Locos. | Edinson Cavani.

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Edinson arregló su camisa y se puso algo de colonia, sería la fiesta de regreso a una nueva temporada y quería estar presentable, tomo las llaves de su deportivo y salió hacia la casa de Zlatan.

Laura deslizó el suave satín sobre su cuerpo, el vestido color granate le resaltaba su piel bronceada por el sol de las playas de Ibiza, y su maquillaje hacia el punto focal de su rostro fueran sus ojos, esos ojos que tanto amaba Marco, lastima que estaba cumpliendo sus obligaciones en el continente africano y eso le daba el fin de semana libre a su mujer.

...

Ella pulsó el botón rojo por décima vez en el día, pues Cavani era un hombre de mucha insistencia puesto que a pesar de que ella le dijo que todo lo que pasaría sería sólo el fin de semana él seguía insistiendo en que la necesitaba y que quería verla.
La mujer tomo en brazos a su hijo de año y medio y lo puso sobre su sillita alta para darle su almuerzo.

-¡Papá! -gritó el pequeño Tomasso al ver entrar a su progenitor.
-Mis soles -los saludó Verratti besando la frente de su primogénito y los labios de su mujer.
-Amor, que bueno que regresaste -ella se aferró al cuerpo de su marido como si no se hubiera revolcado con uno de sus compañeros el pasado fin de semana. -te hemos extrañado.
-A mi también me hicieron falta, corazones -

El italiano se sentó a almorzar con su familia pues con todas las prisas de querer llegar rápido a París a penas había probado bocado desde el día anterior que fue cuando no soportó y quiso regresar a casa para tener a los dos motores de su vida junto a él.
Cuando el nene estaba durmiendo la siesta los dos adultos se sentaron en la cómoda sala de estar de su departamento.

-¿Que hicieron estas dos semanas? -preguntó Marco envolviendo a su esposa con sus brazos.
-Pues nada, extrañarte mucho y también he acompañado a la mujer de Marquinhos a planear la fiesta de Diana -ella se sentía en casa estando en los brazos de su esposo, pero le faltaba esa chispa que había descubierto con Edinson. -te amo tanto, Marco.
-Te amo muchísimo más, Laura -susurró él antes de besarla.

Así fue como una cosa llevo a la otra y terminaron haciendo el amor como tantas veces lo habían hecho antes, con la única diferencia que, siendo Marco el único hombre con el que había estado siempre jamás tuvo un punto de comparación y ahora sabía que Cavani la complacía mas.
Marco tenía a Laura sobre su pecho cuando escucharon el timbre del teléfono de Laura, ella vio la pantalla de su teléfono donde decía: Llamada entrante de Edi Casablanca. Pulsó el botón de ignorar y lo dejó en la mesita de noche.

-¿Quién era? -preguntó.
-Una amiga -respondió ella antes de besarlo, Edi Casablanca era el nombre en el cual tenía registrado el número de Cavani, no quería que Marco sospechara así que lo hizo de esa manera.

Al día siguiente cuando Verratti se hubo ido a sus entrenamientos ella por fin se atrevió a abrir los mensajes que Edinson había estado mandando los últimos dos días.

Edi: Laura por favor, responde.
Edi: Extraño el olor de tu piel, su textura y extraño la sensación de mi piel tocando la tuya.

Ese mensaje la hizo estremecer, ese hombre sabía tocarla de un modo que nadie lo hacía.

Edi: Laura, ¿no extrañas mis besos? Porque yo muero por volver a tocar tus labios.
Edi: Y muchas cosas más.
Edi: Estoy imaginando que estas aquí y no quieres saber todas las cosas que quiero hacerte, joder, necesito verte.
Edi: ¿Recuerdas la sensación de tu y yo siendo uno? Yo no lo puedo olvidar, déjame sentirte mía una vez más.
Edi: Sueña conmigo.

Y claro que lo hacía, soñaba en como Edinson la había tocado esos dos días que pasó con él, encerrados en su casa, dejándose llevar por los instintos y haciendo el amor una y otra y otra vez, todo el día sin terminar de saciarse el uno del otro.

El amor en tiempo de fútbol. |One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora