La tensión era parte de cada uno de ellos, sabían que eran muy buen equipo, tenían al ninja copia, el prodigio de Itachi, al ser más perseverante de todos, llamado Naruto Uzumaki, a Sasuke, quien tenía sed de venganza y a alguien a quien proteger, además de contar con una de las mejores ninja médico, Sakura Haruno, misma que había logrado dominar el Byakugou No In.
Aún así estaban preocupados y tenían miedo, ninguno quería bajas en su equipo, sabían que sus enemigos eran seres crueles y despiadados que solo buscaban beneficios para ellos mismos, tenían que tener cuidado.
Se detuvieron muy cerca de la aldea de la hoja, observando el panorama, notando la diferencia del lugar que fue su hogar y que tenía que serlo nuevamente, Sakura tembló y se abrazó así misma al pensar en todo el dolor de sus habitantes, solo apartó su mirada cuando sintió la palma de la mano de Naruto sobre su mejilla.
—Todo estará bien, Sakura Chan, de veras.—dijo el rubio con una sonrisa en su rostro.
—Miren. —Kakashi señaló una nube de humo saliente de la aldea. —Es la señal, vamos.
Volvieron a movilizarse con destino a la entrada de la aldea, sabían que era posible que parte de ella quedara destruida nuevamente, sin embargo podría renovarse si lograban salir victoriosos, tenían que hacerlo.
—Algo no está bien. —murmuró Itachi deteniéndose de forma abrupta.
Se giraron al mismo tiempo que un ave de arcilla se acercaba a ellos, mostrando el rostro emocionado de un rubio de cabellera larga, quien dejaba caer cientos de esferas de arcilla sobre ellos.
Saltaron y se dispersaron para evitar quedar en la trampa de Deidara, quien soltaba carcajadas mientras expresaba que aquellas explosiones eran arte, sin embargo su sonrisa se borró cuando la nube de humo desapareció y no encontró a ninguna víctima allí.
Quedaron separados, Itachi y Kakashi estaban a la par mientras que Naruto, Sasuke y Sakura estaban juntos, Deidara bajó del ave y la hizo explotar en el cielo mostrando cuan grande era su "talento".
—No tenías porque ser tan escandaloso. —murmuró alguien detrás de Deidara.
Kakashi apretó sus puños al ver a Obito allí, sabía que tarde o temprano volverían a verse, pero no contaba en cómo se sentiría.
—Cuando hablamos de arte háblamos de ruidos, de explosión, el arte no es silenciosa. —gritó Deidara.
Obito observó a Deidara con hostilidad, estaba realmente cansado de soportarlo y aunque era un buen aliado por sus dotes en batalla sentía que no podía continuar teniéndolo como compañero.
—Obito. —Kakashi llamó a su antiguo compañero haciendo que sus miradas se encontraran.
—Ha pasado tiempo, Kakashi. —murmuró Obito. —Ya me encargaré de ustedes, primero debo deshacerme de la basura.
Kakashi y el resto se sobresaltaron al ver como Obito acortaba la distancia con Deidara y lo atravesaba con su mano derecha, tomándolo por sorpresa.
—¡Maldito! —gritó sintiendo cómo su vida se apagaba poco a poco. —Vendrán conmigo al infierno. —sentenció Deidara.
El cuerpo del rubio comenzó a cambiar de forma, desfigurandose y aumentando de tamaño, la explosión que vendría a continuación era inevitable.
—¡Retrocedan! —gritó Itachi acercándose a su equipo junto a Kakashi.
Sasuke dejó salir parte de su susano, protegiendo específicamente a Sakura y no sólo eso, sino que la abrazó para protegerla con su cuerpo cuando la explosión retumbó en los alrededores, dejando el lugar prácticamente desolado, aumentando así la ira del más joven de los Uchihas.
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Ecos de Amor.
FanfictionTenía en sus brazos al hijo del hombre que siempre amó, algo se rompió dentro de ella al darse cuenta de que Sasuke nunca le pertenecería. Le había prometido proteger a ese niño y cuidarlo hasta que él regresara, sin embargo jamás esperó verse envue...