Ella tenía sus manos en sus caderas y sus ojos azules me lanzaban una mirada desafiante, sus pequeños labios rosados estaban apretados en una línea.
-Te dije que lo recojas, señorita -señalé el vaso en el que normalmente bebía su leche con chocolate.
-Badpajda -respondió, honestamente no entendía nada, la nena tenía un año y a penas comenzaba a hablar.La tomé en brazos y ella comenzó a patalear sobre mi hombro, pues la llevaba como costal de patatas. Llegué a su habitación, encendí la luz y la deje en su cuna.
-Hora de dormir -ordené y ella se sentó.
-Ausho -traduje eso como un no.
-Mira, niña desobediente, mamá no está y tú necesitas dormir porque es tarde -apagué la luz de su habitación y las múltiples lamparitas se encendieron a lo largo de la habitación. Entré a la cuna con ella y me acosté. -hora de dormir, Lynn.Ella se recostó sobre mi pecho y tomó su chupete de las sabanas y ambos nos quedamos dormidos.
Me desperté con un dolor de espalda terrible, salí de la cuna lo más silencioso que pude para no despertar a Lynn. Caminé a mi habitación para darme una ducha e ir al entrenamiento. Estaba vistiéndome cuando mi teléfono comenzó a timbrar. Era mi madre.-Hola, má -respondí.
-Hijo, ¿viste las noticias? -
-No, ¿qué pasó? -encendí la televisión, estaba en ESPN.
-El avión de Malena se estrelló al pasar por París -un sudor frío recorrió mi columna vertebral cuando cambiaba de canal.
-Te llamo después -colgué.Me solté a llorar al ver la noticia, el maldito piloto tenía pensamientos suicidas y la mierda, pero eso no me regresaría a mi novia y tampoco le regresaría su madre a Lynn.
Días después estábamos enterrando a Malena en el cementerio de Barcelona, yo llevaba a mi pequeña hija en brazos ella no comprendía nada así que no podía llorar.
-Qejvud -dijo Lynn con expresión fastidiada. Pero después se quedo viendo una fotografía de Malena que su familia había traído. -mamaa.
-¿Disculpa? -volteé sorprendido a verla, su primera palabra.
-Maama -repitió.
-De verdad eres imposible, Lynn, tu primera palabra fue mamá en lugar de papá -sonreí un poco y besé sus rubios cabellos.Cuando regresamos del cementerio Lynn estaba dormida así que la lleve a su habitación para no enfadarla; baje a la sala con mis padres, desanudé un poco la corbata y me quité el saco. Todo esto me estaba asfixiando.
-Hijo, queremos hablar sobre la niña -al escuchar las palabras de mi papá fruncí el ceño.
-¿Qué tiene que ver mi hija en esto? -pregunté sentándome frente a ellos.
-Si estando con Malena era difícil para ambos, ahora tú solo, ¿crees poder criarla? -sus palabras carecían de sentido.
-No voy a ser el primer ni el último padre soltero de la historia, es mi hija y la quiero conmigo y no estoy abierto a sugerencias -tomé la taza de café que mi madre puso frente a mi. -Lynn se queda, no me importa.
-Nosotros podríamos... -mi madre comenzó a hablar.
-Venir a visitarla cuantas veces quieran -la interrumpí. -mamá, Lynn es mi hija, sé que no soy el padre perfecto pero lo voy a intentar, nada ni nadie va a lastimar a esa beba y de eso me encargo yo.
-Sergi... -no sé que fue, si mi mirada o mi postura la que los hizo saber que no cambiaría de idea, mi hija se quedaría a mi lado. -te apoyamos, hijo.Dos días después volví a los entrenamientos pues tuve que hacerme cargo de buscar una buena guardería para Lynn y otras cosas que faltaron por resolver antes de la muerte de Malena.
-Sergi, ¿cómo estás? -preguntó Suárez.
-Bien, gracias por preguntar -sonreí un poco.
-Amigo sabes que para lo que necesites aquí estoy para apoyarte -dio un par de palmadas en mi espalda y asentí. -la vida sigue, campeón.
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El amor en tiempo de fútbol. |One Shots.
FanficEs fútbol en la actualidad es como una gran nación conformada por más países que la ONU, el fútbol une a las personas o las separa en los diferentes grupos o comúnmente llamados equipos. Pero, ¿nadie se pregunta que sucede en las vidas de los prota...