19. Mascota

6.4K 616 430
                                    


Despertaste y no te lo podías creer, Draken estaba tu lado. Sentiste muchas emociones en un solo momento, fue un momento tan lindo que se te hizo casi imposible que el saber que ese chico estaba a tu lado.

Su cabello estaba todo desordenado, algunos mechones cubrían su cara, lo quitaste de encima con tus dedos, causando uno que otro quejido de aquel chico. Al poco tiempo ya se encontraba despierto, volteó a verte y te abrazó, te atrapó entre sus brazos y te acercó a él.

-Buenos días, princesa. - te dijo mientras te daba un beso en la cien.

-Hola dragonsito - dijiste mientras ponías tu cara frente a la de el.

-¿Cómo dormiste? - te preguntó mientras llenaba tu cara de besos.

-Muy bien, ¿y tú? - preguntaste mientras agarrabas su cara entre tus manos haciendo que te volteara a ver.

-Contigo... todo es perfecto - dijo mientras te besaba.

Aquel momento era tan romántico que sentías que volabas, no podías creer que él era tu novio y además de que ambos se querían. El que ahorita estés en una relación con Draken, jamás te hubiera pasado por la cabeza.

Se paró y pudiste observar cómo todo su torso estaba al descubierto, lo cual te daba una perfecta imagen a su abdomen y esa V que desde hace días te mantenía loca.

Te perdiste tanto en su abdomen y Draken se dio cuenta, por lo que dijo

-¿Te gusta lo que ves? - preguntó y no pudiste votar ruborizarte.

-Yo... bueno... - dijiste entrecortado - es que la verdad... es que... no puedo creer que tenga un novio tan guapo.

-El que tiene suerte soy yo - dijo mientras se acercaba a ti y te daba un beso. -Voy a hacer el desayuno, te espero para después de ti bañarme.

Te dirigiste a tu armario y sacaste un vestido negro con tirantes, y con una playera blanca, con unas botas blancas y unas calcetas negras que salían un poco de las botas.

Entraste a tu baño y comenzaste a bañarte. El día de hoy era la fiesta y necesitabas prepararte. Te apuraste y te hiciste un delineado sencillo, te pusiste un poco de rubor y un labial rojo.

Al salir Draken te observó de pies a cabeza, se comenzaba acercar a ti y te cargó como princesa.

-Te ves hermosa con ese conjunto - dijo mientras comenzaba a besarte el vuelo - pero te verías mejor sin el.

-¡Amor! - te sentiste muy roja en ese momento. - Basta, me tarde en arreglarme.

-Esta bien... pero de esa no te salvas, ¿eh? - te dijo mientras regresaba a la cocina.

El desayuno te lo hizo el, te hizo hot cakes con chispas de chocolate.

Ambos comieron juntos y luego de un rato él se fue al baño a ducharse. Pero obvio la curiosidad era mucha en ti.

Te quitaste tus botas para no hacer ruido, te fuiste en pasos silenciosos a asomar al baño.

Dejó la puerta entre abierta, cosa que supusiste que hizo a propósito, luego él se estaba duchando y se cabello lo traía recogido, aquello te dio ternura, por que no sabías por qué lo hacía, se siguió duchando y hasta que salió viste como envolvía su cadera con una toalla, toda su silueta era algo digno de apreciar, de verdad que te traía loca ese hombre.

Ambos se sentaron a comer botana y ver películas, el quería ir a reponer las papas que se habían comido para tener más en la fiesta, pero de cierta forma tenías un mal presentimiento.

Lo peligroso del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora