Licor De Cerezo Japonés

Como si todo fuera normal.

Sasuke...

La Nieve caía sobre los árboles y las luces navideñas iluminaban la ciudad. Había salido de guardia, aún seguía haciendo cirugías y me sentía tan cansado que lo único que quería era llegar a casa y darme una ducha con agua caliente. Pero antes tenía que pasar a la casa hogar donde estaba Sarada para llevarle regalos y ver si ya me habían autorizado la adopción.

—¡Papá!— me dijo desde el salón de juegos. —Que bueno que viniste, te estaba esperando.— corrió hasta mi y me dio un abrazo. Haciendome sentir la persona más dichosa de este mundo.

—¡Hola linda!— la abrace y la llene de besos—Me dijiste Papá—

—Es que volviste por mi ¿Serás mi papá? verdad  —

—Verémos que dice la Trabajadora social, así que acompañame.—La Cargue en mi espalda como lo hacia mi hermano cuando eramos niños y luego nos dirigimos hasta la oficina de adopción.

—Buenas dias señorita, Wilkerson. — la salude antes de entrar a su oficina. Baje a sarada y la tomé de la mano.—¿Podemos pasar?—

—Buenos días Doctor Uchiha, pasen por favor. — Me senté y la Señorita saco una carpeta para luego explicarme la situación. —Ya he platicado con el director sobre su situación y la de sarada. Usted cumple con los requisitos para adoptar a la niña.— la mujer me sonrío y Sarada me miro emocionada mientras jugaba con sus pies moviéndonos de atrás hacia delante.—Sin embargo  hay un detalle importante. La niña tiene antecedentes de abuso sexual causado por su padre y usted pues es hombre... es muy complicado que se la entreguen.—

—Esta insinuado que yo quiero a la niña para...Señorita yo jamás le haría algo así, la quiero adoptar por que puedo darle todo el amor que ella necesita. — fue como si un balde de agua fría cayera sobre mi espalda sobre todo cuando Sarada me miro con los ojos llenos de lágrimas.

—Usted necesita casarse antes para poder adoptarla de lo contrarío, Sarada debera irse con sus tíos paternos.—

—¡Papá yo no me quiero ir con otra familia! ¡Yo me quiero ir contigo! ¡No dejes que me lleven papi! ¡No quiero regresar con ellos!— Sarada se abrazo a mi llorando y pataleando por lo asustada que estaba y yo no sabía como arreglar eso, ni siquiera tenía novia para casarme. Trate de calmarla y cuando estuvo más tranquila hable con ella.

—Sarada, linda escuchame. Te prometo que voy a resolver esto, voy a buscar la manera de que podamos ir a casa juntos y que no tengas que volver con esa gente. Dame un poco más de tiempo—

—Prométeme que no me vas a dejar ir con ellos. ¡Prométemelo papi!—

—Te lo prometo, cariño. — me arrodille para quedar a su altura y le di un poke en la frente. —La próxima vez, volveré por ti. —

Me dirigí a casa con los ánimos por los suelos, la nieve se había acumulado y eso significaba que tenía trabajo más tarde, maldije antes de entrar, abrí la puerta y ahí estaba sakura.

—Bienvenido Sasuke kun.— me sonrío amable mientras dejaba su libro en el sofa. —¿Como te fue con sarada?—

—¿Quieres abrazarme?— me tire con ella y me abrazo uniendo todas mis piezas rotas una vez más. Comencé a llorar cosa muy rara en mi y ella trataba de consolarme acariciando mi cabello. —Me han negado la adopción, tal vez tenga que irse con sus tíos paternos. —

—¿Pero por qué? Eres un buen hombre. — me pregunto mientras limpiada las lágrimas de corrían por mis mejillas.

—Necesito estar casado de lo contrario no puedo adoptarla, tienen la estupida idea de que yo puede hacerle daño.— Volví a sollozar — No quiero que se la lleven.—