Perfect for me. | Eden Hazard

4.3K 90 4
                                    

-Claro, papá, yo llego por la libreta y la llevo a casa -rayos, había olvidado la bendita libreta de mi papá y tuve que regresar al campo de entrenamiento del Chelsea. -si, te quiero, bye.

Guardé mi iPhone en el bolsillo de mi campera roja, abrí la oficina de papá y saqué la libreta por la cual me había regresado casi desde el centro.

-¡Diablos! -dije cuando caí al suelo, habían encerado el piso.
-¿Estás bien? -preguntó alguien.
-Si, da igual -me puse de pie rápidamente pero me había lastimado. -maldito tobillo, ¿por qué tenías que existir?
-¿Puedo ayudarte? -sentí su cercanía y este extraño comenzaba a exasperarme.

Volteé a ver su cara para negarme amablemente y con una sonrisa sarcástica, pues no llegaría a la cena con mis amigas; pero mi sorpresa fue mucha cuando a mi lado estaba Eden Hazard, asentí tontamente y él me ayudó a ponerme de pie.

-Vamos a conseguir hielo, sino eso se hinchará -no podía darme el lujo de quedarme así que me negué.
-No puedo, tengo una cena importante con mis amigas -él frunció el ceño y yo comencé a caminar hacia el estacionamiento. -gracias.

Esa misma noche luego de la cena cuando llegué a casa mi tobillo parecía de elefante, Eden había tenido razón, estaba horrible y dolía como un demonio.

-¿Como pudiste no haber aplicado hielo? -me reprendió papá cuando bajé por una bolsa de hielo y unas pastillas. -no es como si no supieras tratar una lesión.
-Lo siento, iba tarde y si me dijeron pero no quise quedarme a que me atendieran -recordé a Eden, se había portado tan bien conmigo.
-Ya, José, deja de regañar a Grecia, es ella la que está lastimada -me defendió mi mamá. -ten, amorcito, estas pastillas te bajaran la inflamación y te quitaran el dolor.
-Gracias, mamá -besé su mejilla y con cuidado subí a mi habitación.

Me di una rápida ducha, me coloqué mi pijama y me acomodé debajo de mis sábanas, tomé mi teléfono y puse música, entré a la aplicación de Whatsapp e inmediatamente recibí un mensaje de Cris.

Cris7: Oí que estás lastimada, ¿es cierto?
Grecia: Ustedes más que futbolistas parecen comadres. Si, ¿quién te dijo?
Cris7: Jaja, graciosa. Me dijo Gareth, que le dijo Ramsey, que le dijo Fábregas, que le dijo Hazard.
Grecia: Joder, Cristiano, parecen teléfono descompuesto.
Cris7: Mejórate pronto, enana, me tengo que ir, María está llegando, te quiero ver, te extraño.
Grecia: Igual yo, te quiero, Cris.

Aparecieron las dos flechitas azules que indicaban que leyó mi mensaje y luego se desconectó.

Al día siguiente papá me obligó a ir con él al entrenamiento para que los médicos del equipo me revisaran, me puse algo cómodo unos pantalones deportivos tipo harem color gris y una hoddie color vino, con unos Air Max del mismo color del hoddie.

Luego que me hicieron algunas pruebas me pusieron una bota algo extraña sobre mi pantalón y me dieron unas muletas, pues no apoyaría mi pie por tres semanas. Ge-nial.

Luego me senté en las bancas que usaban los juveniles en sus partidos para observar el entrenamiento, rápidamente localicé a Eden, quien se me quedó viendo como diciendo "te lo dije" así que lo ignoré. Tenía buenos amigos en el equipo, pero había otros a los que simplemente no soportaba, como Costa y Courtois, una lista a la que ahora se unía Filipe Luis por haberme golpeado con un balón.

-¿Estás bien? -diablos, Eden siempre estaba preguntándome eso.
-¿Tu que crees? Digo, me acaba de golpear un maldito idiota -grité para que el brasileño escuchara. -tengo un esguince en mi tobillo y estoy aquí.
-Ven, vamos a llevarte a la enfermería -Eden me ayudó a ponerme de pie y le hizo una seña a mi papá de que él se encargaría de mí.

El amor en tiempo de fútbol. |One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora