10. Marck

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Nos fuimos a dormir, y por la mañana Tay me despertó, eran las ocho de la mañana.

- ¿Por qué me despiertas tan pronto? - dije medio dormido.

- Hay que devolverles la broma a las chicas - cuando dijo eso me levanté de inmediato. Fuimos a su cuarto para ver si estaban dormidas y no había nadie, es más, estaba la cama hecha y todo. Nos miramos y fuimos abajo. Taylor vió a Soph tomando una taza de té.

- Hola dormilones - dijo en tono cariñoso.

- Hola pesada - respondió Tay.

- ¿Qué hay para desayunar? - pregunté, tenía mucha hambre.

- Pues no mucho, mira la nevera y elige - dijo Soph llevando la taza al fregadero.

Vi una manzana y la cogí.

- Me voy a dar un paseo - dije mientras salía por la puerta de la cocina y subía las escaleras para cambiarme. Me puse una camiseta y un pantalón de chándal y salí a correr por la playa. A esa hora no había mucha gente, sólo había gente haciendo deporte, como yo, cuando de repente vi a una chica con un top, unas mallas y una coleta alta. Vi que iba con cascos, me acerqué a ella y me di cuenta que era Lex.

Me puse a su lado para que me dijera algo y lo hizo se quito los cascos y empezó a hablar.

- ¿Qué haces aquí, idiota? - dijo, más que preguntó.

- Dar un paseo, ¿y tu?-

- Quería estar sola -

- ¿Me estás diciendo que quieres que me vaya?-

- Sí, justamente eso-

- Pues no me pienso ir -

- Que pesado eres -

- ¿Tienes el bañador puesto? - pregunté.

- No, ¿por qué? -

- Por saber - caminamos hasta el final de la playa y descansamos, vi como dejaba todo en la arena, sus cascos, los zapatos y se tumbó en la arena. Yo me quité la camiseta y para picarle la cogí en brazos y la llevé hasta el agua.

-¡De verdad Marck, bájame, no te lo pienso repetir!-

- ¿De verdad quieres que te suelte? - estábamos ya metidos en el mar. El agua me llegaba hasta las caderas y a ella le rozaba un poco.

- No, mejor no me sueltes, ¡te lo pido por favor !- Noté como se agarraba más a mí. Entonces me metí entero con ella y la solté.

- No me digas que ahora estas mejor - dije en tono picarón.

- ¡Eres un idiota! -

- ¡Y tú una bruta! -

- ¡Gilipollas!-

- ¡Enana! -

-¡Estúpido! - vi como salía y decidí seguirla.

- ¡Estoy empapada!-

- ¿Qué esperabas? - La miré de arriba abajo y me dió un golpe en el brazo.

- Yo me voy a casa, ¡ni se te ocurra seguirme, te aviso! -

- Ajá, lo que tú digas - vi como se fué y decidí quedarme un rato más. Al cabo de diez minutos, me levanté y me dispuse a volver. Pasé delante de ella y me gritó.

- ¡Cuidado por donde vas, idiota! -

Cuando llegué a casa no había nadie entonces me llegó un mensaje de Taylor que decía:

Taylor:
- Soph y yo vamos a dar una vuelta por la ciudad. Estaremos todo el día fuera, díselo a Lex y no nos esperéis para cenar seguramente lleguemos tarde.

¿Por qué tenías que ser tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora