A los 16 años en tu brazo derecho aparece el nombre de la persona con la que eres mas compatible, Kazutora a estado enamorado de Baji por 8 años , fue la primera persona en su vida que lo ayudo y actualmente son mejores amigos. Todo su mundo de idea...
Parado en un lugar donde la vida y la muerte estaba a tan solo centímetros, tan solo un paso. Sentía el viento en mi cara y como las lágrimas ya derramadas se secaban en mi cara.
-Él no es más que un error en tu vida
Las palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, quería que desaparecieran, no quería escucharlas más.
Había logrado ocultar el tatuaje por un tiempo, pero por un descuido mío lo vio. Mis manos empezaron a sudar, mi cuerpo a temblar. Sabía lo que vendría.
-Yo mmm lo sient...-Antes que pudiera terminar lo que dije, un golpe fue directamente a mi cara. Fue tan fuerte que hizo que cayera al piso sobre mi brazo. Mientras intentaba pararme una patada fue directamente a mi estómago. Seguida de otra y otra.
-ERES UN INUTIL, NO ERES MAS QUE BASURA.
Me sentía tan lamentable. No podía defenderme, las palabras no salían de mi boca, solo podía esperar que terminara de golpearme antes que llegara mi mama del trabajo.
-COMO PUDE TENER UN HIJO COMO TU. NO ERES MAS QUE UN ...
Pero siempre fui tan desdichado. Que como si fuera el único sonido alrededor mío, escuche las llaves abrir la puerta.
Mi madre corrió y con todas sus fuerzas empujo a mi padre. Se tiro al piso y empezó a abrazarme llorando.
Odiaba verla llorar, era un dolor más fuerte que el físico.
Acariciaba mi rostro y me susurraba que todo pasaría, que iríamos en ese mismo momento al hospital. Que me quería demasiado.
El la aparto y trato de seguirme golpeando, mi mama no lo dejaba. La empujo hacia un lado y choco con un mueble. Trate de pararme, defenderla. Mi cuerpo no respondía
-ESTOY EDUCANDO A TU HIJO NO TE ENTROMETRAS
-DEJALO!!!!!
Después de forcejear un rato, mi madre logro que se calmara. Me miro con odio y se fue.
-No eres más que un error, Ojalá nunca hubieras nacido.
Mis parpados se pusieron muy pesados y luego de esas palabras, me desmaye.
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Me desperté en un hospital luego de unos días. Me caí de unas escaleras, eso le dijimos a todos.
No hubo día que estuviera solo, mi madre siempre me acompañaba, los chicos me venían a visitar. Y Baji a contarme todo lo que le pasaba.
-Di lo que tengas que decir.
Mikey se acercó después de estar parado en la puerta un rato.
-No creo que esas heridas sean de una caída de las escaleras.
Lo sabía, sabía que él se daría cuenta. No quería contestar así que solo mire hacia otro lado.
-Baji es tu mejor amigo, no crees que deba saberlo.
Baji, quiero verlo sonreír, quiero verlo feliz, no quiero que me tenga pena, no quiero que este triste por mi culpa.
-No quiero preocuparlo con mis problemas.
-Pero...
- Solo, no le digas a nadie
El silencio que se formó luego de esa pequeña charla, lo rompió Baji. Que venía con una consola de juegos.
-Tora, ¿ya estas mejor? Que tonto eres, cómo pudiste caerte por las escaleras. Tienes que tener más cuidado.
Manjiro sin decir nada, se retiró dándome una mirada de desaprobación.
-Logre traerla sin que las enfermeras se dieran cuenta, tiene toda...
¿Qué decía? Deje de escucharlo hace mucho, mis ojos solo divagaban en su sonrisa y su pelo corto.
No sabía cómo había llegado de la barandilla al piso, pero en un abrir y cerrar de ojos, Baji estaba sobre mí, tocando mi rostro y mirándome directamente a los ojos.
-Aquí estoy, a tu lado.
Lo abrace con todas mis fuerzas, mientras sentía como las lágrimas volvían nuevamente a mí. El me agarro suavemente de los hombros y me dio un tierno beso mientras con sus dedos secaba las lágrimas que caían.
-No vuelvas a hacer lo que hiciste me asustaste mucho. Que haría sin ti
-Tonto, es al revés. Que haría yo sin ti.
Tome valor y me lance sobre el poniendo mis manos a un lado de su cabeza y lentamente volviéndolo a besar.
No sé cuánto tiempo paso, pero conforme los minutos transcurrían los besos se intensificaban. A pesar de estar en una azotea y del viento frio. Mi cuerpo solo sentía calor y se intensificaba mas al saber que era la persona que más amaba. Mi sangre corría a mil
No sé cómo, pero Baji cambio de posición otra vez y ahora estaba dándome besos en el cuello, mientras yo solo podía taparme la boca. Con todo mi autocontrol lo detuve y completamente sonrojado pregunté.
- ¿Quieres ir a otro lugar?
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