17. Alguien nos observa

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Al día siguiente ahora si se habían ido tus amigas, así que como rutina fuiste al gym y entrenaste con tu coach, tenía que prepararte para la temporada, ya iniciaban cuartos de final y no querías perder, querías volver ir a la final.

Al salir del entrenamiento sentiste como si alguien te siguiera, volteaste y no había nadie. Retomaste tu camino a tu casa, te duchaste y te pusiste unos pants y una playera holgada, una gorra, tenis y saliste al supermercado a comprar el super, al llegar te pusiste a completar la lista que previamente habías hecho, al salir y guardar las cosas volviste a sentirte observada, volteaste en todas direcciones, pero no había nada.

Llegaste a tu casa, el día de hoy te propusiste a hacer algo de comer que no fuera yakisoba, pero como terminaste quemando la comida, al final comiste yakisoba instantáneo.

Tus días de la semana pasaron normales, pero algo no te hacía sentir cómoda, así que le llamaste a la persona que más confiabas y era más sigilosa que nada, a Mai.

Pero como no querías que la identificaran le llamaste por teléfono.

-Hola, ¿Cómo estás? - preguntaste iniciando la conversación.

-Bien, aunque los entrenamientos me tienen muerta, dime ¿Para qué soy buena? - preguntó sin rodeos.

-Siento que alguien me está siguiendo y necesito de tu ayuda. - dijiste.

-Ok... y supongo que quieres que lo descubra, ¿no es cierto? - preguntó tu amiga.

-Sí, por favor. - contestaste.

-Dame dos semanas y te conseguiré la información. Mientras sigue tu vida con normalidad, no bajes la guardia, eso sí, pero que esa persona no sospeche que ya la viste o lo que sea. - luego de eso colgó.

Así que confiaste en tu amiga y esperarías a que llegaran esas semanas.

Luego de eso te fuiste a duchar, pero querías relajarte, así que en tu tina la llenaste de burbujas, a su al rededor prendiste las velas y te decidiste meter.

Pasaste un buen rato, cumpliste el cometido, te relajaste. Aquella situación de que alguien te observaba te tenía muy tensa, al salir del baño Draken te marcó.

-Hola nena - dijo el chico.

-Hola guapo - dijiste un poco apenada, realmente no sabías muy bien como comportarte. Era demasiado lindo el chico, además de apuesto.

-Mañana es la fiesta, ¿verdad? - preguntó Draken.

Maldición, se te había olvidado por completo.

-Sí, se me había olvidado jajajaj - dijiste un poco avergonzada.

-Paso por ti y hacemos las compras, ¿te parece? - preguntó, cosa que se te hizo muy tierno de su parte.

-Claro, nos vemos en... - no terminaste de hablar por que te interrumpió.

-Llego en 10 minutos. Te quiero guapa. - y colgó.

Nunca te había dicho te quiero, aquello hizo que te ruborizaras y además gritaras de emoción. Agarraste tu bolsa y te propusiste a esperar. Al cabo de unos minutos llegó.

Tocó la puerta y lo dejaste pasar, ambos se saludaron con un beso en los labios, te abrazó y eso te hizo sentir segura y a la vez muy feliz.

-¿Vamos? - dijo Draken y ambos salieron de la casa.

Se encaminaron al super, el fue en moto pero los dos se fueron en tu coche por lo mismo que comprarían demasiadas cosas.

Al llegar se pusieron a comprar refrescos, vasos, alcohol, botana, alitas y boneless congeladas para la fiesta, también se pusieron a tontear en el super, se pusieron a jugar y de vez en cuando se daban un beso.

Lo peligroso del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora