Lo peligroso del amor

25. Esto es bueno

Se quedaron dormidos ante tal acción que tuvieron el día anterior, además de que tu estabas exhausta, tu pierna te dolía un poco. Pero de recordar por qué te dolía, te hacía sonrojar. 

Ya habías despertado y viste como tu novio seguía dormido, pudiste apreciar lo bello que era, además de que tenía varios cabellos sueltos que tapaban su cara, se te hizo tierna aquella escena. Pero te vio y se abalanzó sobre ti. 

-Buenos días, princesa - dijo con su voz ronca y con un pequeño bostezo. 

-Buenos días, mi amor - dijiste y le diste besos repartidos en toda su cara. 

-Basta... - dijo entre risas - me das cosquillas - dijo mientras te abrazaba y se ponía sobre ti. 

-Auch, mi pierna - dijiste por que en ese movimiento te dolió un poco. 

-Pero ayer no te quejabas - dijo, en efecto tenía razón - deja voy por tus medicinas y te cambio tu vendaje. 

Salió del cuarto y trajo consigo un kit que compró y con unas pastillas y un vaso de agua.

-Toma - te dio las pastillas y el vaso - estira la pierna para que te cambie el vendaje. 

Tomaste las pastillas y el abrió el kit y se acercó a tu pierna.

Quitó el vendaje lentamente, no quería lastimarte, luego quitó la gaza que cubría la herida y de esta estaba un poco con sangre y tu piel se encontraba sanando, por lo que la tenías muy sensible, cualquier roce causaba un poco de incomodidad en ti. Luego sacó un liquido rojizo para sanar tus heridas y lo colocó con algodón sobre tu herida, tu te aguantaste pero no pudiste evitar sacar un quejido. 

-¿Te lastimé? Perdón, - dijo Draken. 

-No, todo bien - dijiste - solo que me ardió un poco. 

-Cualquier cosa me dices ¿ok? No quiero lastimarte - dijo mientras continuaba limpiando tu herida. 

Colocó otra gaza y sobre ella el vendaje, luego de ello te dio un beso sobre este mismo vendaje. 

-Escuché de alguien que si le das un beso en la herida sanan más rápido. - dijo tu novio y aquello te dio demasiada ternura, ya que fue de los primeros encuentros que tuvieron ambos. 

Pasaron el rato en su cama, cuando sonó el timbre de la casa. 

-Deja abro - dijo Draken. 

-¿Qué pasó? - preguntaste. 

-Es la mudanza, yo voy - y se paró de la cama. 

Tu lentamente te paraste y te dirigiste a la puerta, eran pocas cajas como tú, máximo eran 10 de tamaño mediano. 

En ese momento se puso a desempacar y tu estabas sentada en el sillón y le ibas dando direcciones de donde poner las cosas. 

A penas llevaban 3 cajas y ya era medio día, pidieron pizza y refresco, y mientras comían continuaban desempacando. Estaban escuchando música de todo. 

-Tenemos un desastre, tenemos que ir alzando la basura - dijiste 

-Es que necesito checar las cajas para saber que ya están vacías, no quiero que se vaya algo por allí. - dijo tu nombre. 

-Vamos a hacer algo, tu te pones a checar las cajas y sino tienen nada las ponemos a lado de la puerta y eso ya es basura y yo voy sacando y acomodando las cosas. 

-Ok - dijo dándole una mordida a su pizza. 

Ambos continuaron desempacando, el rato era agradable, cada que pasaban cerca del otro se besaban.