Una Luz al final del tunel.

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Sakura

Ni siquiera había terminado mi desayuno cuando las nauseas  me atravesaron. Mire una vez más la foto de mi nueva familia y entonces tuve que correr al baño. Era algo, un mal presentimiento, una mala noticia, algo.

Respire profundo y quise imaginar que todo estaba bien. Fui a urgencias para perder el tiempo un rato, los televisores estaban encendidos, las camas estaban vacías y las enfermeras conversaban mientras bebían cafe.

—Hola Doctora Uchiha. — me saludo Naruto —¿Todo bien? Te ves nerviosa. —

—Si todo en orden.— le conteste.

—La guardia esta muy tranquila.—

—¡Doctor!—Gritaron las enfermeras —Esas cosas no se dicen, mucho menos en urgencias.—

—Perdón, chicas. Les invito el desayuno.  — Naruro me miro otra vez —¿Segura que estás bien? —

—Si. —

Me quedé callada mirando el televisor perdida en el noticiero de las 9 am, los teléfonos comenzaron a sonar y con ello algunas sirenas a lo lejos.

—Doctora— me llamo una enfermera — hubo un accidente un autobús escolar uno de carga y dos autos particulares. Hay cerca de 30 heridos entre ellos 17 niños. —

—Preparen todo para trauma.—

El noticiero comenzó a transmitir la noticia, mi corazón dolía y rogué por que mis pensamientos estuvieran equivocados.

Un lexus negro con 2 víctimas uno de ellos falleció en el impacto y otro se dirige al University Of Tokyo Hospital, el estado de la víctima es grave según el personal de salud. 

Las puertas de urgencias se abrieron y una ambulancia se estaciono en la entrada.

—Masculino de 27 años, tiene trauma en el tórax y un brazo cercenado que se sostiene sólo del músculo. Es el Doctor Uchiha.—

Fue como si me hubieran tirado un balde de agua caliente en la espalda, quería llorar, quería gritar y tirarme al suelo. Pero no podía tenia que ayudar a sasuke a como diera lugar, y dirigir al hospital pues el accidente fue tan terrible que había muchos muertos entre ellos niños y yo le rogaba a dios que me hija estuviera viva, que estuviera en otro hospital con ligeros rasguños y no entre los fallecidos.

—Naruto,  no quisiera pedirte esto pero por favor, por lo que más quieras busca a Sarada.—

—Lo haré, tu encárgate de Sasuke. —

Una de las sensaciones más horribles del mundo es cuando tienes en tus manos la vida de una persona importante, y yo estaba tan nerviosa,  ya había reparado  su corazón y estaba por cerrar.

—Doctora —Me llamo Konohamaru.—El brazo tiene un corte limpio, esta listo para ser suturado. —

—Muy bien Doctor Sarutobi, llame al trauma ya casi he terminado. Tenemos que salvar ese brazo o de lo contrario su carrera de cirujano habrá terminado.—

—Sakura...  Encontramos a la niña— Naruto entró al quirofano y me puso una mano en el hombro. — Lo siento tanto.—

Y sentí como mi cuerpo se desvanecia con la noticia, mi hija había muerto, mi hija había muerto y me lo repetí tantas veces con tal de creerlo pero mi corazón se negaba.  La primera vez que vi un monitor en asistolia fue cuando era estudiante y no sabía que hacer de hecho le llamé al médico de guardia y este me regaño. Ahora mismo tampoco tenía idea de que hacer por el simple hecho de que mi era el corazón de mi esposo el que no estaba latiendo.

No te vas morir, no me vas a dejar sola. —

Tras muchas maniobras de reanimación, no conseguíamos que el corazón de Sasuke latiera.

Y mis lágrimas corrían empapando el cubreboca, las fuerzas se me estaba terminado cuando Konohamaru me ayudo.

—Usted es la más grande cirujana que he conocido, es mi mayor inspiración.  ¡Así que no se va a rendir! ¡Vamos a salvar a su esposo!—

Supongo que los milagros médicos existen, y que dios no es tan malo después de todo. Ahí estaba un latido.

¡Beep!
¡Beep!
¡Beep!

Y mi alma regreso a mi cuerpo, mis manos recobrado la fuerza y mi esposo estaba ahí con vida.

Cuando terminamos la cirugía, el traumatologo me llamó.

—Doctora, hice todo lo que pude, si todo esta bien podrá volver a mover su brazo con normalidad y si no, deberá dejar la cirugía. —

Me quedé sentada en el área de descanso, mis padre habían llegado, también los de Sasuke. Tenía que salir a  dar informes así que me limpie las lágrimas y lo hice.

—Sasuke esta bien, esta delicado pero...  — tome aire intentando parecer fuerte.— se va a recuperar.—

—Sakura, es necesario que vayas a reconocer el cuerpo de la pequeña.— me dijo naruto tomando mi mano.

—Yo te acompañaré hija.—
La madre de Sasuke me tomo del brazo y me acompaño hasta el anfiteatro.
Ahí estaba tan pequeña se había golpeado en la cabeza así que su muerte fue instantánea, no había sufrido nada.

—No tienes que ser fuerte todo el tiempo.— la madre de sasuke me abrazo. — puedes llorar todo lo que quieras.—

Y grite hasta que me dolió la garganta, hasta que mis pulmones se quedaron quedaron aire, grite por qué no sabía como sacar todo lo que sentía, había muerto mi pequeña hija y casi pierdo a mi esposo también.

La abracé cuanto pude, bese sus manos y sus pequeñas mejillas, aún traía la bata que le había regalado y el collar que su papá le compró cuando la llevamos a casa.

Me quedé ahí esperando tener un poco de fuerza para levantarme y volver.

Nunca piensas que la última vez es la última vez. Crees que habrá más. Crees que tienes una eternidad, pero no la tienes. Nadie se despierta pensando: Mi mundo explotará hoy. Mi mundo cambiará . Nadie piensa eso. Pero, a veces, sucede. A veces, nos despertamos, nos enfrentamos a nuestros miedos. Los tomamos de la mano. Y nos quedamos ahí esperando, esperando, listos para cualquier cosa.
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Licor De Cerezo Japonés Donde viven las historias. Descúbrelo ahora