la mano extendida.
-Ya, lo siento -me desesperé.
-No te preocupes, era broma, oye ¿la podrías llevar tu? -me pidió. -Jul y yo iremos por Lena y Giselle.
-Claro, vayan con sus novias yo iré de mosca -me quejé, odiaba cuando salían en parejas y me invitaban.
-Llevas a Sumner, esa pelirroja esta hermosa -me guiñó y se fue.

Me puse mis jeans y acabe de vestirme lo más rápido que pude para no hacerla esperar mucho, tomé mi ropa de entrenamiento y la coloqué en el cesto de ropa sucia, luego arreglé mi cabello y tomé mi mochila con las cosas personales y salí de ahí.
Ella me esperaba en el corredor principal, con Julián, su hermano.

-Hola -me acerqué nervioso.
-¿Me iré contigo, cierto? -preguntó ella. -me dijo Max que me iría con León.
-Sí, yo soy León -sonreí tímidamente, su hermano me ponía nervioso.
-Claro, vamos -ella comenzó a caminar y yo iba a hacerlo pero una mano lo impidió.
-Conduce con cuidado -me advirtió su hermano.
-Claro, adiós Julián -me despedí y casi salí corriendo del lugar.