Capítulo 40 (Parte 2): Lucha

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Al doblar una pequeña esquina, llegaron a una puerta al final del túnel, y Neville la abrió de un empujón, gritando: ''¡Mirad, chicos! ¡Os dije que vendrían! Son Harry, Ron y Hermione''.

Hermione apenas consiguió saltar a la habitación que no reconocía cuando se vio envuelta por una horda de veinte o más personas, todas ellas abrazándola a ella, a Harry y a Ron, gritando unas sobre otras de alegría y alivio. Las gemelas Patil la rodeaban con sus brazos, Michael Corner la sonreía, Terry Boot le daba palmaditas en la espalda, y lo único que podía hacer era contemplar sus rostros felices y magullados, preguntándose por lo que habrían pasado en los últimos dos meses.

''¡Chicos!'' gritó Neville por encima del jaleo. ''¡Chicos! ¡Dejadles espacio!''

Por fin pudo observar lo que le rodeaba, Hermione estudió la habitación y se fijó en las numerosas hamacas, todas de colores brillantes y colgadas como si fueran banderines festivos. Se fijó en las estanterías repletas de libros, las mesas y las sillas repartidas por la habitación, un radio en una esquina, algunas escobas apoyadas en la pared y, colgados en las paredes de madera, los emblemas de las casas de Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff. Pero nada de Slytherin. Nunca había visto una habitación así, y se preguntó si estaban en Hogwarts.

''¿Dónde demonios estamos?'' preguntó Harry.

''¡La Sala de los Menesteres!'' le dijo Neville. ''La he redecorado un poco. ¡Estaba huyendo de los Carrow y me dejó entrar! Al principio era más pequeño que esto, pero desde que llegó el E.D., se ha ampliado y se ha vuelto aún más impresionante. El túnel hacia Ab apareció cuando tenía hambre. Nos ha proporcionado comida porque la sala no puede.

''¿Y los Carrow no pueden entrar?'' preguntó Ron.

''Nah'' dijo Neville tranquilo. ''Aprendí que había que ser más específico con lo que se quiere, así que sólo pedí la sala para asegurarme de que no entraran seguidores de Carrow. Mientras haya alguien en la sala, ¡está bien! Oh hey, chicos'' se dirigió al grupo de nuevo. ''¡Sí fueron a Gringotts!''

''¡No puede ser!'' exclamó Seamus. ''¿Qué estabais haciendo allí?''

Todos los demás empezaron a soltar preguntas similares, pero Hermione se desconectó cuando Harry se tambaleó de repente hacia delante, llevándose la mano a la frente. Se llevó la mano al brazo en un intento de estabilizarlo, pero al segundo siguiente él estaba bien, erguido, pero la expresión de terror en su rostro era delatora.

''Tenemos que darnos prisa'' susurró él, para que solo ella y Ron pudieran oírlo. ''Él está de camino''.

Tras ellos, hubo un ruido, y la puerta del pasadizo se abrió de golpe, revelando a Fred, George, Lee y Cho.

''¿Qué estáis haciendo aquí?'' preguntó Ron.

''Buenas tardes a ti también, hermanito'' sonrió Fred. ''Estamos aquí para la batalla, ¿no es así? Neville nos llamó''.

''¿La batalla?'' dijo Harry. ''Espera, espera, no estamos aquí por eso''.

''¡Por supuesto que sí!'' gritó Neville. ''¿Por qué si no estaríais aquí?''

''Estamos buscando algo''.

''¿Qué? ¿Y luego os vais a ir sin más?''

''Bueno... no, pero... ¡esto es una locura!''

''Cálmate, Harry'' sonrió George. ''No te pongas histérico''.

''No, no lo entendéis...''

Se oyó otro sonido detrás de ellos, la puerta del túnel se abría de nuevo a empujones, y Harry se calló. Al ver a Ginny, el rostro de Harry se iluminó, y Hermione sonrió en privado para sí misma, sabiendo cuánto tiempo hacía que no se veían. Pero no tenían tiempo para miradas melancólicas, y Hermione le dio un codazo a su mejor amigo.

ISOLATION | Dramione - TraducidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora