Lo peligroso del amor

32. Visita de la abuela

Tenía que estar presente Takashi en cuanto llegara la abuela, Wataka era una señora demasiado refinada, ella le enseñó a ____ todo lo que sabe con la katana. A los 13 años de Takashi se habían muertos sus padres. 

Después de la muerte de nuestros padres ella se hizo cargo de los 4, Mana, Luna, _____ y Takashi se mudaron 5 años a Australia, les enseñó modales, como sentarse apropiadamente, como ser buenas personas en sociedad, allí Takashi comenzó a desarrollar sus habilidades de costura, _______ comenzó a participar en eventos más grandes del uso de la katana y Mana y Luna se encontraban estudiando ballet, eran la familia perfecta ante la sociedad, pero lo que no sabían es que la disciplina de la señora Wataka era a base de golpes, no les daba de comer si fallaban e incluso ya estaba arreglando los matrimonios de ______ y Takashi. 

Ambos hermanos comenzaron a ahorrar sin que su abuela se diera cuenta y un día los 4 escaparon a Japón, fue cuando el se reunió nuevamente con la ToMan y ______ peleaba clandestinamente en aquel estacionamiento abandonado.

Un día le tocó pelear con Baji y ambos fueron a un café después de eso, se hicieron amigos a base de golpes, de ves en cuando coincidían y ella comenzó a hacer su pandilla. 

En Night Safari conoció a todas sus ex conquistas, a Hanma, Sanzu, Ran y Taiju. 

Con el único que pudo concretar algo fue con Hanma. 

Hanma le pidió que no se dedicara a las peleas clandestinas y fue cuando le presentó a su mánager y la indició al mundo del boxeo. 

Los 4 rehicieron su vida sin su abuela, al inicio los amenazó en que tenían que volver, pero ella después de meses dejó de insistir.

A todos les mintió que les dejó ir a conocer el mundo, aquella señora era demasiado rica, se dedicaba a impulsar proyectos y dar financiamiento de estos, por lo que constantemente recibía dinero y era dueña de una cadena de restaurante demasiado lujosa en toda américa. 

[...]

Takashi ya se encontraba en la entrada de la clínica esperando a que llegara Wataka, sabía que no tardaría mucho ya que aquella señora es demasiado puntual. 

Justo a las 12 de la tarde ya se encontraba bajando de su coche.

-Hola Takashi - dijo aquella señora - puedo ver que mis enseñanzas se fueron al caño contigo, tu pelo pintado, perforado y además tatuado... todo un pandillero de seguro. 

-De echo sí, soy comandante de la segunda división de la ToMan - dijo haciendo enojar a su abuela. 

-De todos los futuros que pudiste escoger te fuiste por el peor, de verdad no sé que hice para merecer esto, una suicida, un pandillero ¿y Mana y Luna? No me digas que se volvieron prostitutas. - dijo la señora mientras entraba a la clínica. 

-No, están en casa terminando sus estudios. 

-Ojalá ellas no sigan sus pasos. - dijo y se dirigió con la secretaria del lugar.

-Vengo a hablar con el Doctor Kim para la internación de Mitsuya ______. 

-Claro, déjeme la anuncio y la haremos pasar en seguida. - dijo la secretaria y se dirigió a la oficina del doctor. -Puede pasar - dijo y regresó a su escritorio. 

-Arreglemos este chistecito de tu hermana de una buena vez. - dijo Wataka mientras avanzaba. 

Ambos se dirigieron a la oficina pero la señora interrumpió el paso. 

-¿Qué no escuchas? Solo me habló a mi, a ti no. Niño desobediente, ve a sentarte. - dijo y ella entró sola a la oficina. 

Takashi de mala gana se fue a sentar y por un momento se sintió un niño de 10 años.