capitulo 11

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Dagmar

Las cosas han sido de verdad un verdadero desastre, mis padres me abandonaron para irse a Paraguay por negocios, me dejaron sola con un departamento el cual le deje a Ámbar, con ella las cosas siguen igual, hablamos y me dijo que me quedara con ella pero sabia, yo sabia que si vivía con mi mejor amiga, Five me buscaría allí.

Un día para otro mi vida dio un giro espantoso, pero las cosas que pasan son por algo, mi carrera fue abandonada y ahora tengo que trabajar en otra cosa. Un día caminaba por los parques, buscando trabajo, mi idea era volver a vender flores pero no dio resultado, vi una mujer, una señora mayor que me sonrió, ella se encontraba admirando el cielo y me acerque, hablamos por un rato y cuando me dijo quienes eran su familia quede paralizada, la madre de Five.

Me ofreció empleo como dama de compañía pero me dijo que yo sería como su hija ya que Danna, su hija, había dejado de visitarla ya que se mudó a España por trabajo. Acepte, no quedaba otra, nadie más me daría empleo y aparte estaba cansada de buscar…

Ahora me encuentro en una hermosa cama, doña Marina hizo que mi cuarto fuera arreglado en la planta alta de la casa, no quería que yo estuviera en el área de servicio, aunque insistí pero no puedo decirle que no a su sonrisa, ella es tan hermosa, es un ángel, mi ángel.

-Hermosa, despierta…

-Doña Elisa..

Doña Elisa, la señora que trabaja en esta casa desde que Five estaba en el vientre de Marina.

Hablando de Five, no lo he visto, Marina me dijo que él ya no la visita como antes y que tuvo un matrimonio arreglado, sentí culpa, culpa por no dejarlo explicar, pero el sentimiento de que tu corazón se rompe y la culpa de haberte metido con alguien comprometido, es más poderosa que cualquier cosa..

-Ya estoy levantada Elisa, ya voy.-suspiré y escuché sus pasos alejarse, ella es muy buena conmigo, me trata como si fuera su hija.

Me levanto y camino rápidamente hacia la ducha y el agua cae por mi cuerpo desnudo, enjabono mi cuello, pecho y abdomen, más abajo y más abajo, me detengo con la esponja en mis pechos y lentamente la paso por ellos, mis pezones se endurecen ante el toque y el agua me ayuda quitando el jabón de mi piel.

Después de Five, tuve un solo encuentro sexual que, sinceramente, fue un error, el joven era apuesto, muy apuesto pero en la cama era muy delicado, amoroso, a cada instante me preguntaba si estaba "cómoda" desde que perdí mi virginidad, amé el sexo fuerte, me encanta la idea de ser azotada, degradada de mil maneras, me fascina tanto que me hablen sucio pero esa noche fue tan.. ¡Ahhh!

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Me pongo unos jeans negros rotos, una blusa de algodon blanca y unas zapatillas blancas que hacen juego, me hago una media coleta y dejo dos mechones en mi frente, un poco de maquillaje y ya estoy lista.

Salgo de mi cuarto y voy directo a la habitación de Marina para darle los buenos días. Su dormitorio es tan inmenso y ella tan pequeña.

-Buenos días Mari…-digo sonriente y ella suelta una sonrisa de oreja a oreja dejándome ver sus dientes blancos.

-Dagmar querida, ¿Cómo estás?

-Bien ahora que te veo.

-digo lo mismo niña bonita.

Ella es la única que ahora me llama así, ese es mi apodo desde pequeña; niña bonita.

Me siento en la orilla de su cama y acaricio sus manos, esas manos tan desgastadas y llenas de arrugas, un anillo de oro está en su dedo, es su anillo de boda.

-¿Quieres levantarte? O te puedo traer el desayuno a la cama…

-por favor, creo que es un poco temprano para que una vieja como yo se levante..

-no te digas vieja, no lo eres Mari. Está bien, traeré el desayuno y luego de que te alistes te llevaré a pasear..-digo y sonrió tiernamente, ella me mira con un brillo en sus ojos, un brillo que según lo que me dijo, había perdido.

-gracias a mi niña…

-Ya vuelvo Mari…- me levanté e hice mi camino hacia la cocina.

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Me he familiarizado mucho con esta casa, es grande y llena de mil y una habitaciones, cada una con mil cosas dentro, desde oficinas hasta un gimnasio en la planta baja, justo antes de bajar las escaleras que van al sótano, mi lugar favorito es la cocina y la biblioteca, amó ocupar mis manos haciendo postres y comidas, Elisa y yo nos llevamos bastante bien en ese lugar tan hermoso llamado cocina, por otro lado, me gusta leer bastante y cuando doña Marina toma su siesta yo aprovecho y me escabullo a la biblioteca para tener un momento, me acuesto en uno de los sillones y leo capitulo tras capitulo.

La buena noticia es que no he visto ni a Five ni a su esposa Anna, prefiero que sea así, no verlo me hace bien, aunque teniendo en cuenta que estoy viviendo en la casa de su madre se que en algún momento vendrá nuevamente.

Hay algo que jamás podré dejar de hacer y es amarlo, lo sigo amando como el primer día en el cual supe que estaba enamorada de él, mentiría si dijera que no lo extraño, sus besos, sus caricias y su forma de follarme.

Lo extraño y lo amo, este amor es algo inexplicable, no pude olvidarme de él en ningún momento y duele, duele saber que ya no lo puedo tener, me arde el pecho al saber que él es de otra mujer por un maldito matrimonio arreglado.

-Dagmar…

Su voz. Levantó la mirada de mi libro y allí está, parado en el umbral de la puerta, sonrió de boca cerrada y él hace lo mismo, ¡Carajo! Extrañe eso, su sonrisa y como mi nombre salía tan perfectamente de sus labios, esto es más difícil de lo que creí.

-Five..

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¡Aaaaahhhhhh! ¿Que creen que pase?

Voten y comenten

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Ella es la amada Marina...

Ella es la amada Marina

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adicción (Five)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora