Lo peligroso del amor

42. Tribunales

Tu corazón latía al millón, de verdad querías verle y abrazarle.

En el elevador planeaste mil conversaciones y no te importaba si te encontrabas a aquella chica, era una persona cualquiera, querías a Draken... amabas a Draken. 

La puerta del ascensor se abrió y tu corazón lo pudiste escuchar crujir. Esa escena fue algo doloroso de ver, te dolío hasta lo más interno de tu ser. 

Al abrir el elevador estaba Draken con el cabello teñido de negro, lo con una coleta y dos mechones le colgaban de cada lado, cosa que era nueva para ti, pero en sus brazos estaba aquella chica, se abrazaban, no estaban haciendo más, ella tenía su cara hundida en su cuello y el le abrazaba por la cintura. 

No pudiste evitar llorar e ignoraste la señal de bajada del elevador, esperaste lentamente a que se cerraran las puertas y presionaste el botón de planta baja, que cobarde fuiste, te dijiste a ti misma, ¿no qué no importaba que estuviera ella allí?, continuaste reprochandote.

Lloraste un rato, no querías arrancar la motomientras llorabas, te calmaste un poco y ahora si te encaminiaste a tu departamento. 

Al llegar estaba vacío, otra vez, checaste el refrigerador en busca de comida y lo que había era una nota de Hannah

"Me fui con Takashi para darles más privacidad a ti y Alex 7u7.

 TQM <3"

-Gracias Hannah... pero creo que es no será posible. 

No solo habías alejado a un chico increíble por una corazonada, sino que Draken realmente si había avanzado y el hecho de que estuvieras llorando era la prueba perfecta de que seguías sin superarlo. 

{...}

Llegó rápidamente el día de la audiencia conciliativa, si algo podías hacer era ayudar a esa persona, fuera de eso no te importaba nada más, obviamente le contaste la situación a Hannah y ella lo entendío y quiso regresar a tu departamento para que no estuvieras sola, pero insististe en que se quedara con tu hermano, era tiempo de que te dejaras de refugiar en las personas y atacar los problemas de frente. 

Te estabas arreglando con un traje sastre negro y una camisa blanca, tu bolsa y guardaste los documentos que ibas a presentar en el tribunal.

Saliste con tiempo pero el tráfico no estuvo de tu lado y ya quedaban solamente 10 minutos y querías llegar temprano para hablar con el chico y tuviera una idea de lo que se iba a hacer en juicio, pero supusiste que esa vez no se iba a poder. 

Llegaste justo a la hora y ya habían hecho pasar a tu cliente, te presentaste y te hicieron pasar a la sala, te sentaste y estabas de lo más apurada posible, no checaste ni donde te habías sentado, colocaste tus cosas y abriste el expediente, te sentaste y al momento que entró el juez todos en la sala se pararon.

Seguiste con la mirada al juez y fue cuando tu mirada recayó en aquel chico. Para tu sorpresa no tenía para nada lo que habías imaginado para un Kaden Bristol, buscaste entre todo el expediente buscando la foto de su cara, pero no había. Era un chico pelinegro, muy alto y no podías verle la cara, tenía el cabello suelto, se parecía al de Baji. 

Comenzaste a sudar frío a tal grado que no escuchaste que el juez te había hablado. 

-Vuelvo a repetir, ¿se encuentra la defensa de Bristol Kaden? - dijo aquel señor. 

-Lo siento, tengo problemas auditivos - dijiste como mentira. Te paraste y levantaste protesta. 

-Pasemos a la parte de las pruebas. - dijo el juez. - iniciamos con Hansel Kiyuta