Ecos de Amor.

Cascada.

Se había mantenido al lado de Sakura todo el trayecto, no podía permitir que nadie se acercara a ella mientras llevara a Yudai, aunque iba lo suficientemente cubierta como para pasar desapercibida, llegó a pensar que él debería llevar al niño, si los atacaban probablemente irían con todo a ella, había recibido un mensaje antes de partir de uno de los aliados que tenía y sabía que no tenían buenos planes para su antigua compañera.

El equipo taka y Rina no dejaban de sorprenderse por la cercanía que parecían tener Sakura y Sasuke, tanto así que sintieron curiosidad por cuán unidos fueron en el pasado.

—Llegamos. —anunció Sasuke.

Estaban delante de una cascada enorme, misma que tenía un torrencial de agua inimaginable y un arcoiris se podía notar.

—Vamos, tenemos que cruzar. —dijo el Uchiha.

—¿Qué? ¿Estás loco? La cascada tiene mucha presión, el agua no nos dejará pasar, además detrás no habrá más que una cueva cubierta de humedad.

—Te vas a sorprender pequeña. —comentó Jugo tocando el hombro de Sakura.

El Uchiha levantó sus cejas al escuchar como Jugo acababa de llamar a Sakura, quería decirle que no la llamara así, sin embargo notó como Rina se sobresaltaba, era algo que hacía Karin al sentir chakras acercarse a ellos.

—Alguien viene. —Rina tembló, apenas se estaba acostumbrando a todo. —Siento ocho chakras distintos.

—Bien, vamos.

Dejó salir su susano y introdujo a Sakura en él y atravesó la cascada seguido del resto de su equipo, la primera fachada detras de la cascada era una cueva con un aroma no muy agradable, la peli rosa apretó los labios y su cuerpo se tensó al darse cuenta de que afuera habían llegado algunos ninjas, abrazó a Yudai y retrocedió.

—Rina, oculta nuestros chakras ahora mismo. —ordenó Sasuke.

La peli roja obedeció, ya tenía práctica en ello por lo que le fue fácil lograrlo, Sasuke se mantenía observando con su sharingan, atento a si alguien intentaba acercarse a ellos, Sakura seguía inmóvil y detrás del equipo taka.

—Se han ido. —murmuró Rina unos minutos después.

—Estas aprendiendo rápido. —elogió Suigetsu a Rina.

—Por aquí. —le indicó el Uchiha a Sakura.

Pasaron por un túnel hasta llegar al final de la cueva en la cascada, el sol se podía apreciar de ese lado y al final se cernía una pequeña cabaña y un césped prominente, Sakura frunció el ceño al ver todo, jamás imaginó que allí hubiera todo eso.

—En invierno la cascada no tiene un torrencial tan grande y se congela, Jugo aprovechó eso para construir este lugar. —explicó Sasuke para Sakura.

Entraron a la cabaña, la cual tenía sólo tres habitaciones pequeñas, un baño, un salón y su cocina, detrás tenía un patio con algunos cordeles para tender la ropa y algunas siembras secas.

—¿Cómo vamos a estar si solo hay tres habitaciones? —preguntó Rina cruzando sus brazos.

—Lo mejor es que las chicas tengan una para las dos. —sugirió Suigetsu.

—No voy a compartir habitación con ella. —señaló la peli roja.

Sakura soltó una carcajada mientras se quitaba la capa y le brindaba una mirada afilada a Rina.

—Jugo y Suigetsu tendrán una habitación, Karin la otra y yo compartiré la mía con Sakura. —dijo Sasuke haciendo que todos se quedarán en silencio.