¿Existe el final feliz?

1.3K 127 18
                                    

Sasuke.

Todos dicen que el final feliz de una pareja es cuando se casan, pero yo creo que es apenas el comienzo de una nueva historia con muchos obstáculos que superar. Sobre todo si las personas qué están a tu alrededor ponen aros, aros con fuego.  La luna de miel fue lo mejor de todo, comimos muchas cosas, viajamos a muchos lugares y tuvimos sexo infinidad de veces. Luego tuvimos que regresar a la realidad, hospital, cirugías y ahora Paternidad. Bendita Paternidad.

Debo decir que la Paternidad era muy bonita, Sakura y Sarada se llevaban muy bien y hacían cosas de chicas. La había llenado de vestidos y prendedores para el cabello y siempre le ponía conjuntos que la hacían lucir adorable. Estaba tan feliz de ser mamá, sobre todo por que no había tenido que parir.
Las tardes del fin de semana se habían convertido en una sección de películas y palomitas, otras veces en la hora de té  con la Señora oso. Le habíamos preparado una habitación de ensueño, quería que mi hija tuviera todo lo que le había hecho falta sobre todo amor.
Esa mañana Sakura y yo habíamos hecho el amor como nunca, nos habíamos besado  como si nos fuéramos a separar por un largo tiempo.  Pero solo estábamos demostrándonos cuanto nos amábamos .

—¡Sarada apresúrate o llegaremos tarde! — le dije mientras trataba de arreglar su maleta para llevarla al colegio pues tendrían una pequeña excursión.

—¡Si papá!— la niña bajo con su pequeño oso de peluche y una bata blanca.—La Doctora Uchiha esta lista.—

—Somos muchos Doctores Uchiha en esta casa. — me dijo Sakura mientras bajaba de la escalera. — Es hora de ir al museo ¿Estas emocionada?—

—¡Lo estoy!— 

Sakura cargo a la pequeña y le dio un beso en la mejilla.

—Entonces es hora de irnos.—

—¡Si!—

—¿Estas seguro de que no es muy pequeña para que vaya sola?— me pregunto Sakura.

—Ya tiene edad suficiente además, es una Uchiha. Y las mujeres Uchiha son muy valientes. —

—Tienes razón, vayan con cuidado nos vemos en el hospital.—

—Te amo, Saku.—

Le bese los labios y luego lleve a Sarada a la excursión, habían pasado algunos meses de nuestra boda, de hecho falta pocos días para mayo pero ya  habíamos olvidado que teníamos un contrato ahora nos dedicábamos a ser felices. No se en que momento pasó, tampoco se que fue lo que realmente paso pero aun recuerdo ese silencio doloroso y los vidrios inscrustandose en mi cuerpo. Estábamos esperando la luz verde y lo último que vi fue a un camión de carga perder el control, mi pecho dolía pero no podía moverme trate de buscar a mi hija pero no podía ver nada, se escuchaban gritos tal vez de la gente que estaba cerca. Mi respiración se hacía cada vez más corta y mis lágrimas caían por mis mejillas. Lo único que quería era saber cómo estaba Sarada y poder despedirme de Sakura, decirle cuánto la amaba.  Después de eso perdí la conciencia y no supe más de mi.

—Tranquilo, estoy aquí.—

Esas palabras la calidez de esas manos, no había duda. Mi esposa estaba ahí ayudándome y no se por qué sí se supone yo iba rumbo a la escuela. Cuando abrí los ojos estaba en una de las salas de trauma, intenté moverme pero las enfermeras no me dejaron.

—¿Donde esta la niña?— gritaba sakura.

—No lo se, están tratando de buscarla. Yo me encargare de ella, tú encárgate de sasuke. — le contestó Naruto.

Ella movía las manos y me insertaban catéteres por todos lados, se escuchaba el ruido de los monitores simulando mi corazón.

—Saku...— quise decirle. —Te amo.—

—No hables mi amor, estoy tratando de salvarte la vida.—

Lo siguiente fue el recorrido hacia el quirofano, una mesa fría y un tubo en mi garganta. No podía ver nada pero yo sentía como abrían mi pecho, como las manos de Sakura tocaban cada órgano de mi tórax, pero lo que realmente me hizo sentir pánico fue cuando la escuche decir que tenia que me reconectar.

No voy a permitir que su carrera de cirujano se termine aquí. Tengo que arreglar su brazo a como de lugar.—

—Sakura, encontramos a la niña. — el silencio reino — Lo siento tanto.—

Y entonces todo se volvió a poner gris y pude ver a mi hermano al lado de mi tocando mi hombro, con esa sonrisa que lo caracterizaba y a sarada tomando su mano, el sonido de la asistolia invadió mi cerebro y el resto del quirofano.

—Es hora de irnos papá. —

Me estaba muriendo.

—No te vas a morir, escuchame bien Sasuke Uchiha, No estoy dispuesta a quedarme sola. No voy a permitir que te mueras.—
.
.
.
.

.
.










Licor De Cerezo Japonés Donde viven las historias. Descúbrelo ahora