¿Por qué tenías que ser tú?

9. Lexy

Me quité toda la ropa mojada y me fuí directa a la ducha, me puse lo primero que cogí, una camisa ancha y unos pantalones negros rotos en la zona de las rodillas, eran unos de mis favoritos.

Volví a bajar y me fuí directa a la cocina, y ahí estaba el idiota de Mark. Dios, me dieron unas ganas de insultarlo y no se por qué o tal vez si... Pasé delante suya mirando al frente y me cogió por el brazo girándome para poder verme.

- Aún no te has disculpado-

- Disculparme de qué - dije molesta al estar agarrada.

- De esto- se señaló la cara. No pude evitar reírme al ver la marca de mis dedos en su mejilla, no me había dado cuenta de que le dejé la cara marcada y una sonrisa se formó en mi cara.

- Que sepas que te lo mereces y no pienso disculparme al igual que tú. Y ahora, si me dejas, me voy- dije soltándome de un tirón de su agarre.

- Te vas a cagar, enana- me sorprendió que me llamara así pero le respondí.

- Lo que tu digas, idiota -

Más tarde la gente se empezó a ir y nos quedamos en casa Soph, Matteo, Ava, Mark, Cameron, Diego, Tay y Charlotte, una amiga de Soph.

- ¿Qué queréis hacer?- dijo Cameron.

- Jugar a algún juego- le respondió Ava, no sabía quien era pero no me transmitía buenas vibraciones.

- ¿A qué?, ¿al escondite? - Respondí en tono burlón.

- A la botella y por ser tan graciosa empezarás tú - 

- Paso de jugar a juegos de niños pequeños -

- ¿Te da miedo?- dijo en torno burlón.

- Sentaros todos en un circulo - dije retándola con la mirada.

- Bien Lexy, tendrás que besar al que la botella apunte -

- Que infantil- dije sentándome al lado de Soph y Tay.

La botella empezó a girar y girar, parecía que nunca iba parar, pero de repente la botella fue más despacio e indicó a la última persona a la que quería besar. Si, la botella apuntaba al idiota de Mark.

- Ni de coña voy a besarte - dijo Mark, y cuando dijo eso me sentí la mujer más afortunada del mundo.

- ¿Te crees que yo sí? -

- Venga es solo un beso - dijo Cameron - Si no la besas tú, la beso yo - dijo mirando a Mark.

Se empezó a levantar para besarme.

- Ni se te ocurra idiota, te aviso -  Y noté sus labios sobre los míos... Me encantó la sensación, no sé por qué, no quería que se apartara. - No Lexy;  ¡para!, ¡os odiáis!- me dije para mi misma. Le aparté de un empujón y él se sentó en su sitio. Vi como Ava me lanzaba una mirada asesina y supe que la había cagado, pero no me importó y sonreí de oreja a oreja.

Más tarde se fueron todos menos Soph que se quedaba a dormir en casa, pero esta vez en mi habitación. Hicimos una "fiesta de pijamas" le conté que dentro de unos días llegaba Jake, mi mejor amigo y le enseñé fotos y todo. -  De pronto, me acordé del beso que me había dado antes el idiota de Mark y no puede evitar sonreír. Soph se dió cuenta.

- ¿Por que sonríes?- me preguntó con voz pillina.

- Porque se me ha ocurrido una idea. - Mentí a la vez que le conté la broma que había planeado en menos de dos minutos y fuimos al baño de Tay a por espuma de afeitar. Nos acercamos al cuarto de Tay donde él y Mark se habían quedado dormidos viendo una peli. Con mucho cuidado, y tratando de no reírnos, les llenamos las manos de espuma y empezamos a hacerles cosquillas en la cara. Al irse a rascar, ellos mismos se llenaron la cara de espuma y no pudimos aguantar las carcajadas. Vi como Tay cogía a Soph y la besaba, mientras le manchaba de espuma y vi como Mark me miraba, supe que no era nada bueno.

- Te vas a cagar enana -me envolvió con los brazos y me manchó toda la cara de espuma.

- ¡Para! - dije riéndome como una loca.

- ¿A qué viene esta bromita?- dijo Tay.

- Pues que somos muy graciosas - dijo Soph robándole un beso, entonces me cogió del brazo tirando de mi. Me separé de Mark y le dije:

- Buenas noches, Idiota -.