ISOLATION | Dramione - Traducida

Capítulo 34: Cordialidad

Draco calculó que habían pasado unas cuatro horas desde que Granger se había despertado, y habían pasado el tiempo con pequeños lapsos de conversación, interrumpidos con largos tramos de cómodos silencios. Él le había contado sobre su estancia con Andrómeda, sobre las noticias de la muerte de Ted, lo que hizo que ella arrugara la frente, y después sobre el nacimiento de Teddy, lo que la hizo sonreír. A su vez, ella le había contado muchas cosas; desde la reacción de Potter a la noticia de su relación nada convencional, hasta el progreso con los Horrocruxes, y lo había hecho con tanta confianza y facilidad, como como si cualquier duda persistente sobre su lealtad hubiera desaparecido por completo.

Como si él fuera uno de ellos.

Había notado que ella se había abstenido de mencionar a Weasley, lo que le convenía por el momento. Sacar a relucir a su ex amante sólo lo irritaría, y se resistía a romper el estado de ánimo relajado y contento cuando acababa de recuperarla, y por eso también se había resistido a confrontarla sobre la maniobra que había hecho en Hogwarts. Podía parecer que llevaban toda una vida separados, pero la forma cruel en que ella lo había petrificado y aplastado el Traslador contra su mano se sentía como si fuera ayer, y todo el resentimiento y las preguntas que lo acompañaban estaban en carne viva y sin respuesta.

Pero podía esperar si garantizaba que este momento temporal de paz se prolongara.

''Draco''.

''Hm''.

''Ya no estás... Um, no estoy muy segura de cómo expresar esto. A lo que me refiero eso... que no estás...''

''Escúpelo, Granger'' suspiró él. ''¿No crees que ya hemos pasado lo de ser reservados el uno con el otro?''

''Ya no estás incómodo con nuestra relación'' dijo Hermione con un tono ansioso. ''No estás... luchando contra ello''.

''Parecía un ejercicio inútil'' dijo encogiéndose de hombros.

''¿Pero por qué has dejado de hacerlo? ¿Qué ha cambiado?''

Draco se pausó y soltó un largo suspiro. ''Nada ha cambiado, y ese era el problema'' dijo él, decidiendo que ella se merecía honestidad a pesar de las protestas de su orgullo. ''La distancia no alteró nada, Granger; todavía estabas bajo mi piel. Resistirme a ti ahora sería insensato... y autodestructivo''.

Ella tarareó detrás de sus labios, y él pensó que podría estar sonriendo. ''Yo también te he echado de menos, Draco''.

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Hermione se quedó dormida poco después, arropada entre sus brazos y su calor corporal, y respirando suavemente contra su pecho. A juzgar por el estado del cielo, Draco supuso que era media tarde, y las horas pasaron bastante rápido teniendo en cuenta que no se movió. Intentó quedarse dormido con ella, pero su mente estaba demasiado ocupada con los pensamientos habituales; sus padres, la guerra, ella, y el lugar que él ocupada en todo eso. La única conclusión a la que pudo llegar era que estaba enamorado de Granger, hasta el punto de que ha dejado de lado los demás factores y los ha hecho borrosos e irrelevantes.

Sí, la amaba, y se dio cuenta de que lo había hecho durante más tiempo del que le gustaría admitir.

Sentirse tan vulnerable y empoderado al mismo tiempo, y cuando la mente está entre la serenidad y la locura, significa que el amor tiene la culpa.

No tenía sentido engañarse más y negárselo a sí mismo. Después de todo, él mismo se lo había dicho a ella; se lo susurró anoche mientras dormía, y el hecho de que ella estuviera inconsciente en ese momento no mermaba la confesión. Sabía que las palabras siempre parecían tan frágiles y desmañadas cuando se esforzaba por expresarse, y esperaba que sus acciones fueran suficientes, y eso era lo mejor de Granger; sabía que ella nunca le pediría que lo dijera.