Lo peligroso del amor

2. Mudanza

El día siguiente llegó no con muchos ánimos, a ti te seguía doliendo la pierna y además tenías cruda. 

Tú te fuiste a tu cuarto en algún momento de la madrugada y dejaste a los chicos de lado, saliste de él y te dirigiste a las duchas, a pesar de ser el taller de costura de tu hermano, ambos vivían allí, pero el día de hoy te mudabas, por ello tu cuarto se encontraba lleno de cajas, querías tu propio lugar, de verdad amabas pasar tiempo con tus amigos, pero era mejor tener tu privacidad, además de que casi no cruzaban tiempos tu y tu hermano, el se la pasaba con sus amigos y tú en peleas, por que además de ser la líder de Scarlet Gang eras boxeadora, por lo que los golpes no eran un problema al momento que se presentaban. 

Casi nadie sabía de ti, excepto tus hermanitas Luna y Mara que se lo contaban de vez en cuando a los chicos, pero casi nadie les hacía caso. 

Te encaminaste al baño con algo de ropa que encontraste, lo cual era un short con una playera negra y un gato, casi toda tu ropa la había hecho tu hermano, hubo un tiempo que no había mucho dinero y el se puso a la tarea de vestirlos a los 4, todas las ropas que eran de "marca" el las había conexionado. 

Al entrar al baño sentiste como el agua caliente recorría por toda tu espalda, mojando tu cabello y cuando llegó a tu muslo hizo que sacaras un gemido de dolor por la herida que tenías, trataste de no tallar muy fuerte la herida ya que dolía como no tenías idea, jamás te habían apuñalado tan fuerte, además de que fue con odio. 

Saliste con la toalla amarrada en tu cabello y otra que cubría tu cuerpo, te ibas a comenzar a secar cuando divisaste un cuerpo fornido y una cicatriz en el vientre, se parecía a la tuya que tenías en el muslo. 

Ambos se sonrojaron al encontrarse en aquella situación, Draken tenía una toalla enredada en su cintura. 

-¡___ -chan! - dijo aquel chico alto con un dragón en la cien, se te había olvidado su nombre. 

Te cubriste los ojos y dijiste - lo siento, yo no puse seguro a la puerta, además de que olvidé tu nombre. 

Aquella situación hizo que Draken abandonara el baño de golpe, cerró la puerta y desde fuera se comenzó a disculpar repetidas veces. - por cierto... mi nombre es Draken. 

Al verte al espejo te sonrojaste más de lo que esperabas, era un chico demasiado apuesto, sus abdominales eran algo que podrías apreciar todo el día... ¿pero que dices? ¡tienes novio!

Continuaste vistiéndote pensando en como su sonrisa fue torpe al disculparse, pero... ¡tienes novio! deja de pensar en ello. Al salir del baño seguía Draken esperando a que salieras. 

-Sumimasen (perdón), Draken-san - dijiste y saliste ya vestida y perfumada. lista para el día. 

-No hay problema, ____-san. - dijo sonriente y entró al baño.

Al salir pudiste observar la escena de la sala, todos seguían allí tirados, excepto Takemicchi y Mitsuya, ambos se encontraban haciendo el desayuno para todos. 

Sacaste tu celular y tomaste una foto a todos como estaban tirados con botellas de sake a su alrededor. Esta foto vale millones, pensaste y guardaste el celular. 

Te pusiste el delantal y le ayudaste a tu hermano

-Ohayo, onii-chan - dijiste alegre. 

Takemicchi comenzó a sonrojarse con tu presencia, y se cortó un dedo soltando un chillido como si se tratase el de un cerdo, causando que todos se despertaran de golpe. 

-¡Maldito estaba soñando! - dijo Kazutora parándose rápido de su posición y soltándole un golpe a su brazo. 

-Me corté el dedo, Kazu... - dijo con lagrimas en los ojos del rubio chillón.