En La Base Anbu

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No podía sentirse más ansiosa, la noche se volvía larga para ella, esperaba que todo saliera de acuerdo al plan que tenían, deseaba tanto que Naruto estuviera bien.

Se levantó sin poder aguantar más estar en aquel futón improvisado y fue a revisar el pergamino, buscó un poco de luz y lo revisó nuevamente.

Sus ojos se ampliaron al ver que la tinta se terminaba de borrar delante de sus ojos y se formaba un edificio que a simple vista parecía pequeño, pero que al ingresar a él se podía ver que era de gran magnitud, más abajo tenía una coordenada, agradeció tener memoria fotográfica ya que la estructura no duró mucho.

Regresó por su pequeña cangurera y sacó su libreta de anotaciones y se apresuró a dibujar la estructura que había visto y a trazar líneas con las coordenadas que había visto, ya que conocía muy bien su aldea, aunque la zona en la que estaba aquella base no era tan conocida, pero la recordaba, había estado allí con Tsunade.

—¿Sakura?

—¡Sasuke kun! Mira esto. —la peli rosa no notó como había llamado al Uchiha, solo le importaba mostrarle con emoción que Sai le había dejado saber donde estaba Naruto.

El Uchiha sintió cierta emoción en su cuerpo al escucharla llamarlo con solía hacerlo, incluso se hubiera dado tiempo de recordar el pasado si Sakura no estuviera hablándole.

—Mira, Naruto está aquí, es casi a un extremo de la aldea, es una base más pequeña que tienen los anbu.—explicó Sakura.

—¿Conoces ese lugar? —preguntó Itachi acercándose a ellos.

—Más o menos, estuve una vez allí con Tsunade-sama, además Sai es muy listo, cuando la tinta se borró pude ver la base anbu y también unas coordenadas.

—¿Cómo sabes que esa era la segunda base? —Itachi de acercó sin ver el dibujo de Sakura. —No es por desconfiar de ti, pero ese lugar específicamente está cubierto de técnicas ilusorias que no están permitidas desactivar.

—Lo sé, fue algo que noté cuando fui con Tsunade-sama, pero igual no dije nada, porque a pesar de todo me di cuenta de donde estaba ubicada y la fachada real, mira tu mismo. —le mostró su dibujo y vio la sorpresa en el rostro de Itachi.

—¡Vaya! No dejas de sorprenderme...—la elogió el mayor de los Uchihas.

—Siempre fue buena para los genjutsus, no me extraña que eso mejorara con el tiempo. —lo interrumpió Sasuke.

—Partiremos en una hora, tengan todo listo. —sentenció Itachi.

Sakura asintió y se alejó para terminar de preparar todo, sentía que su cuerpo temblaba, no podía negar que tenía miedo.

—¿Ya se van? —preguntó Rina acercándose a Sakura mientras se frotaba los ojos.

—Si, dentro de una hora nos iremos. —Sakura sacó una bolsita de su cangurera y se la entregó a Rina. —Esto es medicina, están divididas para adultos y para Yudai, cada una tiene sus dosis específicas y sus especificaciones, usalas sólo si es necesario, pase lo que pase cuidalo, por favor.

—Cuenta con eso, tu y Itachi confiaron en mi, no voy a defraudarlos. —Rina abrazó a Sakura sin previo aviso dejándola sorprendida. —Gracias Sakura, por ser mi primera amiga, espero verte de regreso.

—No agradezcas Rina, no pasa nada, puedes contar conmigo siempre, espera por mi.

Una hora más tarde los hermanos, Suigetsu y Sakura salían de aquella guarida e iban rumbo a la aldea de la hoja, solo se detuvieron para que Itachi preparara la zona con técnicas ilusioras.

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