33. Rehabilitación

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-Vente corazón, sube al coche - dijo Wataka mientras les agarraba la espalda. - ellos no valen la pena tus lágrimas. 

Subiste al coche y tu abuela a tu lado. 

-¿A dónde vamos? - dijiste un poco abrumada. 

-A Australia - dijo tu abuela mientras acariciaba tu cabello - Sasha, al aeropuerto. 

- Si, señora. - dijo la chica y arrancó el coche. 

-¿Justo en este momento nos vamos? - preguntaste algo asombrada. 

-Sí, ahora. - dijo aquella señora y continuaron el viaje - pero pasaremos a tu departamento para que recojas tu ropa y tu katana. Ya tu hermano me dio la dirección.

-Está bien - dijiste un poco cabizbaja. 

Llegaron a tu departamento y se estacionaron afuera. 

-Sasha, ayúdale a ______ a empacar sus cosas. - dijo tu abuela.

-Sí, señora - dijo Sasha y ambas se bajaron del auto. 

-Aquí las espero - dijo la señora desde dentro del auto. 

Llegaron a tu departamento y estaba como lo recordabas, ropa tirada y cosas en la cocina, algunas cajas, supusiste que eran de Draken, entraste a tu cuarto y la cama estaba hecha, igual pensaste que el la había arreglado, sacaste de tu closet una maleta y comenzaste a sacar tu ropa, la mayoría no sería del agrado de tu abuela. Solo sacaste poca de ella, algunos trajes, tu traje de la Scarlet Gang y sudaderas, algunos jeans y tu ropa deportiva. 

Entraste al baño y solo te llevaste tu plancha de cabello y la pistola de aire, dejaste todo lo demás, todo lo estabas poniendo en tu cama, luego lo arreglarías. 

-¿Necesita que le ayude en algo? - te preguntó Sasha.

-No, gracias. - dijiste mientras sacabas las cosas de los cajones de tu closet - bueno, ¿puedes ir guardando las cosas de la cama en las maletas?

-Claro - dijo y comenzó a doblar la ropa y a guardarla. 

El ambiente era tenso y algo sombrío, todas las ventanas del departamento estaban cerradas y la luz era tenue. Te sentías demasiado sola y extrañabas tu vida pasada... si tan solo no hubieras tenido que rescatar a Hina, ahorita podrías estar en el cine con tus amigas o paseando a Kira por el centro acompañada de Draken, pero no. 

Comenzaste a llorar y te tiraste en el sillón. 

-¿Se encuentra bien? - preguntó aquella chica. 

-No, extraño a mis amigos y a mi novio... - dijiste mientras te hacías bolita. 

-Mientras más rápido terminemos, más rápido nos iremos y dejaremos esto atrás. - dijo mientras te ayudaba a pararte del sillón. 

-Está bien Sasha - dijiste entre lágrimas. 

-Déjeme le traigo un pañuelo - dijo y fue corriendo al baño - aquí está - comentó al regresar 

-Gracias - dijiste mientras te limpiabas. 

Te levantaste y fuiste a la alacena, querías ver si no había nada de valor y no, checaste el resto de la casa y nada, de regreso a tu cuarto Sasha ya tenía toda tu ropa guardada y con una maleta de mano y tu funda de la Katana.

-Gracias, Sasha - dijiste y le abrazaste.

-Oh... - dijo mientras recibía tu abrazo - no hay de que. 

-¿No estás acostumbrada a los abrazos? - preguntaste. 

-No, realmente solo soy la secretaria de su abuela, por ello no tengo mucha autorización de dar muestras de afecto. 

Lo peligroso del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora