El amor en tiempo de fútbol. |One Shots.

Made in the USA | Kevin de Bruyne

Estaba decepcionado del amor y no lo negaría, pero mis vacaciones no lo pagarían, por eso acepté viajar a los Estados Unidos para ver el US Open de tenis, mi tenista favorito Roger Federer estaría participando en el torneo, además, Cara sería una de las protagonistas de una pasarela muy importante en New York, así que iría a darle un poco de apoyo moral.

Cuando arribé en la ciudad que nunca duerme tomé un taxi que me llevaría hasta el hotel donde me quedaría. Pero no contaba con algo.

-Oye el taxi está ocupado -dije cuando una chica subió de prisa.
-Lo siento tanto, pero tengo prisa -me respondió a mí y luego volteo con el conductor. -me llevaría a el Trump International, por favor.
-Señorita pero el señor... -comenzó el taxista, refiriéndose a mí.
-Llévela, vamos para el mismo lugar -dije suspirando.

Ella iba centrada en su teléfono, así que saqué el mío y revisé mis redes sociales. El conductor nos avisó cuando llegamos y le tendí un billete de $100.

-Quédese con el cambio -dije y tomando mis maletas, salí del auto.

-Kevin -escuché como gritó mi amiga británica. -¿que ha pasado en tu vida, De Bruyne? ¿a caso conseguiste una amiga más guapa? ¿o porqué ya no me llamas?
-Claro que no, rubia -respondí abrazándola. -solo que la Bundesliga me absorbe por completo.
-Escuché que eres el hijo pródigo del Wolfsburg y me alegro por eso -tomó la más pequeña de mis maletas y me ayudó a arrastrarla por todo el lobby.
-Bueno, se hace lo que se puede -sonreímos y ella me dijo que ya había hecho check-in por mi así que mi habitación estaría frente a la de ella.
-Te dejaré descansar, fue un largo viaje desde Alemania -besó mi mejilla y entró a su habitación.

Escuché un par de tacones caminar por el pasillo y volteé, era la misma castaña que subió al taxi.

-¿También te toco en mi habitación? -pregunté bromeando, ella sonrió y negó.
-No tienes tanta suerte, amigo -me guiñó y abrió la puerta que estaba al lado de mi cuarto.
-Espero tenerla algún día -respondí un poco más alto para que me escuchara.

Los días siguientes me la topé en varias ocaciones, pero nunca con el suficiente tiempo para entablar una conversación decente; Cara había venido con Kendall y Gigi, la ultima siempre acompañada por su novio Cody Simpson, Kendall en cambio pasaba la mitad del tiempo colgada de mi brazo o abrazando mi torso y la verdad era que eso me ponía incomodo.
En una ocasión subí a mi habitación porque había olvidado mi teléfono, Kendall insistió en acompañarme y Cara me obligó a llevarla, como de costumbre Jenner tomo mi brazo y lo enredó con los suyos, ella iba hablando de cosas en las que yo no encontraba ningún sentido, estábamos llegando cuando la vi salir de su habitación, llevaba un lindo vestido rojo, su cabello atado en una coleta y maquillada levemente, me saludó con un movimiento de cabeza y elevó sus cejas al ver a Kendall abrazada a mí.

-Barbara -saludó Jenner, respondiendo a mi duda por su nombre.
-Kendall -respondió la chica castaña.

Barbara siguió caminando y yo abrí la puerta de mi habitación, entonces se me ocurrió la idea más loca: entablaría una conversación con Kendall.

-¿La conoces? -pregunté a la chica que esperaba pacientemente por mí.
-Sí, es modelo como yo -respondió. -se llama Barbara Palvin.
-No lo sabía -respondí haciéndome tonto para que me dijera más.
-Ha sido modelo de Louis Vuitton, Miu Miu, Nina Ricci, Emanuel Ungaro, Christopher Kane, Julien MacDonald, Jeremy Scott, Vivienne Westwood, y Chanel -caminamos de regreso al lobby. -y solo tiene veintiún años, cualquier chica quisiera ser como ella.
-Y cualquier hombre salir con ella -susurré para mi mismo.
-¿Qué? -
-Nada -respondí, dando por terminada nuestra charla, mas tarde teclearía su nombre en Google.