A los 16 años en tu brazo derecho aparece el nombre de la persona con la que eres mas compatible, Kazutora a estado enamorado de Baji por 8 años , fue la primera persona en su vida que lo ayudo y actualmente son mejores amigos. Todo su mundo de idea...
Los últimos acontecimientos habían sido muy complicados y difíciles de afrontar para mí. Después de la conversación con Baji no había tenido el valor de verlo a la cara. Así que falte a clases el viernes. Deberás tenía esperanzas que el fin de semana alivie un poco mi dolido corazón. Pero hoy era lunes y tenía que afrontar todo. Absolutamente será insoportable verlos juntos.
Agarré mi mochila y guardé mis cosas. Con una tela empecé a tapar mi marca, era algo con lo que no quería lidiar -al menos no por ahora- y salí de mi casa con rumbo a la escuela. Mis pies no querían moverse, estaba muy nervioso. A este ritmo llegare muy tarde.
Tan cerca de tocar sus labios, un hermoso momento que desapareció tan rápido como apareció. No quería recordar me lastimaba, tenía que olvidar todo, tenía que olvidarlo. Después de una larga caminata estaba a una cuadra de la escuela, al fin. Quizás las clases me distraigan de mis pensamientos.
-Hey!, Gatito
Voltee y era ese tipo, deberás la primera persona que tenía que ver tenía que ser él. El mundo me odia, absolutamente tuve que haber hecho algo muy malo en mi antigua vida. Estaba sentado en una moto saludándome. Lo mire y voltee sin contestarle, lo mejor era evitarlo.
Pero él no se rindió empezó a seguirme con la moto.
-Gatito no me ignores, me pongo triste.
Que idiota, como si me importara.
-Vamos a dar un paseo, las clases son muy aburridas.
Eso no se lo niego, son un asco. Lo mire, estaba sobre la moto con la mano extendida entregándome un casco, le hice un gesto con mi mano para que se alejara
-Vamos gatito.
- ¡QUE NO SOY GATITO!
-Ohhh – Se bajó y se paró delante de la moto–cierto eres Tora~
Ese apodo era algo que no quería escuchar.
-Cállate, no me llames de ninguna forma.
Voltee para caminar a la escuela y veo que se acerca desde la otra acera Baji junto a Chifuyu, ¿Ahora venían juntos? Fue solo un segundo pero nuestras miradas se chocaron. Camine hacia Hanma, agarre el casco que antes me había ofrecido y me subí a la parte trasera de la moto. Sin mirar atrás le dije que arrancara.
No sé cuántas calles recorrimos, pero el viento en mi cara me tranquilizo un poco. Después de un rato la moto se detuvo en un pequeño mirador de la ciudad. Me bajé y me senté en uno de los asientos desocupados que estaban cerca.
-Ya estamos muy lejos así que cuéntame. ¿Quién era el chico del que escapaste esta vez?
-Ah!!, De que hablas
Se dio cuenta, como lo hace. ¿Soy muy notorio?
- ¿Quién es?, El rubio... o el pelinegro...
Di un pequeño salto en mi asiento y él se dio cuenta. Necesito clases de actuación o algo, es muy fácil leer mis expresiones.
-Así que el pelinegro
-No quiero hablar de eso
Lo entendió y cambio de tema, no era tan idiota como pensaba. Empezamos a conversar de varias cosas, me sorprendió lo parecido que eran nuestros gustos. ¿Por eso éramos destinados? ¿Baji y Chifuyu también tenían mucho en común? quizás en otras circunstancias hubiéramos sido buenos amigos. Quizás podemos serlo, pero con mi marca siento que eso será difícil. Después de unas dos horas volvimos a la escuela justo para el receso. Nos colamos por la parte trasera de la escuela. Gracias a dios ningún profesor se dio cuenta.
Estaba de mejor humor que en la mañana. Estaba caminando hacia el comedor cuando siento que alguien me jala al baño.
Apenas mi espalda toca la fría pared del baño abro mis ojos, frente a mi estaba Baji con una expresión que no comprendía, estaba ¿Enojado?
- ¡Q-que te pasa!, no es difícil tener más cuid...
- ¿Dónde estabas?
Después de todo lo que paso el día de mi cumpleaños, lo primero que me preguntaba era esa estupidez.
-No es de tu incumbencia
Lo rete con la mirada, no le respondería. No tenía ningún derecho, me dejo todo claro con sus palabras.
-Responde, Kazutora.
No aguantaría más esta estúpida charla. Estaba por irme, pero había sostenido mi brazo, sabía que era fuerte, lo había visto pelear con varios chicos de otras escuelas. Pero yo también lo era y no estaba para aguantar sus tonterías.
Lo mire a él luego a mi brazo, entendió que si no me soltaba lo iba a golpear.
Libero un poco su agarre y jale mi brazo. Me miro una última vez y se fue enojado. ¿Qué rayos le sucedía? Yo no comprendía su comportamiento.
¿Eran Celos?
No, eso no. Era imposible, me dejo todo claro. No quería darme esperanzas, ya fue suficiente de lastimar mi corazón. No quiero quedar decepcionado, no más.
Me quede un rato en el baño, hundido en mis pensamientos. Lavé mi rostro y Salí con dirección al comedor.
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