Capítulo 33

1.8K 204 90
                                    

—Que bueno que finalmente te hayas recuperado por completo, Momo —expresó la menor quien sonreía ligeramente a un lado de azabache que iba agarrada a ella para caminar—. Aunque está estrictamente prohibido que hagas esfuerzos aún.

—Solo usted dice eso, Yui —soltó la más alta con una ligera risa. La contraria había insistido en llevarla a su habitación para descansar en cuanto llegó a la academia después de su temporal retiro por herida. Yui le había dicho que estaría dispuesta a ayudarla en todo lo que pidiera a pesar de que Momo en teoría ya casi estaba curada por completo, solo sentía ligeros estirones en la zona de impacto de la bala. Pero fuera de eso estaba perfectamente bien.

Ahora mismo también la menor se encargaba de ayudarla a caminar, haciendo que Momo sonriera divertida ante el esmero que ponía la más baja en cuidarla, logrando que de alegrara por ello.

—Hazme caso, Momo. Recién te recuperaste y será mejor que te cures por completo antes de volver a hacer algo arriesgado —expresó convencida.

—¿Algo arriesgado? —cuestionó la azabache volviendo a reir— ¿Cómo caminar sola a mi cuarto?

—Es por tu bien... —murmulló Yui, algo avergonzada.

Desde que sucedió todo lo de sus padres, se había ocupado en mantenerse activa en todo momento. Trataba de buscar cosas que hacer para no darse ni un momento a solas como para que su mente comenzara a maquinar pensamientos que había comenzado a evitar.

Porque se sentía rara.

Desde que su padre se fue a prisión, era como si algo se hubiera desestabilizado en su persona, haciendo que llegara al punto de querer evitar quedarse sola con sus pensamientos.

Porque aquello le generaba cierto miedo, por algún motivo.

Una de sus actividades favoritas fue visitar frecuentemente a Momo con Kirishima en el hospital. Era prácticamente todos los días en que iba para verla y pasar tiempo, logrando que finalmente las dos féminas se hicieran mucho más cercanas. Después de todo había momentos en que Kirishima no podía ir por lo que quedaban las dos hablando de distintas cosas por horas.

Incluso las pláticas con Momo llegaron además a ser casi terapéuticas. Porque se sentía cómoda hablando con ella y gracias a su persona llegaron a tocar cosas que a Yui le contaba sacar a la luz. Pero estaba agradecida con Momo porque ella finalmente era su amiga y por su causa, muchos de los dolores que pensó que pasaría desde el día en que se desataron todos o la mayoría de sus secretos en el tribunal, se hicieran más llevaderos.

Definitivamente Momo se convirtió en un soporte y amiga especial de Yui. Porque pocas veces fueron las que la menor pudo sentirse sin la necesidad de estar en alerta constante, y con la azabache eso era posible.

Claro, sin olvidar al buen Kirishima.

Kirishima...

Yui también no paraba de pensar en él desde hace unos días, porque el mismo llegó a actuar en una ocasión de una manera algo irregular.

Una vez salieron del cuarto de Momo en una de sus tantas vistas al hospital, Yui y Kirishima iban caminando con tranquilidad por los pasillos mientras que la fémina le iba comentando al contrario una de las cosas que tenía planeada para traerle a Momo en su próximo retorno, pero esta, había notado que el chico se mantenía extrañamente callado y serio, como si estuviera dudando si decir o no algo.

La joven no tuvo más remedio que preguntarle directamente.

—¿Pasa algo, Kirishima? —preguntó ella, un tanto incómoda por el aspecto serio del carismático pelirrojo. No estaba siendo él mismo.

Absolute. [TodorokiXOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora