Abrí la puerta de mi hogar con pesadez, dejando mis zapatos en la entrada y mi mochila en la mesa. A paso lento me dirigí a la cocina, pero para mi sorpresa se encontraba Shoto en traje de doctor sentado en el sillón.
— Bienvenida, Hanako.
— Shoto, ¿qué llevas puesto? — miró con diversion al bicolor mientras se sentaba alado suyo.
— Bueno, por el festival hicieron un café con la temática de profesionones y me estaba probando el traje.
— Vaya, no te queda mal... ¿Por qué no me haces un chequeo, eh? — sonreí pícara mientras me sentaba en su regazo.
— Bien, primero revisaré... Acá — sus manos pasaron por mis muslos creando un camino hasta caer en mi cabeza, dándole un pequeño golpe —.
— ¡Ah! — miraba con el ceño fruncido al bicolor mientras se sobaba —.
— Estoy en lo correcto — Asentia de forma segura —. Se escucha hueco — sonreía con gracia cuasandole un enojo a la chica —.
— Maparido, hueco tu cola — jalaba sus mejilla con enojo —. Yo que esperaba mi momento hot.
