Licor De Cerezo Japonés

Sakura...

Soy una gran cirujana, soy la mejor cirujana. Para ser cirujano se necesita cierta obsesión por sí mismo y ahora tengo un anillo de compromiso en mi dedo anular. Eso lo entendía yo, también Sasuke, de hecho creo que él lo entendía mucho mejor pues había estado ligando con la nueva enfermera Chino Fujin desde que llegamos esa mañana. Y claro eso me ponía de muy mal humor, tanto que había roto el moño para el regalo de Sarada.

— Entonces ¿a que hora sales de aquí?—
—A las 4, Doctor uchiha.—

—¿Y estas libre para una en cena en Sarabeth's?—

—Si yo...—

—Tú  si pero él no, permiso.— lo tome del brazo alejándonos  de ella y cuando no  pudo vernos le reclamé.— ¿lo recuerdas? la cata de licores, mi padre me ha llamado, quiere fotos para presumirle a mis tíos que seguimos la tradición. —

—Podemos invitarla, tu prometido vendrá con nosotros ¿no? —Me miro con cierto recelo— Así tendré con quien embriagarme por que mi mejor amiga no me cuenta nada sobre su relación, y el hecho de que se casa en un mes.—

—¿Estas celoso?— le pregunte mientras sonreía triunfante.

—No— se giro dándome la espalda recargandose en una de las rejas. —Solo estoy molesto por qué no me cuentas nada.—

—Yo no sabia que me iba a proponer matrimonio, ni siquiera sabía que...— Cierto no le había contado lo que pasó después de que nos dejara solos, por alguna razón no podía salir de esa burbuja, mi vida se estaba poniendo de cabeza y yo solo estaba ahí mirando sin hacer nada.

—Sakura yo conozco tu ciclo menstrual, el número de tus zapatos y que odias dormir  sin tu manta de cerditos Se que a los 16 te dio una infección  vaginal por qué no te cambiaste las bragas durante dos días ¿Por qué no me dices que es lo qué sucede en realidad?—

—No sucede nada, no sabia nada del matrimonio te lo juro. —

Se volteo tomándome de la cintura y me pego a él. Me beso, y fue algo tan demandante que casi se me va la vida en ello. Su lengua recorría mi boca, sus manos me apretaban contra él sintiendo su erección  haciendo que mi cuerpo lo reclamara dentro de mí. Me mordió el labio y luego me miro a los ojos, y yo me perdí en los suyos como si allí estuviera mi lugar.

—Sakura— me dijo  pasando su lengua por el contorno de mi oreja.

—Sasuke— Suspire intentando calmar mis ganas de que me hiciera el amor ahí mismo.

—Prométeme que nada cambiará entre nosotros, promete que vamos a seguir igual que siempre. — me tomo de las mejillas y me hizo mirarlo, encontrándome con un Sasuke diferente. Entonces supe que a nosotros nos unía algo más que una simple amistad.

—Ya te lo he dicho antes. Eres mi persona, eres todo lo que necesito en la vida. Así que ve planeando como vas a escabullirse en mi habitación cuando Naruto no esté en casa. — 

Los dos comenzamos a reir y luego nos volvimos a besar.

—Ya se me ocurrirá algo— me dijo regalándome un último beso. —Tenemos que ir con Sarada.—

—Anda, llevemosle los 2 millones de yenes que te has gastado en juguetes y ropa. Por cierto Naruto, tiene una cirugía importante esta tarde así que no vendrá con nosotros.—

—Eso me pone increíble feliz.—
—Lo se—

La niña había pasado ya al piso de pediatra, sasuke le pido a dos enfermeras de cada turno que se encargarán exclusivamente de ella, también le dio una habitación privada y ahora le había comprado casi 30 vestidos y unos 20 juguetes, para regresar a la casa hogar. Pero la niña lo único que quería era abrazarlo y lo hizo cuando lo vio.