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Sikio:

Sujetaba la mano de India mientras la llevaban al quirófano rogando en silencio para que se salvara.

—Lo siento, señor Mapogo. No puede pasar— me dijo la enfermera que me separó de ella— Os comunicaremos cuando acabemos.

—Gracias— respondí y noté la firme mano en mi hombro.

     Me giré y quedé de frente a Scar. Acababa de llegar con Morani.

     Los cuatro nos abrazamos con fuerza sin decir nada durante unos minutos. Aquella era la forma en que nos apoyábamos siempre, con silencios tan elocuentes en los que no era necesario expresar nada con palabras.

—Morani, ve con Hunter a echar una mano a Gideon y a Skorro. Avísanos si te enteras de algo más.

—De acuerdo, contadme lo que pase con nuestra chica Marsh.



Kali:

     Los ánimos estaban extrañamente alterados en la fortaleza. Estuve ayudando en cualquier sitio que fuera necesaria. No quería que sintieran que sobraba. Tampoco quería que pensaran que yo era una traidora. Después de todo algunos me veían como el detonante de la caída de los Mapogo en Sabi Sands. 

     Me encargué junto con las reinas de atender a los supervivientes del pride Marsh. Vendé heridas. Repartí calmantes. Les di agua a los sedientos. Me mantuve localizable en todo momento para evitar suspicacias.


     Pasadas unas cuantas horas fui con el rey Makhulu para interesarme por el estado de India y por comprobar que Sikio estuviera bien.

     Llegamos a tiempo que salía el cirujano.

—Hemos logrado salvarla por los pelos— anunció para tranquilidad de todos—. Está débil, pero es una guerrera fuerte. Creemos que se salvará. Ahora la llevaremos a observación. Os avisaremos de cuando puedan verla.

—Gracias, Hawk— dijo el rey Makhulu.

—¿Cómo están las demás? —Preguntó Sikio.

—Yaya y Pamoja están a salvo. Dicen que les atacaron cambiantes. Mandaron a India a buscarnos y la emboscaron. 

—Tenemos que acabar con ellos— terció el rey Scarface con firmeza.




Sikio:

—No nos podemos permitir que se repita la historia del secuestro, como con Skorro y Rasta. Eso nos haría parecer débiles ante el mundo humano. Se creerían con el derecho de tratar Sabi Sands como su coto de caza— dictaminó mi madre con firmeza y se marchó con Kali para dejarnos debatir entre nosotros.

—¿Qué hacemos con los príncipes? —Quiso saber Scarface—. Está claro que ninguno de ellos es...

—No están listos ni de lejos. Necesito como mínimo tres años para solventar vuestro maldito desastre. Para ellos sería un suicidio. Grimace tiene agallas, le falta fuerza y experiencia— explicó Gideon con aquella franqueza suya—. Tal vez, si tuviéramos algunas semanas de ventaja podríamos...

—No. No pienso tolerar bajas innecesarias— zanjó padre.

—El éxito del Spartan Pride se debió a que nos metían de lleno en la batalla para curtirnos. Aún siendo cachorros, Big Mak— le recordó Skorro.

Overprotected (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora